Este martes el Consejo de Ministros aprobaba el anteproyecto de ley de Representación Paritaria de mujeres y hombres en órganos de decisión, una nueva normativa que acerca la representación igualitaria entre hombres y mujeres a los órganos más altos de las compañías y que fue anunciada por el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tan solo tres días antes. Esa paridad que propugna la ley es ya un hecho en la política vasca, pero no en las empresas.
La ley, aprobada en vísperas del 8-M, no solo afecta a altos cargos empresariales, también al ámbito político ya que con su llegada se fija una cuota de mujeres para órganos de gobierno y se establece que debe haber una presencia equilibrada de hombres y mujeres en cada órgano, fijando que cada uno de los géneros suponga al menos el 40% de los puestos. Así, la normativa afecta directamente al propio Consejo de Ministros, ya que, de esta forma, en el Ejecutivo nacional, al menos 13 de los 22 ministerios tendrían que estar dirigidos por el género más representado, mientras que en el caso de las vicepresidencias serían dos.
Esta nueva ley también pone el foco en la composición de las candidaturas electorales, o las comunmente denominadas 'listas cremalleras'. Si bien en este caso no se ha establecido un porcentaje fijo, sí que se ha anunciado que se deberá garantizar una composición paritaria, "integrándose las listas por personas de uno y otro sexo ordenados de forma alternativa", así como que esto se deberá aplicar a todos los procesos electorales: municipales, miembros de las Asambleas Legislativas de las Comunidades, diputados al Congreso y diputados al Parlamento europeo.
Candidatas a diputaciones forales y ayuntamientos de las tres capitales vascas./CV
Las mujeres, las grandes protagonistas de la próxima cita electoral
En el caso de Euskadi esta paridad en las candidaturas electorales es ya una realidad, ya que, como publicó semanas atrás Crónica Vasca, este año las mujeres serán las protagonistas indiscutibles de la cita con las urnas del 28-M. Se verifica así que la feminización de la política vasca ha llegado para quedarse. El protagonismo femenino será especial en las principales plazas en juego, que son las alcaldías de las tres grandes ciudades y las tres diputaciones. Así, de las 30 personas candidatas a una de estas instituciones, 19 serán mujeres, un 63,3% del total; en la cita anterior, en 2019, las mujeres supusieron el 50%.
Es en Bizkaia donde, a pesar de que no varía respecto a las últimas elecciones, se registra un mayor número de mujeres como cabeza de lista de los principales partidos políticos. El 80%, 8 de las 10 personas presentadas como candidatas, son mujeres, frente a únicamente dos hombres como candidatos a alcalde y diputado general. De esta manera, para las próximas elecciones forales de mayo se presentarán el mismo número de mujeres que en 2019: 4.
En Gipuzkoa, aunque solo hay cuatro mujeres entre las diez personas que son cabeza de lista de los principales partidos tanto para la Diputación como para el Ayuntamiento de su capital, por primera vez en la historia habrá tres candidatas para las elecciones forales. Estas serán Eider Mendoza, del PNV, Maddalen Iriarte, de EH Bildu, y Miren Echeveste, de Podemos; que se enfrentarán en las urnas a José Ignacio Asensio, del PSE, y a Mikel Lezama, del PP. Así, este año se presentarán dos mujeres más que en las elecciones anteriores, cuando solo se presentó una: María Valiente González, por Podemos.
Serán siete las mujeres que se presentan como candidatas en las elecciones forales y Ayuntamiento de Vitoria. Es decir, un 70% de los cabezas de lista en Álava son mujeres. A Diputado General del territorio se presentan dos mujeres, el mismo número que en 2019. Ese año fueron Maria Aranzazu Abecia, por Podemos, y Cristina Gonzalez, por el PSE. Esta última, ahora secretaria general del PSE-EE de Álava y también diputada foral de Fomento del Empleo, Comercio, Turismo y Administración Foral, repite este año; y junto a Eva López de Arroyabe serán las dos únicas mujeres que se presentan a esta batalla electoral. Como cabeza de lista del PNV se presenta, repitiendo, Ramiro González; también repite Iñaki Oyarzabal, por el PP, y por Podemos irá David Rodríguez.
Urkullu conversa con la portavoz del PSE-EE, Idoia Mendía, en una imagen de archivo/.EFE
Solo el 15,1% de empresas vascas cumplen con la nueva ley
Con la nueva ley aprobada por el Ejecutivo central se pretende que esta paridad llegue también a los altos cargos empresariales. Para ello, se fija que la dirección de cualquier empresa cotizada con más de 250 trabajadores y 50 millones de volumen de negocio anual tendrá que tener un 40% de mujeres. Además, estas deberán publicar un informe anual sobre igualdad de género en el consejo de administración para poder hacer un seguimiento. Obligaciones que están lejos de ser una realidad en Euskadi. O eso parece.
Y es que según los datos hechos públicos este lunes por la presidenta de la Asociación de Empresarias y Directivas de Bizkaia, Isabel Iturbe, en Euskadi el pasado año sólo el 15,1% de las grandes empresas vascas cumplían con ese porcentaje de mujeres en sus órganos de dirección. Dato muy lejano a lo que estipula la nueva ley pero que, eso sí, mejora el registrado un año antes, en 2021, cuando solo el 9,9% de las grandes empresas vascas llegaban a ese 40% de presencia de mujeres en sus consejos de administración.
En el caso de las empresas de 101 a 250 empleados, el porcentaje lo cumplía el 13% frente a un 10,5% de 2021 y en las de entre 50 y 100 trabajadores, el 16,3% de las compañías vascas contaban con un 40% o más mujeres en sus consejos de administración cuando en 2021 era el 11,8%.
Además, según estos mismos datos el pasado año solo el 14% de las empresas vascas tenía a un mujer como presidenta de sus consejos de administración, un punto más que en 2021. El 60% de la población universitaria es femenina, las mujeres solo representen el 23% de las matrículas en titulaciones técnicas y solo el 6% ocupa posiciones de mando. Además, el pasado año más del 70% de los permisos para el cuidado que se pidieron en Euskadi fueron solicitados por mujeres trabajadoras, "no porque solo ellas sepan cuidar sino porque la sociedad les ha asignado ese "rol que limita su desarrollo profesional".