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Hacer más eficiente y sostenible la elaboración de los componentes complejos y de grandes dimensiones para infraestructuras es el objetivo del proyecto europeo REED ('Red de Valor Responsive and Reconfigurable para la fabricación de piezas voluminosas’).

Este proyecto, financiado por la Comisión Europea y adscrito al programa 'Horizon Europe', está impulsado por Ayesa a través del Instituto Ibermática de Innovación (i3B), que lidera un consorcio con otros catorce socios europeos.

El proveedor de soluciones de tecnología e ingeniería de origen andaluz es consciente de que la creciente demanda de voluminosas piezas en sectores como el energético, el ferroviario o el de infraestructuras supone un reto para la industria, ya que su proceso de fabricación implica gran complejidad por la necesidad de realizar tareas manualmente y que requieren soportar una gran carga física.

"Estas dificultades provocan que sean pocas las empresas capaces de producir

componentes dentro de los estándares requeridos, incluso cuando cuentan con el equipo para poder hacerlo", advierte Pedro de la Peña, responsable de este proyecto.

El proyecto europeo REED pretende flexibilizar las cadenas de suministro de fabricación de componentes de gran tamaño para la industria. Ayesa

Flexibilidad de la cadena de suministro

Además, destaca, "el proceso de homologación de los subcontratistas es muy delicado y suele basarse en una relación de confianza entre cliente y proveedor". En este sentido, "la accesibilidad de los fabricantes a equipos auxiliares para la configuración, manipulación y modelado de piezas de trabajo es engorrosa y se basa en el boca a boca, lo que genera cadenas de suministro rígidas y falta de flexibilidad para encontrar socios alternativos”, añade.

Por ello, subraya la necesidad de "identificar, monitorizar y reconfigurar las cadenas de suministro tradicionales en redes de valor más flexibles y receptivas". Así, REED pretende "redefinir" las relaciones B2B a través de un modelo productivo digital en red.

Este modelo se construirá a partir de una plataforma de Fabricación como Servicio (MaaS) que se basará en "un intercambio seguro de información" mediante el despliegue de un Manufacturing Data Space que seguirá los estándares IDS y GAIA-X. Además, requerirá de la elaboración de un DPP (Digital Product Passport) con información esencial sobre los pasos de fabricación del producto, y del desarrollo de algoritmos de inteligencia artificial que posibiliten optimizar los procesos de producción.

Todo ello permitirá proporcionar "tecnologías, equipos y servicios habilitantes" para la fabricación de piezas voluminosas, "asegurando la calidad" de los componentes producidos, "maximizando la productividad" y "minimizando el impacto ambiental”, concluye de la Peña.

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