Hay que celebrar la sintonía que parecen tener los gobiernos vasco y central cuando vivimos en una etapa de tantísima inestabilidad política a nivel nacional. Un año después de aquellas elecciones generales del 23-J de 2023, el Gobierno apenas puede aprobar leyes en el Congreso, abundan los procesos judiciales que dificultan todo, no acaban los problemas derivados de la Ley de Amnistía... Y, sin embargo, en Euskadi parece que poco a poco las cosas avanzan.
Avanza el Gobierno del PNV y PSE, que de momento parece ir por la buena senda al ofrecer acuerdos en diferentes materias. En ese contexto, la visita del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, para reunirse con el lehendakari, Imanol Pradales, en el Palacio de Ajuria Enea es una buena noticia que lleva aparejada, además, la celebración de otros encuentros bilaterales entre ambos gobiernos. Encuentros, todos ellos, que allanan el camino para que el Estatuto de Gernika se cumpla íntegramente 45 años después.
Esa sintonía es una buena noticia para Euskadi. La comunidad tiene que avanzar. Hay muchas cosas por hacer en esta legislatura que acaba de empezar. Para ello es positivo que haya sintonía entre los partidos y no tanto ruido y tanta inestabilidad como la que vemos a diario en la política nacional.
La visita de Sánchez a Pradales es llamativa porque lo habitual es que los presidentes autonómicos vayan al Palacio de la Moncloa para ver al presidente del Gobierno. Este gesto parece demostrar que existe una relación del Ejecutivo central con Pradales mejor de la que existía con el anterior lehendakari, Iñigo Urkullu. No se puede olvidar que en los últimos años las relaciones eran frías. Urkullu desconfiaba bastante de Sánchez. No se veía una hermosa amistad entre ambos.
Esta semana, por cierto, hemos sabido que Urkullu liderará una fundación patrocinada por empresarios y gentes del mundo universitario que se dedicará a la promoción de valores democráticos y europeístas. Es decir que se ha buscado o le han buscado un acomodo. Esto, de paso, demuestra que el lehendakari saliente estaba en plena forma y podría haber seguido en su cargo, que quizás era lo que él quería.
Habrá que ver a qué se va a dedicar esa fundación, si va a recibir fondos públicos, etcétera. Aquí lógicamente lo fiscalizaremos.
Volviendo a lo que nos ocupa, los gobiernos central y vasco se reúnen, con visita de Sánchez incluida, para preparar el terreno para culminar el Estatuto de Gernika y, de paso, para allanar el camino a la actualización del autogobierno con un nuevo Estatuto. Veremos, contaremos y analizaremos todo lo que vaya ocurriendo, pero en principio parecen buenas noticias para Euskadi.