Imagen de archivo - Industria vasca.

Imagen de archivo - Industria vasca. EFE

Opinión

La industria sí importa

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Sorprende y agrada a partes iguales que de un tiempo a esta parte, a la defensa de nuestro tejido industrial se hayan ido sumando cada vez más voces, que antes no se pronunciaban, porque pone de manifiesto, que quienes venimos defendiendo desde siempre al sector, al menos algo de razón parece que teníamos. De hecho, la tenemos ahora, y la teníamos cuando clamábamos en el desierto reivindicando la necesidad de cuidar, incluso más que cuidar, de mimar a nuestro tejido empresarial, particularmente al industrial. Recibíamos, todavía eso ocurre, respuestas en las que se nos recuerda que bastantes “privilegios” tienen ya algunas empresas, para lo que luego devuelven a la sociedad.

Algo parece que está cambiando aunque de forma muy lenta, pero es cierto, que cada vez se visualiza más y mejor, la importancia que las empresas industriales, tractoras de nuestra economía, tienen.

Este mayor apoyo, está teniendo lugar en un momento crítico para la industria en general, y para la vasca en particular. Euskadi se ha definido siempre como una comunidad industrial, con empresas abiertas al mundo. Sin embargo, el empuje de la industria va siendo menos acusado de un tiempo a esta parte. Un estudio hecho público recientemente por EITB Data sobre el peso de la industria en la Comunidad Autónoma Vasca, pone negro sobre blanco, la temperatura de las empresas del sector, con datos muy relevantes. En el 2007 el peso en el PIB de la industria en Euskadi, era del 28,7% hoy es del 23,9%. Hemos perdido casi 5 puntos. Esos 5 puntos traducidos económicamente son cientos de millones de euros.

La inercia de una industria pujante y tractora ha ido cayendo de forma paulatina y alarmante. Hemos perdido muchísimo y la tendencia es desgraciadamente, de caída y no de recuperación.

A pesar de todo y de acuerdo con los datos del citado estudio, de cada 100 euros que se generan en Euskadi 24 corresponden a la industria, un ratio mucho mejor que el de la media estatal que se queda en 16 euros de cada 100. Pero no cantemos victoria porque como decíamos, nosotros hemos sido y somos netamente industriales, y la caída nos penaliza más que a quienes tienen más diversificada su economía.

De cada 5 empleos que hay en el País Vasco, 1 es industrial y eso, hasta superar las 211.000 personas que aquí trabajan en la industria.

Esos empleos como sabemos, son de calidad, puesto que las condiciones de trabajo en las empresas industriales, reguladas en cada caso, por el convenio colectivo correspondiente, además de estar por encima de la media, si comparamos con otros sectores, son buenas y en algunos casos excelentes.

Para lo bueno, y para lo malo los datos hablan solos. Tenemos una industria solvente pero que va perdiendo enteros a media que pasa el tiempo, y esos enteros se traducen en perdida de oportunidades, en empleo, en riqueza y en bienestar. A pesar de todo nuestra industria sigue siendo emblemática en muchos aspectos. Hay que proteger lo que nos queda porque si no lo hacemos y seguimos cayendo, será muy difícil, por no decir imposible recuperarnos.

Seguramente estamos ante un modelo industrial obsoleto y en el que debemos trabajar, buscando los mejores ejemplos que haya en el mercado. Tenemos que ser conscientes de que Europa se está quedando atrás en materia industria, y que hay países como es el caso de China, que vienen pisando fuerte. Tan fuerte que si se lo proponen, pueden sacarnos de la ecuación.

Aprovechemos la ventaja que nos da el recorrido que las empresas industriales vienen haciendo desde hace décadas con resultados magníficos. Procurémosles un ecosistema idóneo para seguir siendo pioneros, innovadores, competitivos y atractivos. Ese marco pasa entre otras cosas, por ofrecerles seguridad jurídica y condiciones iguales o mejores a las que ofertan los vecinos más o menos cercanos.

Hay que ponérselo difícil a los que ya están para que se vayan, y muy fácil a los que quieren invertir y no saben dónde, para que nos escojan. Eso no significa que hay que regalar algo, eso supone tener armas y estrategias suficientes para atraer, retener y fidelizar.

5 puntos de merma desde el 2007 son muchos puntos. Si ya no podemos minimizar ese dramático impacto, al menos que frenemos la caída. Ganaremos todos.