Luz verde para Petronor, filial de Repsol, para acometer el proyecto clave del ciclo de inversiones en descarbonización previsto esta década. Se trata del electrolizador de 100 MW, una obra de ingeniería única en Europa que elevará la demanda energética de la refinería a otro nivel una vez entre en operación en 2028.
El Gobierno vasco acaba de aprobar el informe de impacto ambiental del electrolizador, que pondrá el broche a otros dos generadores de hidrógeno más pequeños, de 2,5 MW y de 10 MW, este último con arranque previsto para el ecuador del año que viene.
El departamento de Industria de Mikel Jauregi tramita una evaluación ambiental simplificada, lo que permite plazos más cortos para alumbrar los permisos del proyecto, pese a haber recibido alegaciones de ecologistas y del propio ayuntamiento de Abanto Zierbena para someter el proyecto al trámite ordinario.
Entienden los técnicos de Lakua que el electrolizador de 100 MW no causará afecciones significativas al medio ambiente siempre que se apliquen una serie de medidas, algunas ya planteadas por la propia empresa. Entre otras se recogen pautas para la protección de aguas, suelos, aves y otras especies, así como reducción de emisiones e impacto acústico.
Pradales junto al CEO de Enagás, Arturo Gonzalo, en presencia de Mikel Jauregi y de Antonio Aiz, del Puerto de Bilbao / H. Bilbao Europa Press
Una zona de gran demanda
Una de las aristas del proyecto que puede causar más impacto en la zona es la nueva línea eléctrica que unirá el electrolizador, situado en la propia refinería, con la subestación de Abanto Zierbena. Esta se encuentra a un par de kilómetros del perímetro de la compañía, junto al nuevo parque tecnológico que alberga el EIC (Energy Intelligence Center) que será nodo central de distribución y experimentación con hidrógeno verde.
Red Eléctrica ya ha está inmersa en las operaciones para ampliar esta subestación, vital porque alimenta otros proyectos de gran demanda como el centro de datos ADI en el que participa el Gobierno vasco.
Imagen del parque de Abanto Zierbena, donde está la subestación eléctrica y, al fondo, Petronor
Como parte de un esqueleto complejo, las ampliaciones deben ir interconectadas y Lakua ya ha abierto por ejemplo la fase de información pública de la mejora de la línea que va desde la subestación de Ortuella hasta la mencionada de Abanto Zierbena con un presupuesto de más de un millón de euros.
Ampliando el foco, el Gobierno central ha asegurado a Euskadi un 40% más de potencia global para este tipo de proyectos industriales, con especial atención a los nudos de Arrigorriaga y Mercedes en Vitoria, mejoras que apuntan a 2027. El hecho de que Red Eléctrica haya iniciado ya la ampliación en Abanto Zierbena es una garantía para el futuro electrolizador de Petronor.
Electrolizador de Repsol en Petronor de 2,5 MW, el más pequeño
Casi triplicar el consumo actual
Porque la nueva instalación apunta a un consumo de más de un millón de MWh (1.092.000 MWh, según se recoge en el informe que tramita el Gobierno vasco), lo que elevaría el total de consumo de la refinería a 1.723.793 MWh/año, un 173% más, casi el triple, del consumo medio actual de la refinería (un promedio de 631.793 MWh/año).
Ese flujo de energía, que debe ser renovable para cumplir con los requisitos europeos aparejados a las subvenciones, se canalizará a través de la mencionada línea que unirá la subestación de Abanto Zierbena con el electrolizador.
Subestación eléctrica de Abanto Zierbena
Este es uno de los puntos cruciales para el futuro de la economía del hidrógeno, su enorme gasto eléctrico, aunque la dificultad es, a su vez, una oportunidad.
Porque el hidrógeno es un vector energético precisamente por ser un posible almacén de ese flujo renovable, una forma en definitiva de evitar que toda esa energía se desperdicie y pueda usarse en el futuro. La idea es que su propio hidrógeno sirva a Petronor, de hecho, para cubrir parte de la demanda energética de la refinería.
Pese a todas las dudas que manifiestan las empresas en torno a la tecnología del hidrógeno, la apuesta política es seria como quedó patente con la presencia del lehendakari Imanol Pradales en la presentación del futuro hidroducto de Enagás, que dependerá en gran medida de lo que suministre Petronor.
El consejero Jauregi ha insistido en sus últimas comparecencias en que el hidrógeno verde debe ser palanca central de la descarbonización de la industria vasca.
