Seguramente Jochen Eickholt no es el principal responsable de la salida de Bolsa de Siemens Gamesa y, menos aún, de los malos números de la empresa que están lastrando a la matriz alemana. Porque llegó a su cargo ahora hace un año, cuando el desastre ya estaba consumado. Pero lo cierto es que el alemán sí es la cara visible de la compañía hoy en día. Y, como tal, es también el rostro de un fracaso estrepitoso como el que vive la empresa.
Lo que está pasando con Siemens Gamesa resulta casi imposible de creer teniendo en cuenta el potencial de la compañía en un sector en auge como es el eólico. Pero la realidad es tozuda. Ahí está el próximo ajuste a la plantilla como mejor ejemplo. Ahora mismo Eickholt y su equipo tienen por delante el reto mayúsculo de virar el rumbo de una empresa que lo tenía todo. O eso parecía.