Jainaga hace soñar a Sestao: las mil caras de un empresario enamorado del balón (y del Athletic)
- El anuncio del patrocinio a largo plazo por parte de Sidenor ha generado una enorme ilusión en el Sestao River, cuya masa social ve en el industrial bilbaíno una palanca seria y de confianza para crecer
- Más información: La tentativa de Jainaga por Talgo devuelve a Euskadi al centro de la política industrial
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La masa social del Sestao River vive unos días de máxima excitación. La aparición de Sidenor como patrocinador es casi un milagro para un club humilde que estaba a punto de tener que renunciar al fútbol profesional por falta de dinero.
José Antonio Jainaga, industrial conocido y respetado, es poco menos que un mesías para una parroquia que valora la proximidad y la confianza de la nueva fuente de ingresos que, de momento, permite posponer aventuras mayores como la conversión del club en sociedad anónima.
Sidenor será así patrocinador principal de dos equipos, Sestao y Amorebieta, de Primera Federación, una categoría profesionalizada y mucho más exigente a todos los niveles que la antigua Segunda B.
Y es que el fútbol es una de las pasiones declaradas de Jainaga, Athleticzale hasta la médula y enamorado de los clubes modestos de Bizkaia en general.
Una de sus 'bilbainadas' que quedará para la hemeroteca fue su disposición declarada a presidir el Athletic. Era el año 2018 y estaba reciente la adquisición de Sidenor a Gerdau, la que hasta ahora (a la espera de que se concrete la operación Talgo) puede considerarse la obra maestra en la andadura profesional del industrial vizcaíno.
En un foro económico Jainaga habló abiertamente de su sueño infantil de ser goleador del Athletic y anunció su intención de trabajar en una propuesta para relevar a Josu Urrutia, una candidatura que finalmente no materializó.
Un imperio familiar
De la pasión por el balón a la pasión por el hierro. Jainaga es un empresario polifacético, un hombre hecho a sí mismo de manual que llegó a ser detenido por la Guardia Civil en 2008 por supuestos pagos a ETA por extorsiones de la banda.
Cabeza visible de un brazo inversior familiar (Clerbil, compartida con su mujer y sus hijos Pablo, Marta y Sara) con múltiples aristas y de un nuevo conglomerado industrial, Mirai, que sigue ganando tamaño a través de compras de empresas de pequeño y mediano tamaño.
Un imperio con corazón de acero, el grupo Sidenor, que va camino de abrir un nuevo frente si finalmente prospera la acometida del industrial bilbaíno por Talgo. Una aventura arriesgada, acogida también de forma calurosa por los trabajadores de la compañía ferroviaria, que obligará a 'retorcer' el plan estratégico de la siderúrgica para maximizar las sinergias con la fabricación de trenes.
Empeñado en crecer, Jainaga ha encontrado en Talgo la oportunidad que le negaron sus colegas del acero en Euskadi como Tubacex, Tubos Reunidos y Olarra, a los que propuso hace unos años una unión a gran escala para crear un gigante vasco del sector.
Vicinay, Teknia...
Descartada esa vía, Jainaga ha ido colocando huevos en casi todas las cestas. Ahora abre la puerta del sector ferroviario pero antes fue consejero de Vicinay, el fabricante de cadenas y estructuras marinas de grandes dimensiones de la que Sidenor es proveedor preferente, y hace poco ha entrado como independiente al consejo de Teknia, una de las principales empresas vascas de componentes de automoción. Inició su carrera profesional en Sener y en Michelin.
Jainaga es un buen conocedor de la automoción, negocio en el que se ha especializado Sidenor en los últimos años a través de materiales más ligeros y resistentes pero que arrastra los pies y sigue sin clarificar su futuro.
De ahí que la acería con sede en Basauri haya optado por abrir otros nichos en expansión como el eólico y, en la medida en que Talgo pase a ser parte del imperio, habrá un lugar preferente también para el ferroviario.
Es seguro que Jainaga tiene un plan. Pocos nombres tienen tanto peso en los principales ministerios económicos en Madrid: es presidente de AEGE (la asociación de industrias de gran consumo energético) y vicepresidente en zona norte de APD, la prestigiosa agrupación de directivos en torno a la que giran empresarios de máximo nivel.