El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el pleno de investidura / Daniel González - EFE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el pleno de investidura / Daniel González - EFE

Opinión

Carta a los Reyes Magos

27 noviembre, 2023 05:00

Ya ha arrancado la nueva legislatura. Después de muchas vicisitudes y de una pérdida de tiempo precioso, sobre todo en lo que a la economía respecta, tenemos Presidente y Gobierno que le acompañe.

Los nuevos equipos, las nuevas iniciativas, los nuevos organigramas, suelen venir acompañados de nuevos propósitos, y de objetivos loables, que en algunos casos son hasta alcanzables. El nuevo Gobierno que ya ha desplegado su plan de intenciones aunque eso sí, de una forma muy somera, tiene por delante retos de enjundia tanto desde el punto de vista político, como evidentemente, en materia económica.

Desde el punto de vista político son numerosos los frentes abiertos. Sánchez ha conseguido ser investido Presidente con el beneplácito de nada menos que siete grupos políticos, algo tan encomiable para algunos, como criticable para otros.

Con todas y cada una de esas formaciones, ha cerrado una serie de contraprestaciones que ahora tiene que respetar, porque todos han "avisado" de que estarán muy atentos al cumplimiento de los acuerdos alcanzados, y además publicados. Así que respecto a los socios de Gobierno, está claro no sólo que le van a mirar con lupa sino que se lo van a recordar cada vez que necesite aprobar una iniciativa.

Por si esto fuera poco, los cinco diputados de Podemos integrados en Sumar, ya han dado muestras de malestar más que notable, por lo que fácilmente pueden convertirse en eso que ha dado en llamarse "fuego amigo", bastante más peligroso y letal que el del enemigo. En el otro lado, la oposición, el enemigo declarado, siguiendo con la comparación bélica. No se lo van a poner nada fácil al nuevo Ejecutivo y no lo ocultan, más bien al contrario, anuncian y ponen en marcha todo aquello que consideran de interés para terminar más antes que después con la recién estrenada legislatura.

Mientras se mantengan las ayudas pueden servir de muro de contención, pero es evidente que no pueden durar para siempre

Y nos falta el componente económico, ese que concentra la mayor parte de las declaraciones de intenciones de un buen número de ministerios e incluso del propio Presidente. Ya se vienen anunciando medidas de alcance y absolutamente populares como el mantenimiento de la gratuidad del transporte público para algunos colectivos, el IVA reducido para los alimentos, ampliar los cheques por maternidad, subida del  salario mínimo interprofesional…y una buena retahíla de medidas que quedan de maravilla cuando se cuentan, y que son una prueba fehaciente de que el papel lo aguanta todo.

Cierto es que tenemos la inflación que ha llegado a estar disparada, por debajo de los países del entorno, pero no menos cierto es que tenemos a la economía dopada precisamente, para paliar el efecto devastador de la subida de precios. Mientras se mantengan los descuentos y las ayudas, ejercerán como muro de contención, pero es evidente que no pueden durar para siempre, entre otras cosas porque no nos podemos permitir pagarlas. Y si la hemorragia de la inflación la hemos frenado con ayudas, mucho más complicado es encontrar la tirita que resuelva el problema cada vez más grande de la deuda pública. Estamos hipotecados hasta los dientes.

Europa ya está presionando para reducir el déficit en 11.000 millones de euros y demanda que se vayan limitando las ayudas

En este punto Europa ya nos está presionando y nos ha pedido que reduzcamos el déficit la friolera de 11.000 millones euros para el próximo año. Sí, ha leído bien, 11.000 millones de euros. Y Europa está demandando también que se vayan limitando las ayudas para paliar el efecto inflacionista.

La ingeniería financiera puede ser creativa pero al final los números son los números y como suele decirse, de dónde no hay, no se puede sacar. Y mucho me temo que el recurso para ayudar a cuadrar las cifras volverán a ser las empresas, que por cierto ya tienen callo de tener que pagar la ronda, cuando los que invitan ejercen posiciones de responsabilidad política.

El Gobierno se va a volver a encontrar además con otro frente, las empresas a las que por segundo año consecutivo les van a pedir un impuesto especial, energéticas y entidades financieras, así como a las grandes fortunas. Volverán a denunciar y recurrir un impuesto que incluso siendo admitido tampoco cubre el gasto que se pretende. Así que el papel lo aguanto todo y en épocas cercanas a la Navidad aún más, pero en este caso no valdrá con la carta a los Reyes Magos, habrá que escribir también a Papá Noel y al Olentzero.