Presentación del plan de descarbonización de Petronor por José Ignacio Zudaire, adjunto al CEO
Petronor reduce la compra de crudo un 25% en el año clave para el plan de hidrógeno
La refinería apunta a un 2025 de mínimos a nivel de producción en pleno acelerón de los dos electrolizadores más grandes así como la nueva planta de materiales que captura CO2
Algunos de los proyectos estratégicos en la transición de Petronor atraviesan un punto crucial. Hace unos días la refinería confirmó que la nueva planta sostenible de material de construcción estará operativa el año que viene y está previsto también que en esta parte final del año arranquen las obras del electrolizador de 100 MW.
Esta es sin duda la joya de la corona del abanico de inversiones de la filial de Repsol para reducir su exposición a los combustibles fósiles.
Su construcción estuvo en duda de hecho a cuenta del enfrentamiento fiscal entre la dirección de la energética y el Gobierno de Pedro Sánchez pero a estas alturas todo apunta a que la apuesta va en serio, y eso a pesar de que Repsol ya ha renunciado a otros proyectos ligados al hidrógeno previstos en España.
Si se cumplen los plazos previstos, en este final de año se colocará la primera piedra de ese gran motor de hidrógeno, el mayor de su tamaño en Europa, que estará operativo en torno a 2028. Antes, ya el año que viene, la refinería encenderá un electrolizador previo, el de 10 MW, que finaliza su construcción estos meses en la zona del Puerto de Bilbao.
Obras de la nueva planta de material de obra con captura de CO2
Combustible 'verde'
Solo este segundo electrolizador (ya hay uno más pequeño en funcionamiento desde hace un par de años) lleva aparejada una inversión de más de 40 millones de euros. Es un proyecto compartido con el Gobierno vasco y Enagás y en principio servirá para abastecer de hidrógeno y oxígeno a una planta de combustible 'verde', también en el puerto, aunque probablemente el excedente revierta en la refinería, incluso podría ya plantearse una venta a otros clientes del entorno.
Son meses clave por tanto para las principales apuestas renovables de Petronor, cuyo negocio por otro lado continúa centrado principalmente en el refino de petróleo.
El presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra.
Este punto de inflexión coincide con una bajada nítida en el nivel de producción de la refinería, de la que viene quedando constancia mes a mes en el balance exportador vasco. La empresa de Muskiz sostiene una parte crucial de las ventas exteriores de Bizkaia, así como una parte importante de los ingresos de la hacienda foral de este territorio, por lo que cualquier vaivén en sus números tiene impacto en el conjunto de la economía vasca.
Vehículos de hidrógeno de Petronor
Menos ventas
El apartado que más se resiente es el de las compras, con un volumen de crudo importado hasta julio de menos de 4,3 millones de toneladas, según Eustat, un 25% por debajo del nivel del mismo periodo del pasado año, en el que se rozaban los 6 millones a cierre de julio.
Es uno de los datos más bajos de los últimos años, superando únicamente a la cifra de 2021, un año marcado sobre todo en su primera mitad por las restricciones a la movilidad por el covid y en el que se llegó al ecuador del verano por debajo de los 4 millones de toneladas de petróleo. No es descartable, dada la recuperación que se produjo en el otoño de aquel año, que 2025 sea el año que menos crudo llega a la refinería desde la crisis económica entre 2009 y 2013.
Aunque no siempre hay una relación directa, el bajón en compras se traduce en menos exportaciones de combustible al extranjero, en este caso con poco más de un millón de toneladas hasta julio, por debajo del nivel de los ejercicios previos y también de 2021, cuando a estas alturas del curso se anotaban 1,2 millones de toneladas de gasolinas facturados en el exterior. Antes de la pandemia, en 2019, se alcanzaba al cierre de julio un millón y medio de toneladas.