Carlos Torres, de BBVA, entre Ibone Bengoetxea y Elixabete Etxanobe, en una visita reciente al Museo de Bellas Artes en Bilbao / Europa Press
Ventajas y desventajas para Euskadi tras la OPA fallida de BBVA por Sabadell
El banco de Carlos Torres ha enviado señales de implicación con la economía vasca en los últimos meses en pleno intento de absorber Sabadell, que mantendrá por su parte su sólido papel en la financiación de pymes
Pradales dice que "se abre un nuevo tiempo" en la relación de Euskadi con BBVA
El poco punch cosechado por BBVA entre los accionistas del Sabadell deja las cosas como estaban para dos actores de peso en el mundo financiero de Euskadi.
Pese a las visiones contrapuestas sobre su aportación concreta a día de hoy a la economía vasca, lo cierto es que el banco de Carlos Torres nació en Bilbao y cuenta con casi medio millón de clientes y más de un centenar de oficinas en Euskadi, no demasiado lejos de las cerca de 200 y 260 de Laboral Kutxa y Kutxabank, respectivamente.
El viejo Banco Bilbao deberá perfilar ahora su estrategia sin el músculo de Sabadell, pieza codiciada para ganar tamaño y sostener esa pelea con Santander por liderar el mercado español y abrirse paso entre las grandes entidades europeas.
El lehendakari Imanol Pradales, defensor de la operación, no ha desaprovechado la oportunidad para tender un puente, reconocer la aportación de BBVA a Euskadi y pedir una nueva etapa con más implicación ahora que se sabe que el banco no caminará de la mano de Sabadell.
Empieza a cerrarse así la herida causada en la entidad de Torres por las polémicas declaraciones de Aitor Esteban al poco de asumir el bastón de mando del PNV poniendo en duda que BBVA sea "realmente vasco" pese a mantener su domicilio social aquí: "La sede y poco más", dijo.
El lehendakari, Imanol Pradales, en el desayuno de Nueva Economía Fórum en Madrid EFE
Más implicación en Euskadi
Es innegable que en las grandes decisiones sobre la gestión de BBVA, como gran multinacional del Ibex, se toman en Madrid.
Aun así el banco ha firmado la Alianza Financiera Vasca, la gran apuesta económica de Pradales, y ha reforzado los actos institucionales ligados a la tecnología o la cultura en Euskadi en estos meses con la OPA en marcha.
El propio Torres ha defendido en varias ocasiones que mantendría su apuesta por el mercado vasco con o sin Sabadell.
El banco de Josep Oliu no es ni mucho menos un actor secundario en Euskadi. Pese a sus raíces y bandera catalanas (con ese periodo de siete años afincado en Alicante) el nexo de Sabadell con el sector financiero y empresarial vasco es robusto.
Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell, y Carlos Torres, presidente de BBVA
Durante unos años su enseña en Euskadi fue de hecho SabadellGuipuzcoano fruto de la adquisición en 2010 del histórico banco ligado a Gipuzkoa, con origen a finales del siglo 19 y gran tradición en la provincia.
La absorción definitiva se produjo en 2012 y un par de años después la entidad catana recuperó en el País Vasco su nombre original.
Sede del Banco Sabadell
Una cuota muy elevada en empresas
El Sabadell cuenta con un destacado papel en financiación de empresas vascas, en especial pymes, un punto sobre el que llamó la atención Competencia Vasca al analizar las consecuencias de la OPA sobre la competitividad.
El organismo de Ainara Herce concluyó que, pese a no superar los límites, una unión BBVA-Sabadell reducía sensiblemente la "tensión competitiva" en el mercado de crédito a empresas, sobre todo en Gipuzkoa. Con la operación aparcada, ambos agentes seguirán funcionando por separado.
La entidad de Carlos Torres había tratado de defender la fusión recordando que una unión permitiría, a su vez, una mayor penetración de la nueva entidad en municipios de poco tamaño, mejorando la capilaridad y la atención al cliente. Todo ha sido en vano, no habrá fusión y BBVA deberá buscar nuevos objetivos para ganar tamaño.