La competencia asiática se ha llevado por delante los grandes astilleros vascos. En Euskadi quedan ahora mismo solo tres compañías dedicadas a la construcción de barcos y una de ellas, Astilleros Balenciaga, se ha salvado de momento del concurso y busca un inversor para salir adelante.
Precisamente el juez contempla como uno de los argumentos para no forzar la entrada en concurso de Balenciaga la consecución de nuevos pedidos, y es que 2024 vuelve a ser un buen año para el sector naval tras un 2023 de mínimos en el que solo se contrató un barco.
La facturación de los astilleros cayó a 160 millones de euros el pasado año, lo que supone el volumen de ingresos más bajo desde 2020 y un 24% menos que en 2022.
Según explica el Foro Marítimo Vasco en su memoria anual, los astilleros especializados en buques de alto contenido tecnológico, como los vascos, "se han visto afectados por la inflación, el encarecimiento del precio de nueva construcción hasta en un 30% y los elevados tipos de interés, dificultando la contratación".
La inflación da un respiro
Sarai Blanc, directora del clúster marítimo, ya advertía en este medio el pasado año de lo difícil que estaba resultando cerrar nuevos pedidos por esa evolución imprevisible de la inflación en un sector que maneja plazos de ejecución de los contratos muy largos.
El bache de 2023 queda atrás y la moderación de precios este año ha mejorado sensiblemente el contexto para los astilleros barcos, que hasta el verano sumaban cinco nuevos buques y cuentan con carga de trabajo hasta 2026.
Murueta, que cuenta con instalaciones principales en Erandio, anunciaba con motivo de la botadura del carguero Bermeo NM que dispone además de tres barcos más en cartera, mientras que Zamakona, con sede en Santurtzi e instalaciones en Pasaia y Las Palmas, cerraba en mayo dos buques para la noruega Eidsvaag AS, asegurando así también trabajo hasta 2026.
En cuanto al resto del sector marítimo vasco, que ha ido desplazando el foco hacia nuevas actividades en auge como la energía offshore, mejoró ligeramente la facturación en 2023 hasta más de 3.300 millones de euros. El sector da trabajo a 13.700 personas, según el Foro Marítimo Vasco.
"Aunque el año pasado no ha sido malo, creo que obliga a diseñar estrategias para atacar el mercado de forma más proactiva y coordinada", señala el presidente del clúster, Aitor Uriarte, y pide aunar esfuerzos en eólica marina, la investigación marina, la pesca y la defensa.