Visita del lehendakari Imanol Pradales a ArcelorMittal Sestao / Irekia
ArcelorMittal declara "avances notables" en las inversiones de Sestao tras el fiasco del hidrógeno
La acería de la margen izquierda de Bilbao se prepara para aumentar "sustancialmente" su capacidad de producción pese al contexto global convulso marcado por la debilidad de la automoción
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La fábrica de ArcelorMittal en Sestao se mantiene como 'favorita' de la multinacional ajena a la guerra comercial, la debilidad de la automoción y las idas y venidas regulatorias en torno a la descarbonización.
Lo cierto es que el contexto sería a priori endiablado para la compañía heredera de los Altos Hornos de Vizcaya, que produce bobina de acero principalmente para automoción, si no fuera porque hace unos años fue bendecida por la dirección del grupo por su capacidad de utilizar electricidad renovable y chatarra reciclada.
Estos dos elementos convierten a la factoría de la margen izquierda en candidata preferente para ser la primera acería con cero emisiones netas en su proceso de fabricación, un hito que se está retrasando en el tiempo pero que es en definitiva un pasaporte para blindar la actividad y el empleo.
La Acería Compacta de Bizkaia (ACB) es ahora mismo el eje de la estrategia verde del grupo en España a raíz de la paralización del proyecto para utilizar hidrógeno verde en el proceso de reducción de hierro en Asturias que iba acompañado de ayudas públicas millonarias.
Vista aérea de ArcelorMittal Sestao
Eje del plan 'verde' en Europa
Como explica la siderúrgica en su última memoria, la tecnología en torno al hidrógeno avanza a un ritmo demasiado lento como para poder implementarla en los ritmos normales de una factoría, en los que sigue siendo más rentable el uso de energías tradicionales.
Aparcada esa vía, Arcelor sí ha iniciado la construcción de una nueva acería eléctrica en Gijón para acelerar en la reducción de emisiones en España, si bien esa factoría asturiana se dedica a la fabricación de largos, productos distintos a los que vende la ACB.
Y, en el caso de Euskadi, lo más relevante es que pese al fiasco del hidrógeno y el retraso en los plazos la multinacional sigue adelante con sus planes para Sestao, donde asegura ha registrado "avances notables" de cara a la implementación de inversiones que permitirán duplicar la producción actual hasta 1,6 millones de toneladas de bobina laminada en caliente.
Interior de la planta de ArcelorMittal Sestao
En su útlima memoria, Arcelor explica que los trabajos en Sestao permitirán "incrementar sustancialmente" la capacidad del grupo para producir producto plano bajo en emisiones en Europa.
Aunque no hay fechas, se indica que la ampliación para poner en marcha los dos hornos eléctricos y esa segunda línea de colada, así como otras actuaciones para el ahorro energético, llevarán a la planta vizcaína a volcarse principalmente en la fabricación de la bobina XCarb, baja en carbono, que cuenta con alta demanda entre los clientes.
ArcelorMittal Sestao
La ACB cuenta con gran protagonismo en dicho resumen del ejercicio 2024, en el que logró certificar su condición de acería socialmente responsable en auditoría externa. Como recuerda la memoria, Sestao estuvo durante años penalizada por los altos costes eléctricos y arrastró niveles mínimos de producción, una situación que ha dado un vuelco.
El año pasado la histórica acería incorporó un relevo extra y se acercó mucho al listón de las 600.000 toneladas de acero, casi a medio camino de ese objetivo de alcanzar el pleno rendimiento que sigue vigente.