Publicada

En cuanto se aproxima la Navidad, las ciudades se transforman. Las luces ya iluminan calles y plazas, los árboles decorados llenan de magia cada rincón, y los anuncios emblemáticos, como el de la Lotería de Navidad y el irresistible turrón Suchard, nos envuelven en un ambiente de nostalgia y expectación. En cada hogar, el espíritu festivo se enciende y se empiezan a planear esas reuniones que reúnen a toda la familia.

Con las fiestas a la vuelta de la esquina, las calles se llenan de movimiento. Los mercados y comercios de alimentación se convierten en epicentros del reencuentro: familias y amigos buscan y encargan productos de primera calidad para asegurarse de que cada plato sea un éxito en la mesa.

Desde mariscos hasta corderos, cada detalle cuenta. Pero el punto final de una gran cena, el postre, es lo que verdaderamente marca la diferencia y deja a todos con un dulce recuerdo.

Si hay algo que puede convertirse en un auténtico quebradero de cabeza, son los postres. Después de una gran comida, acertar con algo dulce y memorable puede ser el broche de oro de la velada.

El postre vasco ideal para estas Navidades

En Euskadi, hay un postre que destaca por su sencillez y tradición: la Intxaursaltsa. Este plato, cuyo nombre en euskera significa literalmente “salsa de nueces,” es una receta histórica que ha pasado de generación en generación, especialmente en los caseríos del País Vasco.

Intxaursalsa / © Age Fotostock

La Intxaursaltsa es un postre tradicional vasco que nació como una receta humilde pero reconfortante, perfecta para combatir el frío invierno. En sus orígenes, este plato se elaboraba con ingredientes básicos que estaban al alcance de cualquier hogar rural: nueces, leche y azúcar.

Aunque actualmente se ha sofisticado en algunas cocinas, conserva su esencia como símbolo de tradición y sencillez. La Intxaursaltsa era un plato típico de Nochebuena en muchos hogares vascos, y hoy se ha convertido en un emblema de la gastronomía navideña de la región.

¿Cómo se prepara la Intxaursaltsa?

La receta de la Intxaursaltsa es tan simple como deliciosa. Para elaborarla se necesitan nueces, leche, azúcar y, en algunas versiones, canela para darle un toque extra de aroma. Se comienza calentando la leche en una olla mientras se añaden las nueces y el azúcar, removiendo constantemente para evitar grumos.

La mezcla se cuece a fuego lento hasta alcanzar una textura cremosa y espesa, que recuerda a una especie de natilla con el sabor característico de las nueces. Finalmente, se sirve templada o fría, a menudo decorada con un poco de canela espolvoreada o algunas nueces enteras para resaltar su origen natural.

La Intxaursaltsa no solo es un postre delicioso, sino también un homenaje a la cocina de antaño. En la mesa, evoca recuerdos de hogares cálidos, noches en familia y una conexión profunda con la tierra y sus tradiciones. Es el postre perfecto para sorprender a tus invitados estas Navidades, ofreciéndoles algo diferente, pero cargado de historia y cariño.