Personal de Salvamento Marítimo atiende a migrantes rescatados en Canarias. EFE/Adriel Perdomo/Archivo

Personal de Salvamento Marítimo atiende a migrantes rescatados en Canarias. EFE/Adriel Perdomo/Archivo

Opinión

Edwin: te necesitamos

No solamente hay que acoger a los menores, además hay que procurarles las mejores condiciones posibles

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Semana especialmente convulsa en lo que a temas de inmigración se refiere. El caldo de cultivo que se viene generando respecto a este asunto en los últimos meses, es nocivo y peligroso.

Somos plenamente conscientes de que en general en el mundo, y particularmente en Europa, la extrema derecha y los planteamientos que defienden se están extendiendo como un mancha de aceite que cada vez ocupa más espacio. Sin ningún lugar a dudas y desde el respeto que a estas formaciones políticas les conceden los votos, el fenómeno es como para analizarlo con minuciosidad y sacar conclusiones.

La semana que ya dejamos atrás, ha estado especialmente revuelta sobre las cuestiones migratorias concretamente por dos situaciones que se han producido en un plazo inferior a las 24 horas. Por un lado, el acuerdo de Mazón con Vox para sacar adelante los presupuestos en la Comunidad Valenciana, y por otro, el beneplácito de Junts al Gobierno de Sánchez, para posibilitar el reparto de los menores que se encuentran desde hace meses en Canarias, entre las diferentes comunidades.

Dos caras de la misma moneda. Y ambas caras con aristas cada vez más pronunciadas.

“En Valencia no entra ni un mena más”. Tremendo

Lo de Mazón es digno de analizarse. Cuestionado por propios y ajenos, claramente amortizado para los suyos, que parecen esperar el momento adecuado para decirle adiós, busca a través de esta pirueta salvar los presupuestos de la “reconstrucción” y de paso, seguramente, salvarse a él mismo.

Su decisión vuelve a abrir la vía a que otras comunidades del PP retomen el pacto con Vox para conseguir mayorías. Las explicaciones para el acuerdo, infumables y el coste brutal: asumir los postulados de VOX en temas cruciales como el medioambiente y por supuesto en inmigración con sentencias como “en Valencia no entra ni un mena más”. Tremendo.

En paralelo, y seguramente mientras Mazón nos ponía al día de su buen rollo con los de la ultraderecha, el PSOE y Junts cerraban el acuerdo para que los de Puigdemont aprueben el reparto de menores por comunidades. Aquí a la frialdad de los número, máxime cuando estamos hablando de niños, hay que añadir la controversia política que se ha generado con un asunto del que no nos olvidemos Canarias lleva asumiendo sin que nadie les resuelva un problema de máxima complejidad desde hace muchos meses.

Es una obligación y no sólo una cuestión moral y humanitaria

No solamente hay que acoger a los menores, además hay que procurarles las mejores condiciones posibles. Es una obligación y no sólo una cuestión moral y humanitaria.

En fin, duelen escuchar algunas afirmaciones, y duele ver que todavía estamos muy lejos de resolver una situación que es prioritaria, porque hablamos de personas. No olvidemos que nadie pone a sus hijos en un barco si lo que puede ofrecerles es mejor que lo que hay fuera.

Como ven se recrudece el debate mientras se aplazan las soluciones para todo lo que tiene que ver con la inmigración. Y de repente, con todo este telón de fondo, de conocemos a Edwin, un hondureño que se ha convertido de la noche a la mañana en un héroe. Edwin afincado en Bilbao se encontró cuando iba a trabajar, con un aparatoso incendio. Edwin que disponía de una escalera, no se lo pensó dos veces, accedió a la vivienda y salvo al dueño. Lamentablemente no pudo hacer lo mismo con la mujer, que pereció.

Nuestro héroe tuvo que ser atendido por presentar quemaduras en las manos, pero al día siguiente, ya que estaba contando su experiencia y ocupándose de su vida habitual y de su trabajo.

Súmenos en lugar de restar, e integremos en lugar de segregar

El de Edwin es un ejemplo maravilloso de humanidad. Y no tiene nada que ver con el origen, tiene que ver con la persona, pero este hondureño tiene la condición de inmigrante.

Como él necesitamos miles más, no para que hagan hazañas, los necesitamos para que trabajen aquí y nos ayuden a cubrir los cientos de miles de puestos de trabajo que en este momento están sin ocupar por la falta de perfiles profesionales.

Los necesitamos. Y aún serán más necesarios en el medio y en el largo plazo. Así que, cambiemos la mentalidad y sobre todo, dejemos de dar alas a relatos xenófobos y excluyentes.

Súmenos en lugar de restar, e integremos en lugar de segregar.