Imágenes que son historia.
Supongo que este verso de Jorge Manrique, en las 'Coplas por la muerte de su padre', es el origen de los hoy populares, sin segundas, “esto con Franco no pasaba”, “con Franco y con el sueldo del padre, una familia tenía coche, casa y piso de verano”, “Franco inventó la Seguridad Social”, “antes no había emigrantes y había trabajo y sueldos dignos y menos delincuencia” y otras de este cariz que podrían culminar con la negativa del ínclito Jose María Aznar, negándose a condenar “algo en lo que mi padre (el suyo) participó”. Está crecido. Están crecidos.
Otros analistas sesudos y moderados explican que estas afirmaciones tienen un sesgo de verdad, ya que, si quitamos los primeros veinticinco años de paz y nos quedamos con los últimos quince de desarrollismo (o así) pues la verdad es que esto, Españita, fue 'jolibud'. Y también es mentira.
Supongo que es hora, nunca es tarde, de comenzar a combatir los bulos fascistas. Les hemos dejado demasiado espacio y deberíamos saber que, como en una especie de ley de Arquimedes, el espacio que desocupa la democracia es inmediatamente ocupado por el totalitarismo.
Era el primer paso para combatir la memoria por parte de una derecha todavía avergonzada. Hoy, ya en plan escuadrista y envalentonados, los camisas negras pasan directamente al boicot de este tipo de productos culturales y al señalamiento de sus autores, actores y directores
Dejamos de contar e historiar la guerra, la posguerra, la represión y la miseria de la dictadura para no traumatizar a las nuevas generaciones. Spoiler: ya no se enseña en los centros escolares. Y si se quisiera enseñar tendríamos una oposición frontal de la derecha con los mismos argumentos con los que se opusieron a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, o combaten hoy la Ley de Memoria Histórica: divide y fractura la convivencia labrada en la modélica Transición por los próceres patrios.
En el pasado reciente, cuando se estrenaba una peli sobre el tema que nos ocupa, salían los adalides de la derecha, y jocosamente la condenaban con el sambenito de “otra película sobre la guerra civil”. Y lo mismo con los libros o los documentales. Era el primer paso para combatir la memoria por parte de una derecha todavía avergonzada. Hoy, ya en plan escuadrista y envalentonados, los camisas negras pasan directamente al boicot de este tipo de productos culturales y al señalamiento de sus autores, actores y directores.
Los demócratas no hemos estado hábiles en la defensa del terreno tan duramente conquistado. Nos hemos apoltronado. Que trabajen otros. Quién se va a creer esas memeces. Los derechos son para siempre. Pues miren no. Hay que leerlos y después defenderlos. Todo el rato. Y cuando cae uno, el siguiente demócrata, como en las pelis antiguas, recoge la bandera del suelo y sigue aguantando y avanzando.
Por eso es encomiable la labor de algunas personas que combaten con datos y relato los bulos de la derecha. Recientemente he descubierto en la red antes llamada twitter a Iker (@IkerMadrid12) a quien recomiendo seguir.
Es uno de nuestros tan vilipendiados jóvenes. Esos que dicen que no luchan por lo suyo y que están muy girados a la derecha extrema. Iker no. Iker no grita en la red. Iker no insulta, Iker da datos. Y son interesantes hasta para desmentir, incluso a esos analistas moderados que mencionaba más arriba y que justifican la tecnocracia franquista de la segunda mitad de la dictadura.
Encontrarán ustedes publicaciones de aquella época que nos cuentan una historia menos idílica que la que nos venden los proselitistas de Franco. Por ejemplo, en 1963, un partido político suizo pedía "la expulsión de los trabajadores extranjeros. Muestra gran resentimiento contra los 700.000 italianos y españoles. (...) Estos meridionales -dice el jefe del partido- han creado una carga que Suiza tiene que soportar" ¿Les suena?
También pueden enterarse de que a finales de los sesenta, en España moría 1 de cada 4.000 trabajadores de la construcción al año, mientras otros 799 sufrían un accidente de trabajo. O que en 1974, varios colegios de la zona de Verdún (Barcelona) realizaron revisiones médicas entre los alumnos y descubrieron que el 65% de los niños de 7-8 años tenían síntomas de raquitismo, por mala alimentación. 1974, repito.
Y para no ser pesado, les dejo, también este post de Iker que explica el coste de la vida, carga de trabajo, entre Alemania y España en 1970.
El tiempo que un obrero alemán y un obrero español tenían que trabajar en 1970 para comprar diversos productos (pollo, patatas, queso, pan, un televisor, etc.): pic.twitter.com/WVQIP1tLym
— Iker (@IkerMadrid12) December 2, 2025
Cualquier tiempo pasado no fue mejor. Eso no lo dijo ni Jorge Manrique. Y si no lean:
Recuerde el alma dormida,/avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,/cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el placer;/cómo después de acordado da dolor;
cómo a nuestro parecer/cualquiera tiempo pasado fue mejor.
Pues si vemos lo presente/cómo en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,/daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,/pensando que ha de durar
lo que espera
más que duró lo que vio,/pues que todo ha de pasar
por tal manera.