Ciudades misión

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Opinión

Ciudades misión

17 julio, 2024 05:00

Estamos a punto de cumplir los 55 años de la llegada del hombre a la Luna. Un 20 de julio de 1969, el Apolo XI alunizaba en el satélite de la Tierra y un día después dos astronautas, Amstrong y Aldrin, se convertían en los primeros hombres en poner un pie en la Luna. Este enorme avance para la humanidad comenzó a gestarse sólo unos años antes gracias a una meta establecida por el propio presidente Kennedy y que, en aquel entonces, parecía un imposible: lograr un alunizaje tripulado y conseguir que la nave volviera a nuestro planeta. Esta increíble misión es el origen de lo que se conoce como el pensamiento moonshot, que consiste en elegir un problema enorme, aparentemente insuperable, y proponer una solución radical utilizando una tecnología disruptiva.

La Unión Europea se ha inspirado en este proyecto para lanzar otra misión de enorme envergadura pero que, al igual que en el caso del Apolo XI, esperamos que sea una realidad en poco tiempo: conseguir ciudades climáticamente neutras para combatir el cambio climático. La filosofía es clara, sino nos ponemos metas ambiciosas resultará imposible lograrlas. En esta iniciativa son 100 las ciudades europeas elegidas por Bruselas para ser “el faro” del resto y conseguir este objetivo de emisiones neutras para 2030 y entre esas 100 hay una vasca, nuestra capital Vitoria-Gasteiz, y seis más españolas (Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Valladolid y Sevilla). Todo un reto que está obligando a estos municipios a desplegar una gran batería de iniciativas y, especialmente, a involucrar a toda la población y su tejido productivo. De hecho, el pasado mes de junio, Vitoria-Gasteiz presentó las primeras adhesiones a su acuerdo climático entre las que se encontraban importantes instituciones y empresas de la ciudad como la UPV-EHU, el Parque Tecnológico de Álava, Tecnalia, la Fundación Mobility Lab y el Grupo Alavés-Baskonia. 

Las ciudades más avanzadas lo tienen claro desde hace mucho tiempo y se están transformando devolviendo las calles a las personas

A poco más de 5 años para alcanzar la fecha tope, esta misión se ve casi inalcanzable pero nos resistimos a decir que imposible. Es una cuestión de trabajo y responsabilidad compartida, de compromiso político y, sobre todo, de implicación de toda la sociedad porque si conseguimos ciudades si emisiones de gases efecto invernadero estaremos comenzando a ganar la batalla del cambio climático. No olvidemos que más del 70% de la población europea vive en estas urbes y, aunque en el resto del planeta este porcentaje es algo inferior, crece de manera exponencial cada año. ¿Qué aspectos son esenciales para eliminar drásticamente las emisiones en las ciudades? Son muchos pero, probablemente, uno de los más importantes es la reducción de emisiones del transporte, es decir, lograr una movilidad sostenible en nuestras calles. Este es uno de los objetivos de las esperadas por unos y temidas por otros, Zonas de Bajas Emisiones (ZBE): eliminar los vehículos contaminantes del área urbana. Bilbao acaba de lanzar la primera de Euskadi sin demasiados contratiempos y espero que este magnífico ejemplo anime a las demás ciudades vascas a hacerlo este mismo año. Lejos de la imagen que le han querido dar algunos de medida restrictiva y de prohibición, las ZBE son zonas abiertas a las personas, a una mejor salud urbana, al mejor uso y mayor democratización del espacio público y, sobre todo, a una mayor eficiencia en nuestros municipios. Medidas que van también directamente ligadas con la reducción de emisiones son el futuro metro de San Sebastián, cuyas obras avanzan a buen ritmo, o el BEI, el sistema BRT eléctrico de la línea periférica de la capital alavesa que, a pesar de algunas críticas iniciales, ha demostrado su valor con cifras récord de pasajeros desde su implantación.

El coche no puede ser el único y principal actor en nuestra calles ocupando, en algunos casos, más del 70% del espacio público. Las ciudades más avanzadas lo tienen claro desde hace mucho tiempo y se están transformando devolviendo las calles a las personas. Un caso paradigmático en los últimos años ha sido París, que no sólo ha eliminado el tráfico privado de ejes centrales de la ciudad, sino que también ha aprovechado este cambio para introducir otro de los elementos fundamentales para acabar con las emisiones en las ciudades: la infraestructura verde.

Las 0 emisiones pasan también por otros aspectos que a veces no son tan evidentes para la ciudadanía, como una gestión sostenible de nuestros residuos o la implementación de una economía más circular

Las ciudades climáticamente neutras pasan también por una transición energética, cambiando el tipo de energía que usamos en nuestras viviendas, oficinas o empresas pero, además, y en primer lugar siendo más eficientes en el uso de esa energía. Tenemos un parque de viviendas muy obsoleto y es primordial acelerar un proceso de rehabilitación integral de estos edificios para evitar un despilfarro de energía que no nos lo podemos permitir, ni medioambiental ni económicamente. Evidentemente, también hay que incrementar exponencialmente la producción de renovables y hacerlo de una manera inteligente, aprovechando también espacios urbanos infrautilizados como las cubiertas de muchas empresas o construcciones urbanas. Las 0 emisiones pasan también por otros aspectos que a veces no son tan evidentes para la ciudadanía, como una gestión sostenible de nuestros residuos o la implementación de una economía más circular.

No sé si Vitoria-Gasteiz y el resto de las 99 ciudades europeas van a llegar a 2030 siendo climáticamente neutras, es un reto tremendamente complicado en tan poco tiempo, lo que si sé es que sino nos ponemos estos retos y trabajamos de manera conjunta para lograrlos nunca los vamos a alcanzar. Depende de todos nosotros porque en este moonshot hay una enorme oportunidad para todo el tejido productivo vasco de adaptación e incremento de su competitividad a nivel mundial. Hagamos esta misión posible y empecemos por darla a conocer al mayor número posible de personas. Espero que este artículo ayude un poco en este sentido. Así podremos dar la vuelta a aquella famosa frase y decir, “Houston, tenemos una solución”.