Huelga de agricultores Vitoria / CV

Opinión

El poder de los tractores

12 febrero, 2024 05:00

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“Te quejas más que un agricultor” es una frase hecha que aplicamos para poner de manifiesto que alguien se lamenta por todo: si hace calor porque hace calor, si truena porque truena, si sale el sol porque brilla mucho... No sé si se quejan sistemáticamente del tiempo, pero lo que si me consta es que motivos para protestar y para salir a la calle, tienen de sobra.

Los tenemos a todos en pie de guerra en un movimiento que empezó en Francia y que nos ha pasado una buena factura por estos lares, viendo como la carga de los camiones quedaba esparcida en las carreteras francesas, e incluso como alguna política cuestionaba la calidad de nuestros tomates bio.

Parte de las reivindicaciones de los galos no han tardado en llegar aquí, puesto que muchos de los problemas son comunes. La Unión Europea les está imponiendo unas exigencias medioambientales y sanitarias que están de maravilla para los usuarios, pero que han encarecido los productos y además han hecho que se incremente la burocracia para un sector al que lo que no le sobra precisamente es tiempo.  En paralelo, la misma Unión Europea que les traslada esas exigencias, está permitiendo que países de fuera de la UE introduzcan en ella sus productos sin cumplir las garantías que aquí son inexcusables, incurriendo así en una clara competencia desleal.

Se quejan también y con razón, del incremento de los costes: transporte, energía, materiales…Están viendo como sus beneficios merman hasta el punto de ser prácticamente inexistes, mientras que el consumidor está pagando más.  De hecho, en el caso de algunos productos, el incremento de coste del campo a la mesa supera el 600%. El 600%.  Se dice pronto.

Lo que estamos pagando los consumidores finales desde que la cesta de la compra se ha encarecido, hasta el punto de que para muchos se ha hecho inaccesible, además de ser escandaloso, no llega a los agricultores, y esto desde luego requiere la intervención de la Administración, para que se determine quién está ganando dinero. Lo intuimos, pero hay que trabajar con datos fehacientes y poner coto a estos procedimientos.

Por si fuera poco, el cambio climático, ese que para algunos no existe, conlleva sequía, lo cual está haciendo que las cosechas se vean diezmadas y cada vez más afectadas. Si sumamos todas estas cosas, estamos ante la tormenta perfecta para el sector primario.

No podemos olvidar tampoco que si en general el relevo generacional para determinadas actividades es complejo, en el sector primario todavía lo es más. No son muchas las vocaciones para trabajar en un sector donde las horas pueden ser todas las del día, mientras van pasando las diferentes estaciones. Si además los resultados son exiguos o inexistentes desde el punto de vista económico, el negocio puede tildarse de todo, menos atractivo. Y aquí enlazamos con otro problema muy serio y es la despoblación de las zonas rurales, eso que en el conjunto de España llamamos la España vaciada. Difícilmente habrá interés en dedicarse a la agricultura y a la ganadería si son más las pegas y los sinsabores que las ventajas. No hay vocación por muy grande que sea, que lo resista.

En paralelo nosotros, el común de los mortales estamos viendo y viviendo la capacidad movilizadora que tiene el sector, y somos más conscientes de la importancia que tiene para todos. Tanta que si los agricultores se plantan, los demás no comemos. Así de crudo y así de sencillo.

La agricultura y quienes la hacen posible son un sector esencial, uno de esos que no tienen que parar ni siquiera en pandemia, y como sector esencial, hay que protegerlo y cuidarlo.

Tienen razón cuando protestan, aunque nos incomode que lo hagan, porque nos impide circular con tranquilidad por ciudades y carreteras. Hacen bien en visibilizar sus problemas que no son de hoy, sino que llevan anclados desde hace mucho tiempo y que lejos de arreglarse se van haciendo mayores.

Y hacen especialmente bien en pedir a los políticos, a todos los políticos, pero especialmente a la extrema derecha, porque ya lo hizo, que no capitalicen sus protestas.

Han tenido que rugir los tractores para demostrar su poder y su capacidad. Esperemos que el ruido no nos deje sordos.