
Cartel de Minecraft, la película
Una película de Minecraft
Jack Black y Jason Momoa lideran la aventura de Minecraft, una película repleta de acción, humor y guiños al videojuego
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Las películas basadas en videojuegos son una realidad que están con nosotros desde hace décadas, desde Residente vil a Tomb Raider pasando por Rompe Ralph o Assassin’s Creed y The Witcher. Más o menos entretenidas, más o menos acertadas, todas tienen un elemento en común: el desarrollo arrollador e impactante del CGI y los guiños constantes a los fans del videojuego. Nos pueden gustar o no, nos pueden incluso aburrir, pero qué bien hechas están todas ellas…
Y ése es el primer reclamo del súper estreno de la semana: La película de Minecraft. Para los que aún no lo sepa, Minecraft es un videojuego creado por Markus "Notch" Persson en 2011 y desarrollado por Mojang Studios que se ha convertido en uno de los juegos más vendidos y populares de todos los tiempos.
La gracia de la trama es que los jugadores exploran ese mundo creando y modificando bloques tridimensionales, fabricando herramientas y combatiendo enemigos. Hay dos mundos, el creativo y el survival, y hay cuatro dificultades que van in crescendo a medida que diferentes bichos, zombies y esqueletos van atacando a los personajes principales, Alex y Steve.
Este último es el protagonista de la esperadísima película y en su piel se mete el siempre eficaz, excesivo y divertidísimo Jack Black que se integrará en este fantástico mundo llevándonos de su mano en todas las aventuras a las que se enfrentará.
La película es puro divertimento de principio a fin. Es potente, poderosa, rapidísima… Y siempre divertida. Un bombardeo constante de bloques tridimensionales y seres de lo más originales
Allí se encontrará con cuatro inadaptados capitaneados por un Jason Momoa, enorme y fenomenal, en el papel de Garret Garrison, el Basurero donde despliega una vis cómica tronchante y alejada totalmente de los roles a los que nos tiene acostumbrados.
Junto a ellos, un grupo de niños —perfecto y eficaz reclamo también para el público infantil—, con quienes vivirán toda clase de situaciones guiándose por la primera de todas las reglas de Minecraft, y es que para sobrevivir hay que crear y que la imaginación es el arma más poderosa que existe.
La película es puro divertimento de principio a fin. Es potente, poderosa, rapidísima… Y siempre divertida. Un bombardeo constante de bloques tridimensionales y seres de lo más originales que, a los que apenas conocíamos este universo, se nos antojan curiosos y geniales, y a los que sí lo conocían, se les dibujará una extraña sonrisa por lo bien conseguidos que están.
Una película de Minecraft no cambiará la historia del cine y seguramente se olvide de ella nada más terminar de verla. Pero después de unas semanas en que Anora o Adolescencia nos han dejado meditativos y trastocados, películas como la de este fin semana también son necesarias… Esos mundos improbables, divertidos, intrascendentes y lejanos también nos distraen. También nos hacen soñar.