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El impulso de Imanol Pradales al arraigo empresarial coincide con un momento de mínimos para la inversión extranjera. Los apenas 70 millones de euros que llegaron a las empresas vascas en la primera mitad del año suponen una cifra inusualmente baja que apunta a un suelo histórico muy alejado además de los registros de los años anteriores.

El gran punto negro de este flujo de dinero que llega a Euskadi es, como viene señalando el Instituto Vasco de Competitividad Orkestra, que principalmente se utiliza para comprar empresas con el consiguiente traslado del centro de decisión fuera de Euskadi y no para realizar inversiones productivas en instalaciones vascas.

Eso hace que el flujo de inversión extranjera fluctúe mucho en función de si ese año se producen o no grandes adquisiciones de empresas vascas por parte del capital extranjero.

El último pico en ese sentido se produjo en 2022, cuando las ventas de ITP Aero y de parte del negocio de Siemens Gamesa llevó el listón por encima de los 5.500 millones de euros, cerca del máximo de 2016 (más de 7.000 millones de euros).

Visita de estudiantes a ITP Aero

Euskadi y la internacionalización

Frente a los pobres números de este año en cuanto al dinero que viaja desde el extranjero a Euskadi, en la otra dirección el tráfico es más denso. La capilaridad internacional que presentan muchas empresas vascas, sobre todo en el sector industrial, fuerza importantes inversiones para ampliar o mejorar el rendimiento del negocio.

Este es en general un apartado que muestra una evolución más regular año a año, aunque de nuevo 2016 marca un techo muy por encima del resto (más de 6.000 millones de euros).

Tras la bajada del pasado ejercicio, en la primera mitad de 2024 se recupera el volumen invertido por empresas de Euskadi en el extranjero, casi 1.100 millones de euros en seis meses, según datos del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, muy por encima del dinero que ha viajado en sentido contrario en ese periodo.

Parque eólico marino de Iberdrola en Estados Unidos

La energía deja paso a la automoción

¿A dónde va este año ese capital? Geográficamente el balance es contundente. Estados Unidos copa el 87% de la inversión vasca en el extranjero entre enero y junio, 957 millones de euros en total, con la automoción como palanca central.

Salvo 10 millones, que van a parar al sector financiero, el resto de inversiones en el gigante norteamericano se dirigen al sector de componentes y piezas para vehículos, en el que Euskadi cuenta con jugadores clave en el país como Gestamp, CIE Automotive o Teknia.

Planta de fabricación de Teknia / CV

Y es que Estados Unidos es uno de los grandes actores de la automoción mundial a la espera de más concreción sobre las políticas de Donald Trump para el sector.

A comienzos de año Gestamp puso en marcha el llamado plan Phoenix de reorganización en toda la región de norteamérica para tratar de mejorar la rentabilidad de algunas plantas enfocadas en este mercado, que sigue siendo prioritario para el grupo de Francisco Riberas como lo es también para CIE Automotive o Teknia, ambas con planes de expansión en EEUU.

Donald Trump celebra su victoria. Efe

Otro sector muy dinámico para las empresas vascas en el país es la energía y la gestión de la electricidad. Con los macroproyectos renovables de Iberdrola a la cabeza a través de Avangrid, siguen en expansión Ingeteam, Arteche o Velatia. En 2021 la inversión vasca para el sector energético en Estados Unidos superó los 2.600 millones de euros.

Volviendo a 2024, otros países que reciben capitales vascos son México, algo más de 80 millones, y ya a más distancia Alemania (11 millones), Japón (8 millones) o Italia (casi 6).

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