Sede de Siemens Gamesa en Zamudio./EFE

Sede de Siemens Gamesa en Zamudio./EFE

Empresas

Siemens Gamesa se despide de Bolsa tras 22 años cotizados

Lo hace días después de presentar los resultados de los últimos tres meses de 2022 en los que se reflejan pérdidas de 884 millones de euros

7 febrero, 2023 05:00

Este martes Siemens Gamesa materializaba su salida de Bolsa y dejaba de cotizar tras más de veinte años haciéndolo. Lo hacía tras haber presentado su solicitud de expulsión el pasado 25 de enero y después de que la misma fuese aprobada la pasada semana por el Comité Ejecutivo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Es la crónica de un 'agur' anunciado

La vasca Gamesa nacía en Vitoria en 1976 como una desarrolladora de nuevas tecnologías aplicadas a actividades emergentes. Ya con la sede social en Zamudio (Bizkaia), su crecimiento y expansión le permitió que menos de veinte años después la compañía se lanzase al mercado de las eólicas. Desde aquel año la empresa fue ganando visibilidad a nivel nacional e internacional, llegando a instalar más de 30.000 MW en 45 países. 

Así, la compañía empezaba a cotizar en bolsa el 31 de octubre del 2000 y se integraba en el Ibex 35 en abril de 2001. En abril de 2017, la alemana Siemens Wind Power y Gamesa se fusionaron y crean Siemens Gamesa Renewable Energy S.A. Una unión que permitió a la compañía vasca hacerse con el contrato de suministro de aerogeneradores del mayor parque eólico marino del mundo, en aguas inglesas.

Sede de Siemens Gamesa en Zamudio / EP

Sede de Siemens Gamesa en Zamudio / EP

El declive de Gamesa

Esta nueva alianza, que alcanzó más de 107GW instalados en 75 países, se convertía en un referente y líder global de la industria eólica; y aunque de cara a la galería todo parecía idílico, la realidad se alejaba de este escenario. La pérdida de rentabilidad en la eólica terrestre y los fallos en la puesta en marcha de la turbina 5.X, entre otras causas, propiciaron el declive de la filial de Zamudio.

Ni la puesta en marcha de nuevos planes, ni las reorganizaciones internas impideron que ya en mayo del año pasado, la compañía registrase unas cifras de pérdidas récord, que ya dejaban prever cuál iba a ser el destino de Siemens Gamesa. Tanto es así que ya en su momento, el CEO de la matriz alemana confesaba que el rendimiento de Gamesa estaba siendo, de nuevo, "decepcionante" y que este estaba suponiendo "mucho peso" para Siemens Energy.

Aerogenerador en el mar./ Siemens Gamesa

Aerogenerador en el mar./ Siemens Gamesa

OPA de exclusión

Sobre este contexto y tras semanas con rumores, el 21 de mayo del año pasado Siemens Energy decidía finalmente lanzar la OPA de exclusión sobre Gamesa para sacarla de Bolsa, con la intención de ahorrarse hasta 300 millones de euros con la integración.

Tras esta decisión, los movimientos internos han sido constantes derivando en que el pasado 13 de diciembre Gamesa cotizase por última vez en el Ibex, antes de abandonar el selectivo español por la OPA de exclusión de Siemens Energy. Tan solo cuatro días después, Siemens Energy hacía públicos los datos de aceptación de la OPA sobre Gamesa. En los que se reflejaba una tasa de aceptación del 77,88%, por la que la hasta ahora matriz de la eólica de Zamudio pasaba a controlar el 92,72% de la empresa. 

El pasado 25 de enero la junta extraordinaria de accionistas de Gamesa daba el visto bueno a la exclusión de Bolsa de la compañía, con un respaldo del 98,43% de los votos. Lo hacía, además, introduciendo un nuevo cambio, pasando de diez consejeros a únicamente tres, Jochen Eickholt, Christian Bruch y Anton Steiger. Y así, finalmente este martes la histórica filial de Zamudio, sumida en una espiral de pérdidas que suman hasta 884 millones de euros en los últimos tres meses de 2022, más del doble que en el mismo periodo de 2021, cotizaba este martes por última vez en Bolsa.

Ese mismo día, como colofón, trascendía que Siemens Energy sufrió en el primer trimestre de su actual ejercicio una pérdida neta atribuida de 473 millones de euros, un 261 % más que un año antes, debido, claro está, a los problemas de Siemens Gamesa. El agujero parece no tener fondo.