Los enchufes de Mercedes y Arrigorriaga apuntan a 2027 y condicionan dos de los grandes proyectos industriales
Los enchufes de Mercedes y Arrigorriaga apuntan a 2027 y condicionan dos de los grandes proyectos industriales
El desarrollo de proyectos determinantes del territorio depende, en gran medida, de la inyección eléctrica pendiente
Euskadi consigue el 80% de la potencia eléctrica necesaria para activar los proyectos industriales en marcha
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Euskadi se encuentra inmersa en un proceso de electrificación con el objetivo de dar respuesta a las necesidades actuales para poder acometer todos los proyectos, que no son pocos, que tiene en cartera y que requieren de mucha potencia para ser desarrollados.
Recientemente se conocía la inyección eléctrica que el territorio va a recibir por parte del Gobierno central con este objetivo: 4.800 megavatios, lo que supone el 17% del total de energía eléctrica disponible a nivel nacional y un 40% más de la potencia eléctrica que la que ahora mismo dispone Euskadi, con lo que, de cara a los próximos cinco años, superará los 16.000 megavatios de capacidad.
Como ya anunció en aquel momento, esta inyección de electricidad estará destinada prioritariamente a 107 empresas vascas, 107 compañías cuyas necesidades productivas pasan por un aumento de su potencia eléctrica y que 'beberán' directamente de un puñado de subestaciones que van a ser construidas, ampliadas o adecuadas para ello.
Entre estas subestaciones destacan de manera significativa tres por la importancia que jugarán en los próximos años. La de Abanto, cuyas obras arrancaron en marzo y avanzan con celeridad, está enfocada en reforzar la red de distribución a empresas del entorno, como el Parque Tecnológico de Abanto- Zierbena, así como a reforzar la alimentación eléctrica de los núcleos urbanos de la zona. Además, de ella también se nutrirá el electrolizador de Petronor.
Operario
Mercedes y Arrigorriaga, listas para 2027
A esta se le sumarán, ya en 2027, las subestaciones de Mercedes y Arrigorriaga, ambas clave para el desarrollo de dos proyectos punteros de Euskadi.
La de Mercedes se trata de una operación de ampliación y adecuación de la subestación ya existente, movimiento clave dentro del proceso de electrificación que está viviendo -y vivirá los próximos años- la factoría vasca. A ella se le sumará la instalación de un cable para el transporte de electricidad de aproximadamente 0,8 kilómetros de longitud.
El resultado será una subestación más potente fruto de una obra presupuestada en poco más de 7 millones de euros y un plazo de ejecución estimado de un año una vez se inicien los trabajos sobre el terreno, apuntando ya para 2027.
La restante, la subestación de Arrigorriaga, también contará con su inyección eléctrica a partir de 2027, así como con un nuevo cable de aproximadamente 2 kilómetros para transportar toda esta energía esa misma fecha. De ella se nutrirá principalmente la cementera del grupo alemán Heidelberg Materials.
La compañía, también inmersa en un proceso de descarbonización, opta a ayudas del Perte para instalar un generador de hidrógeno de gran tamaño en la localidad vizcaína. Herramienta enmarcada dentro de los más de 30 millones en inversiones en Euskadi que anunció el grupo cuando activó el ERE en su planta de Gipuzkoa y que, junto al ya proyectado por Petronor, blindaría el suministro de hidrógeno para la industria del territorio en los próximos años.
