
Parque eólico en Navarra
El aval judicial a la eólica alivia al sector y allana el camino a los futuros parques vascos
Al respaldo del Tribunal Supremo a proyectos gallegos se unen otros fallos favorables en Asturias o Navarra a las puertas de que Euskadi inicie las obras de su primer parque en 20 años
Más información: Las denuncias ante los tribunales ponen en peligro los futuros parques eólico de Euskadi
El temor a un futuro enredo en tribunales es uno de los grandes frenos en el avance del despliegue eólico. Así lo vienen transmitiendo algunos de los principales promotores en Euskadi, que saben cuentan con una corriente de opinión desfavorable por parte de ciertos sectores y se miran en el espejo de otras comunidades autónomas.
Galicia ha sido estos días en ese sentido fuente de buenas noticias para el sector tras contravenir de nuevo el Tribunal Supremo la paralización de parques decretada por los jueces gallegos, en concreto al considerar que la tramitación del ejecutivo de esa comunidad fue la correcta en lo relativo a complejos que comparten la conexión a la red.
El asunto está pendiente aun de su aclaración definitiva por la justicia europea, pero el posicionamiento del alto tribunal ha sido un punto de inflexión para el sector. La propia Xunta de Galicia ha celebrado el fallo sobre este parque, que se suma a otros dos recientes en líneas similares, considerando que puede liberar tras años de parón esos más de medio centenar de proyectos en el territorio.

Parque eólico de Iberdrola.
Un espaldarazo
Evidentemente ese desbloqueo al que apunta el Supremo, pendiente en todo caso de Europa, es una buena noticia para las empresas implicadas directamente en los proyectos gallegos, caso de Iberdrola, pero sirve de estímulo para promotores de todo el ámbito nacional, que vienen reclamando seguridad jurídica a la hora de proceder a las largas tramitaciones de este tipo de infraestructuras.
Aunque Galicia es el epicentro de la batalla judicial por la eólica por el alto número de proyectos en duda, en otras comunidades hay también abiertas disputas y algunas de ellas se han saldado de forma favorable a la industria. Los tribunales superiores de Asturias o Navarra, dos de las comunidades vecinas más activas en este ámbito, emitieron el año pasado resoluciones favorables a la instalación de aerogeneradores.
Si bien el riesgo de parálisis para los nuevos parques sigue ahí, la sensación del sector es de cierto alivio a raíz de este tipo de posicionamientos que pueden servir a la vez de estímulo para las administraciones a la hora de tramitar permisos con más celeridad.

Concentración en Oyón contra el parque eólico de Labraza
A la espera de criterio
En Euskadi es inminente el inicio de los trabajos sobre el terreno para comenzar a instalar los aerogeneradores del parque de Labraza, que tiene ya el visto bueno definitivo del consistorio de Oyón y que nace, como era de esperar, envuelto en polémica.
Será el primer complejo de este tipo que se instala en Euskadi en veinte años en lo que supondrá un hito para las renovables y al que seguirán, casi con toda probabilidad, nuevos molinos en los próximos años. Previsiblemente el siguiente en ver la luz será el de Azazeta y a partir de ahí la treintena de parques en tramitación avanzan a ritmos distintos en los despachos, caso de Larragorri, entre Orozko, Llodio y Amurrio, que acaba de obtener declaración de impacto ambiental del Gobierno vasco.

Cartel contra los parques eólicos situado en la entrada de Labraza
Esa oposición de partida se ha elevado ya a los tribunales en el caso de esos primeros parques que van a iniciar las obras y asociaciones como Arabako Mendiak Aske, que ha llevado al Superior vasco el proyecto de Azazeta, transmiten su intención de seguir recaudando fondos para contar con recursos de cara a emprender nuevas acciones contra otros parques. El riesgo de una judicialización generalizada de parques está ahí a la espera de conocer en qué sentido se pronuncian los jueces.