Atención: el detalle en el que tienes que fijarte cuando compras langostinos en el supermercado

En una época navideña plagada de comidas y cenas, los mariscos y los pescados son imprescindibles. Estos nunca pueden faltar en las mesas a modo de entrantes (txangurro, buey de mar, tartaletas de txaka...) o a modo de platos principales (bacalao al pilpil, txipirones en su tinta, besugo al estilo Orio...). Muchos de estos varían cada año, pero los reyes de la mesa que siempre arrasan son los langostinos. 

Un elemento esencial de las celebraciones navideñas por su sabor y su conexión con la idea de lujo y abundancia. Y es que en estas fechas, las familias intentan crear un ambiente especial e inigualable. El marisco, por su exclusividad y precio, es ideal para ofrecer la mejor experiencia a los comensales. Desde las gambas, los percebes y los mejillones hasta las vieiras, el pulpo o el txangurro.

Asimismo, el marisco aporta un componente emocional, ya que muchas familias vascas asocian su olor a su infancia. Un símbolo de la Navidad que no puede faltar y que requiere dedicación, pues su elaboración requiere mucho mimo. Las regiones costeras hacen uso de las mejores técnicas tradicionales para prepararlo

El detalle en el que fijarse 

Un clásico en Navidad son los langostinos, por ello la cadena de supermercados de Eroski no ha dudado en ofertar los suyos. El supermercado tiene fama de ofrecer productos de calidad a buen precio, por lo que sus langostinos son muy demandados en estas fechas.

Así, Eroski Basic ofrece una caja de langostino crudo 35/42 de 700 gramos por 8 euros. El kilo tiene un precio de 11,41 €. Los comensales que se queden con ganas de más podrán adquirir una segunda unidad con una rebaja del 70%, por lo que la segunda unidad se quedará por 2,4 euros.

Es importante, a la hora de elegir unos langostinos de calidad, fijarse muy bien en algunos detalles. La empresa de importación, elaboración y distribución de pescados Compesca expone en su artículo ¿Cómo elegir los mejores langostinos? Que hay que tener varios factores en cuenta. 

Primero hay que valorar el tipo de langostino a adquirir, como el langostino tigre, el blanco, el rojo o el real, ya que estos varían en sabor, tamaño y origen. Después, es importante fijarse en la frescura del marisco, el factor más relevante cuando se eligen los langostinos. "Los langostinos frescos deben tener un olor suave y agradable a mar. Evita los langostinos que tengan un olor fuerte o desagradable, ya que esto puede indicar que no están frescos", apunta la empresa.

Para comprobar la frescura hay que considerar tres factores. Por una parte, el olor, puesto que los langostinos frescos huelen a mar y no a "amoníaco". Por otra parte, la apariencia, pues los mejores son los de un color "suave y uniforme". Hay que evitar aquellos con "manchas negras o decoloraciones". Por último, la textura tiene que ser "firme y elástica al tacto", es decir, la carne no debe estar blanda ni debe deshacerse. 

El tamaño cuando se eligen los langostinos es importante, además estos varían de precio y los grandes suelen tener un precio más elevado (pues cuentan con una carne más sabrosa o jugosa). Dependiendo la receta que se vaya a preparar para las cenas, el langostino pequeño es ideal para las ensaladas o los cócteles; mientras que el mediano es perfecto para las pastas, arroces o salteados; y el grande es ideal para hacer a la parrilla o para cuando el langostino sea el protagonista del plato. 

El origen es lo último a valorar a la hora de escoger este delicioso marisco, ya que este influye "en su sabor y calidad". Los langostinos "pueden ser de captura salvaje o de cultivo". Los primeros guardan un sabor "más intenso" y los de cultivo pueden ser "más consistentes en tamaño y calidad".