José Antonio Jainaga, dueño de Sidenor, proclamó su interés en controlar Talgo hace un año / Arnaitz Rubio / Europa Press

José Antonio Jainaga, dueño de Sidenor, proclamó su interés en controlar Talgo hace un año / Arnaitz Rubio / Europa Press

Empresas

Jainaga lleva un año esperando a Talgo: ¿cogerá el tren antes de que acabe 2025?

Pradales mantiene el optimismo en torno a la operación corporativa de la legislatura, que en principio se cerrará en diciembre, mientras el fabricante de trenes sigue perdiendo valor

El Gobierno central alienta el último empujón para la entrada de Jainaga en Talgo

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A mediados de octubre del año pasado Talgo comunicaba a la CNMV haber recibido una propuesta de compra por parte de Sidenor. Se inició así la parte central del largo culebrón sobre el futuro de Talgo que había empezado en realidad meses antes al lanzar la húngara Magyar Vagon una OPA para hacerse con la compañía.

Si el capítulo húngaro ya fue largo, el vasco da para más de una temporada. Y la cosa es grave porque si algo necesita Talgo en estos momentos es seguridad en la parte accionarial y una gestión firme.

La complejidad de la operación que encabeza José Antonio Jainaga es evidente, pero por el camino hay en juego centenares de puestos de trabajo directos y otros tantos a través de proveedores, y más cierto aun es que el fabricante de trenes no deja de perder valor.

Mientras los obstáculos para cerrar la operación brotan por doquier, la acción continúa en dirección a su mínimo histórico alcanzado hace justo tres años, antes de que Hungría apareciera en escena.

Entonces cada título de Talgo llegó a valer algo menos de 2,5 euros por los 2,6 euros de valor al cierre de este viernes. Solo en lo que va de año hay un bajón de más del 20%.

Tren de Talgo / Talgo

Tren de Talgo / Talgo

Acuerdo con Sánchez

La compra de esa porción próxima al 30% por Jainaga junto a Gobierno vasco, BBK y Vital parecía hecha este pasado mes de febrero, pero la demora en la firma hizo temer por el futuro de la operación.

La negociación recibió un impulso antes del parón de verano al confirmar el lehendakari Imanol Pradales que tenía el sí de Pedro Sánchez para poner 75 millones a través de la Sepi.

Antes, el Ejecutivo de Pradales había tenido que pedir un plus a sus socios en Ekarpen (diputaciones, Kutxabank y Grupo Mondragon) para utilizar este instrumento para financiar la operación con esa misma cantidad, otros 75 millones, lo que colocaba la piedra central de un salvavidas de créditos y avales más complejo que se ha ido configurando después.

Imanol Pradales en su reunión con Sánchez en la que se desbloqueó la operación Talgo

Imanol Pradales en su reunión con Sánchez en la que se desbloqueó la operación Talgo

Objetivo diciembre

Y, aun así, el asunto sigue sin cerrarse. El consorcio vasco tiene un acuerdo con el fondo mayoritario Trilantic, también con Madrid para el reparto de cuotas con la Sepi, que se hará con casi un 8%, y Jainaga si algo quiere es agarrar el timón de Talgo cuanto antes.

Desde Lakua se siguen enviando mensajes optimistas y la compañía ha anunciado junta de accionistas antes de que acabe el año para dar todas las bendiciones a la operación, que según el cálculo actual se completaría en diciembre.

Pero ya no sería sorprendente que surgieran nuevas trabas. Esta semana el diario ABC ha informado de que el Gobierno de Sánchez quiere un asiento en el consejo por la parte que asumirá la Sepi, similar a la que tendrá Lakua con Finkatuz.

Edificio de Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles, más conocido como CAF

Edificio de Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles, más conocido como CAF Javier Etxezarreta Efe

Si ambos ejecutivos terminan por hacerse con un asiento se repetirá la fórmula de ITP Aero (en este caso Madrid opera a través de Indra) pero habrá una diferencia sustancial con la otra gran participada de Finkatuz del sector, la guipuzcoana CAF, en la que Lakua tiene un 3% pero no silla en el órgano de administración.

Mientras los gestores actuales de Talgo tratan de achicar pedidos para evitar el colapso de las fábricas, sigue pendiente la concreción de las líneas maestras del futuro proyecto industrial, que demanda con urgencia inversiones y sigue lastrado en la parte económica por la multa millonaria de Renfe.