El entonces CEO de Siemens Gamesa, Markus Tacke, presentó en el BEC la nueva turbina de la compañía en 2019 / EP

El entonces CEO de Siemens Gamesa, Markus Tacke, presentó en el BEC la nueva turbina de la compañía en 2019 / EP

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Ocho años de una fusión fallida: Siemens se tragó a Gamesa y aun no la ha digerido

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El parón productivo en la fábrica de nacelles en Soria es otro síntoma de la debilidad en los mercados de Siemens Gamesa en su negocio terrestre. La falta de confirmación de la compañía sobre su capacidad para ser proveedor de los próximos parques vascos ya era un indicio de que el plan para recuperar la confianza de los clientes no estaba saliendo como se esperaba y la consecuencia es la medida adoptada en la factoría 'central' de Ágreda.

Se disparan así las dudas sobre el plan de recuperación del negocio en España de la firma con cuartel general en Zamudio impulsado con avales públicos millonarios.

Un punto muerto al que se llega tras casi una década con el grupo Siemens al frente (este mes de abril se han cumplido ocho años de la integración formal de Gamesa en el gigante alemán) en la que los males se han ido acumulando hasta ser necesario, de facto, un rescate público para compensar las enormes pérdidas.

¿Cuál es el origen del problema? ¿Por qué Gamesa ha pasado de ser una empresa envidiable a perder varios miles de millones en un solo año? Pues depende de a quién se pregunte.

El comité de empresa de Siemens Gamesa a 22 de enero de 2025

El comité de empresa de Siemens Gamesa a 22 de enero de 2025 Europa Press

Falta de coordinación

La versión oficial de Siemens Energy es que la eólica vasca es el agujero negro en los resultados del grupo, lo que siendo cierto no responde a por qué vender aerogeneradores ha dejado de ser rentable en un momento más que dulce para las renovables.

La plantilla de lo que antes era Gamesa, por su parte, no duda en señalar directamente a la gestión de Siemens como la responsable del declive. Varios trabajadores en plantilla durante la fusión reviven un desembarco alemán a trompicones, incluso forzado en algunos aspectos, que puede ser el origen de cómo se ha llegado a esta situación.

Reunión del anterior equipo de industria del Gobierno de Urkullu con el primer CEO de Siemens Gamesa, Markus Tacke

Reunión del anterior equipo de industria del Gobierno de Urkullu con el primer CEO de Siemens Gamesa, Markus Tacke

"La obsesión por traer a su gente, imponer su forma de trabajar y desplazar lo que había, que se estaba haciendo bien, ya se veía que no iba a llevarnos a nada bueno", señala un veterano a este medio.

Y, en el plano tecnológico, recuerda cómo justo en los meses previos a que se materializara la integración se estaba trabajando en las oficinas de Gamesa en una nueva turbina con una serie de mejoras que "desde Alemania se rechazó". "No la querían. Quisieron hacer una turbina nueva, con dos equipos, uno en Alemania y otro de Gamesa. No había buena coordinación entre los dos equipos", evoca.

De vuelta al presente, avanza 2025 sin que Siemens Gamesa reporte buenas noticias en relación a la reactivación de la producción de turbinas ya que, en especial la 5X, sigue sin ofrecer garantías a los promotores.

Sí puede considerarse una mejoría la reducción de pérdidas el ejercicio 2024 (concluyó en septiembre), aunque de nuevo el primer trimestre de 2025 (octubre-diciembre), arrojó números negativos en más de 400 millones. Está previsto que el agujero del presente curso fiscal ronde los 1.300 millones de euros y que la eólica pueda alcanzar números negros a finales de 2026.