Ni el de Otaegui ni el de Dabiz Muñoz: este es el mejor roscón de Reyes de pastelería en San Sebastián
- Un dulce irresistible en pleno corazón de Gipuzkoa y que no deja de enamorar, cada año, a sus vecinos.
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Cuando nació el rosco de forma redonda, en torno al siglo II a.C., no iba relleno. Así lo asegura la empresa sevillana de comida Agua de Azahar Luca de Tena en su artículo ¡Tiempo de Roscón de Reyes! Este era tan solo un dulce que se preparaba de forma distinta: con higos, dátiles y miel.
Se empezó a consumir en las fiestas Saturnales del Imperio Romano, una celebración dedicada a Saturno para celebrar la llegada de los días soleados. Por ello preparaban una torta con varios objetos dentro, como las habas. Se popularizó la tradición de consumirlo en España de la mano de la Casa de los Borbones gracias a la celebración de la Epifanía del Señor: la revelación de Jesucristo a los Reyes de Oriente y su manifestación en el mundo.
El famoso roscón de Reyes, hoy día, nunca puede faltar en las mesas de toda España durante la época navideña. De crema pastelera, nata o trufa, da igual. Se adaptan a todos los paladares. Es un must durante la mañana después de la llegada de los Reyes Magos. Este dulce tradicional de sabor único y que lleva años alegrando los días de Reyes suele ir adornado de unas frutas confitadas o escarchadas.
El mejor roscón de Reyes de San Sebastián
Todos buscamos el mejor y, pese a que los roscones de supermercados como el del Lidl sean un acierto (ya que este año es el mejor roscón del país según la OCU), los de pastelería guardan un sabor inigualable. No tienen nada que envidiar a los de los grandes chefs. En San Sebastián, el mejor se encuentra en la pastelería Oiartzun, en la calle Ijentea número 2.
La Pastelería Oiartzun, única pastelería de Solete Repsol en la capital guipuzcoana y de las de toda la vida (1972), elabora un roscón de Reyes inigualable y, según expone el Diario Vasco en su artículo Roscón de Reyes, un regalo que nunca falta en la mesa, utiliza la "misma receta desde hace más de 50 años". Una joya artesanal esponjosa de cinco tamaños y con una masa "suave y fundente" de sabores cítricos y a partir de mantequilla, leche, huevos frescos, harina, azúcar, sal y una técnica que ellos conocen muy bien.
No es lo único que destaca de sus obras de arte, también lo hacen sus exquisitas frutas confitadas y sus almendras, así como las sorpresas que esconden. Lo que permite seguir disfrutando de la tradición de un buen roscón de Reyes y de la emoción que evocan estas deliciosas piezas.
Un dulce irresistible en pleno corazón de Gipuzkoa y que no deja de enamorar, cada año, a sus vecinos. Así, la pastelería Oiartzun se ha vuelto una de las mejores de la villa gracias al cariño que esconden sus productos y a su calidad. Cada detalle cuenta y los donostiarras lo saben muy bien.