Xabier Sagredo explicó hace unos días que BBK ya era capaz de sostener su presupuesto sin ingresos de Kutxabank

Xabier Sagredo explicó hace unos días que BBK ya era capaz de sostener su presupuesto sin ingresos de Kutxabank

Empresas

Sagredo deja a medias su plan para llevar a BBK a los 3.000 millones de inversión en empresas

El relevo en la presidencia llega en pleno boom de compras de la fundación bancaria, que trabaja en nuevas operaciones para los próximos meses

BBK tiene 100 millones para operaciones en empresas este año

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Xabier Sagredo deja la presidencia de BBK tras anotarse un buen puñado de tantos en los últimos años, el más relevante en clave económica el haber colocado a la antigua caja de ahorros vizcaína como pilar maestro en la estrategia vasca de arraigo, que germina esta legislatura pero tiene su semilla en la parte final del mandato de Iñigo Urkullu.

Hace dos años y medio Sagredo convocó a los medios para anunciar que BBK había logrado antes de lo previsto depositar el colchón de 200 millones de euros exigido por las autoridades europeas para retener el control de Kutxabank bajo su condición de fundación bancaria, adquirida a finales de 2014 en plena reconversión del sector.

Aquel movimiento, más allá del respaldo económico de contar con esa reserva, permitía a Sagredo lucir gestión y lanzar un mensaje a los partidarios en su momento de buscar nuevos inversores para Kutxabank: mantener el banco en manos de las cajas había sido un acierto.

Mikel Jauregi, José Antonio Jainaga y Antón Arriola hablan con Pello Rodríguez Zabaleta, (i) y Emiliano López Atxurra.

Mikel Jauregi, José Antonio Jainaga y Antón Arriola hablan con Pello Rodríguez Zabaleta, (i) y Emiliano López Atxurra. EFE/Luis Tejido

Cartera y autonomía

Este mismo año ha habido dos comparecencias muy significativas en esa línea. En abril el presidente hizo un repaso detallado de la cartera de participadas de la fundación bancaria y anunció una vuelta de tuerca en la política de inversiones en empresas.

Y hace escasos días un nuevo hito: los 53 millones de presupuesto para obra social del año próximo se financiarán con recursos propios, sin dividendo del banco de Antón Arriola.

Seguramente el de Portugalete ya tenía claro para ese día que su futuro estaba fuera pero quiso rematar con ese anuncio el mensaje global de fortaleza tras más de diez años al frente de la entidad.

Xabier Sagredo junto a Antón Arriola

Xabier Sagredo junto a Antón Arriola

Más de 1.000 millones ya invertidos

Lo cierto es que Sagredo deja bastante encarrilado el futuro de BBK, el corazón del entramado financiero vasco, aunque poco ha podido avanzar en ese plan ambicioso para convertirse en socio de empresas estratégicas.

En abril la fundación contaba con 1.100 millones invertidos en empresas, sin contar con el valor de ese 57% que tiene de Kutxabank, y Sagredo anunció una meta de 2.800 millones en cartera industrial para 2035.

En este tiempo se ha terminado de completar la operación Talgo, que ya suponen 45 millones de inversión sin los que la entrada de José Jainaga en el fabricante de trenes no se hubiera llevado a cabo, además de conocerse una oferta por la parte IT de Ayesa en la que BBK pone otros 100 millones.

El propio Sagredo ha avanzado que se siguen estudiando un buen puñado de operaciones que podrían fraguar en 2026. 

Aparte queda el papel inversor de Indar, la sociedad de Kutxabank, así como las participaciones que mantiene el banco en grandes empresas de las que BBK es titular de forma indirecta.