¿Y si deshacemos nuestro sistema educativo?

Días después de que el informe Pisa concluyera que nuestro sistema educativo va de mal en peor, los profesores de los centros concertados vascos convocaban una huelga para reclamar, entre otras cosas, "el mantenimiento de los puestos de trabajo ante la caída de la natalidad". Algo que sería impensable en cualquier empresa, que nos garanticen el empleo incluso si nuestros clientes se evaporan, parece algo natural para los maixus y andereños en paro.

Se ha especulado con todo tipo de motivaciones para el descenso en el informe Pisa, que resulta bastante creíble por la independencia de la organización que lo elabora, la OCDE. No hay que olvidar que hemos batido records por lo bajo y que Euskadi, la comunidad en la que más se gasta en educación en todo el Estado, no ocupa precisamente las primeras posiciones. Somos los que más hemos bajado en matemáticas y especialmente en comprensión lectora (31 puntos menos) y solo resistimos en ciencias, donde somos en cualquier caso los undécimos a nivel español. Basta recordar que la Madrid de Ayuso invierte la mitad que Euskadi en educación, pero sus resultados son mejores. ¡De vergüenza!

Se ha hablado de dos excusas singulares: el constante aumento del número de hijos de inmigrantes escolarizados en nuestros centros y la mezcla de idiomas en las comunidades con lenguas propias (...) No tiene pies ni cabeza

Se habla del Covid, que al encerrar a los alumnos en sus casas ordenador mediante ha podido apalancar su formación. Pero esto no explica por qué en Corea y Japón, donde más sufrieron estos encierros, el informe Pisa no registra cambios. También se especula con la mala influencia que el móvil y otras pantallas pueden tener en los últimos años sobre los estudiantes vascos de 15 años, que son los analiza la OCDE. De ahí que en los últimos días hayamos escuchado reclamaciones prohibicionistas, como si en el este asiático no hubiera terminales de Samsung. A nuestras autoridades siempre les ha encantado mirar para otro lado.

Acercándonos más a casa, se han encontrado dos excusas más singulares: el constante aumento del número de hijos de inmigrantes escolarizados en nuestros centros, supuestamente menos preparados que los niños autóctonos, y la mezcla de idiomas en las comunidades con lenguas propias. Poco hay que decir de estas reacciones contra la multiculturalidad, que como mucho podrían afectar a los resultados en comprensión lectora. En cualquier caso, la euskaldunización de la educación vasca es anterior a la propia realización de los informes Pisa, así que es un argumento que no tiene ni pies ni cabeza.

Hoy prácticamente nadie suspende, el profesor cada día exige menos y hasta es posible que los propios maixus y andereños cada día sean peores profesionales

Entonces, ¿qué está ocurriendo? Simple y llanamente, que el sistema no funciona y hay que cambiarlo. Lo hemos estandarizado tanto y hemos buscado la hiper-protección del alumno de tal manera que lo hemos hecho ideal para el peor, rebajando la media. Hoy prácticamente nadie suspende, el profesor cada día exige menos y hasta es posible que los propios maixus y andereños cada día sean peores profesionales. Recordemos que Pisa analiza los resultados de los alumnos y proporciona algunas claves para conocer qué ocurre, pero no entra en las causas. Esa es nuestra labor. Pero somos tan buenos y tan bonitos que aquí ningún responsable institucional va a reconocer ni el fracaso ni mucho menos sus causas.

Hay claves que podemos encontrar localmente, aunque son datos que no se suelen hacer públicos. Por ejemplo, que la educación pública vasca necesita más del doble de recursos por alumno que la concertada. Otro tema del que no se suele hablar: en Euskadi no hay a día de hoy ningún centro que aplique al 100% la metodología Montessori, esa a la que suelen recurrir los padres con más recursos por su capacidad para adaptar el ritmo de escolarización a los intereses y habilidades de cada alumno. Si funciona tan bien que los fundadores de Google o Amazon o Gabriel García Márquez han pasado por un tipo de colegio que muchos descalifican como elitista, algo bueno debe tener. A lo mejor hay que pensar en deshacer lo que tenemos y copiar lo bueno de los Montessori.