Ternua ultima una venta por partes tras no lograr un inversor para salvar toda la compañía

La conocida compañía de ropa Ternua entró en concurso de acreedores a las puertas del verano ahogada por una caída de las ventas hasta un nivel insuficiente para cubrir los costes. En los meses previos el grupo con sede en Mondragon intentó, sin éxito, dar con un inversor que permitiera salir del bache.

Se exploraron alternativas como fondos de inversión, family offices y otras compañías del sector textil resultando todos esos intentos infructuosos, tal y como se recoge en el informe elaborado por la administración concursal enviado al juzgado mercantil de Donostia que sigue el concurso.

En dicho informe se dan algunas claves sobre la situación económica de la compañía guipuzcoana, que sufre un progresivo deterioro de las ventas desde la época covid por diversos factores, como la inflación o el cambio general del clima hacia temperaturas más suaves, lo que perjudica en este caso a los fabricantes de ropa y complementos de invierno.

Ropa de Ternua Ternua

Marcas bien posicionadas

Esa menor facturación, que descendió por debajo de los 30 millones de euros el año pasado, unido a una elevada estructura de costes han llevado a pérdidas a la emblemática firma de ropa, incapaz de afrontar su deuda (unos 16 millones) pese al acuerdo de refinanciación del pasado año.

La propia administración concursal, que recae sobre Salaverria y Uzkudun (Mazarredo Auditores), recoge en su informe que la continuidad de la sociedad como está ahora configurada "no es viable", y eso que se pone en valor el esfuerzo en innovación y posicionamiento internacional realizado en sus marcas: Ternua, Lorpen, Loreak Mendian y Astore.

La diputada general Eider Mendoza en una visita a Ternua

Ofertas por las marcas 

Uno de los problemas que tiene Ternua es un elevadísimo stock pendiente de vender, lo que unido a la necesidad de liquidez ha obligado a forzar descuentos y, a su vez, a ver deteriorados los ingresos.

En estos momentos hay marcas, caso de Loreak Mendian, con cobertura de inventario de hasta dos años, lo que genera un problema en el aparado laboral.

Ternua, con planta en Etxalar (Navarra), entró en concurso con 180 trabajadores, de los que algunos han encontrado ya otras salidas profesionales mientras que el resto aguardan a la resolución del proceso para valorar si es posible continuar en el proyecto.

En ese sentido, a estas alturas del concurso hay ofertas por tres unidades de negocio (Ternua, Lorpen y Loreak Mendian), que tras negociaciones lideradas por la administración concursal para tratar de mejorar las condiciones económicas y de empleo han sido ya enviadas a los juzgados de Donostia.

Algunos de los inversores interesados han tenido que adelantar incluso una parte para garantizar que la marca llegue 'viva' a la inminente campaña de invierno, que se antoja vital para dar salida a ese stock y aliviar la delicada situación económica.