El pasado lunes publicábamos la nueva oleada del Barómetro de Euskadi, la encuesta que Electomanía realiza para Crónica Vasca, con resultado de empate entre PNV y Bildu ante las elecciones vascas del 21 de abril. El pasado jueves el sondeo de EITB apuntaba también a un empate entre los dos partidos nacionalistas. Y el promedio de todas las encuestas publicadas que damos a conocer este domingo dibuja igualmente un empate.
Se trata, por tanto, de un empate técnico que se decidirá seguramente con un escaño que está bailando en Álava entre ambos partidos. Así las cosas, estamos ante unas elecciones muy apretadas, más que nunca, como venimos contando en este diario. En esta cita con las urnas por primera vez la izquierda abertzale puede ganar. Y la pregunta es obvia: ¿por qué EH Bildu está a punto de ganar los comicios vascos?
Hay varios motivos, claro. Podemos hablar del factor Urkullu, que no será el candidato del PNV pese a ser el político mejor valorado y que ha logrado enormes éxitos en las urnas en los años precedentes. También es obvio el desgaste del PNV en cuanto a su gestión de los servicios públicos, sobre todo en lo referente a Osakidetza -servicio vasco de salud- pero también en torno a la educación.
A los peneuvistas también les hace mucho daño esa visión de partido clientelar que siempre se vende, con el ejemplo recurrente del caso De Miguel, un gravísimo escándalo de corrupción que fue sentenciado no hace tanto tiempo.
La sociedad vasca parece cada vez más amnésica o desmemoriada respecto a ETA. Nadie o casi nadie en la política de Euskadi parece capaz de conseguir que se hable del pasado de una parte de Bildu. No se lleva hablar en esos términos. Hacer memoria y deslegitimar el terrorismo es un tema que simplemente no vende
Otro motivo es que a muchos padres del PNV sus hijos les han salido de Bildu. O, dicho de otro modo, es muy relevante cómo el voto joven del nacionalismo será decisivo por cómo se está yendo a la coalición abertzale. Una coalición que además se aprovecha del hundimiento que pronostican todas las encuestas para Podemos y Sumar, es decir el espacio político a la izquierda del PSE.
A eso hay que sumar el cambio de estrategia de Bildu en los últimos cuatro años: se presenta como partido más institucional, capaz de llegar a acuerdos con diferentes, con un giro a la izquierda que consiste en evitar el discurso independentista más rupturista y centrarse en los mensajes sociales y/o progresistas que le hacen crecer por esa parte del tablero.
Por último, la sociedad vasca parece cada vez más amnésica o desmemoriada respecto a ETA. Nadie o casi nadie en la política de Euskadi parece capaz de conseguir que se hable del pasado de una parte de Bildu. No se lleva hablar en esos términos. Hacer memoria y deslegitimar el terrorismo es un tema que simplemente no vende desde el punto de vista electoral.
En suma, por todos esos motivos el viento sopla a favor para Bildu y, por ello, puede ganar las elecciones del 21 de abril.
Muchos creemos que el partido jeltzale sigue siendo hegemónico en Euskadi, pero tiene a su electorado muy desmovilizado, como se demostró en la citas electorales del año pasado (municipales y forales, primero, y generales, después)
El PNV aún puede evitar la victoria de Bildu. Muchos creemos que el partido jeltzale sigue siendo hegemónico en Euskadi, pero tiene a su electorado muy desmovilizado, como se demostró en la citas electorales del año pasado (municipales y forales, primero, y generales, después).
Si el PNV consigue volver a ilusionar, movilizar a sus seguidores y remover las conciencias tanto en los 'batzokis' como fuera de ellos acerca de que es posible una derrota por primera vez en muchos años, tal vez pueda ganar las elecciones del 21 de abril.
En este sentido resulta llamativo cuanto menos que esta semana el PNV recurriera al exlehendakari Juan José Ibarretxe para realizar un acto junto a su candidato, Imanol Pradales... Tan sintomático como la propuesta jeltzale para expulsar a los okupas en 48 horas o como el intento continuo por afear a Bildu su pasado.
Parece claro, en todo caso, que en estas elecciones alguien ganará por la mínima y la llave de Ajuria Enea estará en manos del PSE. Los dos partidos nacionalistas tendrán que convencer a los socialistas. Pero de todo eso ya hablaremos después de votar...
Antes, aquí, en Crónica Vasca, queremos conversar sobre todo de propuestas, como acabamos de demostrar al lanzar nuestro foro con los principales partidos para que sus representantes nos cuenten cómo quieren cambiar, mejorar o apuntalar la economía en Euskadi.