La pandemia quedó atrás y se apaga el impulso inversor de Europa a través del programa Next Generation. El consejero de Hacienda, Noël d'Anjou, ha explicado que de cara a 2025 el Gobierno vasco no contempla nuevos ingresos vía MRR (Mecanismo de Recuperación y Resiliencia) aunque sí seguirán adelante los proyectos asociados a inyecciones ya realizadas.
La gestión y reparto de los Next Generation ha sido estos años cuestión delicada. El anterior Gobierno de Iñigo Urkullu trató de acercar su coordinación a Euskadi, una proximidad defendida por la patronal Confebask, mientras empresas y clústers sectoriales reconocían abiertamente las dificultades para la tramitación de solicitudes.
Poco a poco se ha ido dando salida a esas inversiones, que a cierre de junio superaban los 2.700 millones de euros sumando las gestionadas por el Ejecutivo vasco y las convocatorias de los distintos ministerios.
En lo empresarial, algo más de la mitad del dinero ha ido a parar a pymes aunque lógicamente son las grandes compañías las que acaparan los proyectos más mediáticos con Merdeces Vitoria y su ampliación para la nueva furgoneta eléctrica a la cabeza.
EBA y Sukia suman 80 millones
La planta alavesa del fabricante alemán es el primer perceptor de fondos europeos en Euskadi con 99,5 millones de euros concentrados en 2022 y 2023, tal y como ha detallado el vicelehendakari y consejero de Economía y Trabajo, Mikel Torres en respuesta a una interpelación parlamentaria formulada por el PP.
Dejando de lado la UPV/EHU y las instituciones públicas (tanto la universidad vasca como los consistorios de Bilbao y Donostia están en la horquilla entre 50 y 60 millones de euros) la segunda empresa privada es CAF con algo más de 48 millones de euros.
A partir de ahí, en la lista facilitada por el vicelehendakari socialista, a la que ha tenido acceso este medio, aparecen dos constructoras, EBA, del Grupo San José, y Sukia, como tercera y cuarta empresa beneficiarias de fondos Next. Ambas suman algo más de 80 millones entre las dos, enfocadas a planes de "rehabilitación de vivienda y regeneración urbana".
Por delante de Iberdrola o Basquevolt
Las empresas de construcción se intercalan así en ese top de grandes perceptores con las multinacionales vascas de mayor tamaño. En quinto lugar aparece Iberdrola, que ha recibido 34 millones de euros, y a continuación aparece de nuevo una firma del sector, Amenabar, con 28,5 millones.
Una partida que no tiene en cuenta lo recibido a través de UTE (Unión Temporal de Empresas) en proyectos conjuntos con otras constructoras, unas partidas que elevarían lo recibido por Amenabar a más de 40 millones, superando así a Iberdrola.
Tres de los cinco primeros perceptores privados de estas ayudas son por tanto compañías dedicadas a la construcción, que se sitúan por delante de grandes proyectos estratégicos en la transición sostenible como Basquevolt, que ha recibido algo más de 27 millones.
En el top 10 están también Automóviles Oviedo, que suministra vehículos a la Ertzaintza, y la cooperativa de autobuses Irizar.
Otras constructoras colocadas en los primeros puestos son Exbasa, Tecsa, Altuna y Uria, Urbelan o Viuda de Sainz.