Política

Jon Iñarritu: "Estamos en tiempos de sanar el dolor y mostrar solidaridad con las víctimas"

El diputado de EH Bildu en el Congreso apuesta por el reconocimiento a las víctimas del terrorismo mientras reclama avances en materia penitenciaria para los presos de ETA

27 enero, 2021 05:00

Cuando Jon Iñarritu (Leioa, 1979) se posicionó del lado de las víctimas de ETA muchos medios de comunicación tuvieron que tirar de hemeroteca en Madrid para poder entender cómo alguien de EH Bildu era capaz de mostrar esa empatía. ¿Quién era Jon Iñarritu?, se preguntaban. El diputado de la coalición abertzale en el Congreso de los Diputados, que desde su militancia en Aralar siempre censuró el terrorismo, recibe a 'Crónica Vasca' en la sede de EH Bildu en Bilbao. "Estamos en tiempos de sanar el dolor generado en el pasado", y cuanto más se avance "en mostrar solidaridad a todas las víctimas mejor será nuestra sociedad", explica en esta entrevista Iñarritu, que pide avances en materia penitenciaria para poder excarcelar a los presos que "han reconocido el dolor causado" comprometiéndose "a no utilizar la violencia jamás".

Usted siempre ha mostrado empatía por las víctimas de ETA. ¿No sería un buen momento el actual para que desde EH Bildu se mostrara una mayor contundencia y huir de los vericuetos a la hora de condenar el terrorismo? 

Yo creo que hay una cuestión previa que es prepolítica. En esta sociedad hemos vivido un auténtico drama en el que las violencias han estado presentes durante las últimas décadas. A día de hoy hay miles de personas que han sufrido la pérdida de un familiar, que es lo más terrible que te puede pasar en esta vida. También hay víctimas que resultaron heridas en atentados. Y de igual forma y sin querer equiparar, ni tampoco excluir, ha habido personas que han sido torturadas y otras que han sufrido violencia policial fuera de la legalidad. Hay un cómputo de violencias que han generado un sufrimiento. Yo creo que todas las víctimas, ya sean de ETA, del terrorismo de Estado o de la violencia policial, deben ser reconocidas y se las debe mostrar solidaridad. Y cuanto más avancemos en esto, mejor será nuestra sociedad.

El común denominador de EH Bildu es la paz, los derechos humanos y el rechazo a la violencia; si fuera de otra manera, ni Euskal Herria Bildu sería posible ni yo estaría en Euskal Herria Bildu

¿No sería conveniente para esa normalización que se dejaran de celebrar en las calles los ‘ongi etorris’ a los presos de ETA que salen de prisión? 

Es algo complejo. La Audiencia Nacional ha resuelto que no son actos de homenaje, como se ha intentado vender en algún caso, sino recibimientos de familiares y ciudadanos a personas que han estado en la cárcel. Sin embargo, cualquier acto que ocasione un dolor en cualquier víctima, sea legal o ilegal, debe ser repensado para no generarlo; estamos en tiempos de sanar el dolor generado en el pasado. Con esto no quiero decir, ni mucho menos, que los familiares no se alegren al recibir a un hijo, a una hija, a un familiar o a un amigo que ha estado muchos años en prisión. Lo que quiero decir es que en esta sociedad tenemos que repensar todo lo que ha ocurrido. Finalmente y como reflexión más general, creo que se intenta generar crispación con debates artificiales, en todo momento, por algunos partidos y medios de comunicación.

¿Con este asunto de los 'ongi etorris'?

Sí. Durante estos cincuenta años pasados en los que ha existido una violencia terrible, que ha costado la vida a cientos de personas, ‘ongi etorris’ ha habido siempre. Nunca supusieron un titular ni generaron noticia alguna. Cuando diez años después de acabada la violencia, la gran parte de los titulares se centran en recibimientos o en ‘ongi etorris’ que incluso la Audiencia Nacional ha dicho que no son delictivos, hay que repensar qué ocurre. Si fuera a lo global, sería partidario de que no hubiera más ‘ongi etorris’. Y lo explico. Yo he defendido, y sin que sea una provocación, que debe haber una excarcelación progresiva y continua de todas aquellas personas de ETA que están en la cárcel. Porque responde a un estándar internacional. Con ejemplos en Irlanda, Colombia o Sudáfrica, países con diferentes conflictos donde la cuestión de la excarcelación de presos y presas fue una prioridad. Tenemos el ejemplo de Irlanda del Norte, donde cuatro años después no quedaban presos en las cárceles. Tenemos el caso del pacto de Ajuria Enea... 

Explíquese...

Revisando las memorias del lehendakari Ardanza, él reconoce que en ese pacto existía una cláusula, no pública, que reconocía que una vez acabada la violencia de ETA se debería proceder a la solución y resolución de la situación de las personas presas y de las que estaban huidas o exiliadas. Hemos visto cómo el Estado ha aplicado esa medida a personas involucradas en casos de violencia de Estado, condenadas por hechos más graves y desde mi punto de vista no equiparables, como son el terrorismo de Estado o incluso la tortura. Esas personas han sido indultadas por el Estado. Diez años después se están dando pasos para normalizar la política penitenciara, pero habría que elevar el nivel de debate y proceder a una excarcelación progresiva y continuada. Porque la inmensa mayoría de las personas presas de ETA, prácticamente todas, han reconocido el dolor causado y se han comprometido a no utilizar jamás la violencia. Estamos en una situación diferente y debemos pasar a una fase de resolución total.

Las víctimas también han dado un importante paso adelante. Me refiero a algunos familiares de dirigentes del PP asesinados por ETA, como Mikel Iruretagoyena o Consuelo Ordóñez, que recientemente han pedido a Pablo Casado que no las utilice a la hora de hacer política. ¿Qué opina? 

Las cosas se explican por sí solas y yo no voy a entrar. Me merecen todo el respeto y además no quiero generar polémicas. Solo expresar mi solidaridad y aprecio a todas las víctimas, y a estas en particular. Creo que es significativo que víctimas del entorno del Partido Popular, cuyos familiares fueron asesinados por ser cargos del PP, pidan al partido que no utilicen a sus familiares. Se explica por sí solo. Lo habíamos visto antes en otras víctimas, de otro perfil ideológico, pero cuando son del PP queda en evidencia lo que quieren decir. 

Es significativo que víctimas del entorno del Partido Popular, cuyos familiares fueron asesinados por ser cargos del PP, pidan al partido que no utilicen a sus familiares

¿Cómo se gestó el apoyo de EH Bildu a los Presupuestos Generales del Estado de 2021?

No es ningún secreto decir que ha habido, durante semanas e incluso meses, una negociación en la que técnicos del Ministerio de Hacienda se han ido reuniendo con portavoces y personas de Euskal Herria Bildu para negociar sobre el papel cuestiones económicas y el destino de estas partidas. Además, ha habido una interlocución entre la dirección de EH Bildu y las direcciones del PSOE y Unidas Podemos. Es obvio que hay una negociación política, pero la cuestión técnica de Presupuestos se ha gestado en Madrid, tanto en los despachos de Euskal Herria Bildu como en los del Ministerio. Es allí donde han estado nuestros portavoces con el personal de Hacienda. 

Muchos parecieron sorprenderse cuando Arnaldo Otegi anunció que votarían a favor del Presupuesto. ¿Qué sintió usted en ese momento?

No puedo hablar de una sensación de momento porque ha sido un proceso. Y en el proceso de negociación vas adivinando y se va cuadrando el círculo. Cuando llegó la propuesta a la asamblea de EH Bildu, donde fue ratificada, estaba más que claro que íbamos a apoyarlos. Nosotros no lanzamos un mensaje triunfalista porque no consideramos que sean los mejores Presupuestos del mundo. No son los que hubiéramos redactado nosotros. Pero teniendo en cuenta el contexto, la realidad de unos Presupuestos prorrogados durante dos años como los del señor Montoro, de recortes, neoliberales y antisociales, durante una pandemia mundial, que conlleva una más que evidente crisis económica y social, pues era importante tener unos Presupuestos lo más sociales posibles.

¿Y lo son?

En este contexto son lo más sociales posibles, sí. ¿Por qué? Porque el Partido Socialista, como era evidente, estaba tentado a llegar a un acuerdo con Ciudadanos y con otras formaciones. Y eso no hubiera sido una buena noticia, porque el apoyo hipotético de Ciudadanos nos hubiera dirigido a unos Presupuestos menos sociales. Por eso creemos que es una apuesta acertada. Son unos Presupuestos mucho mejores que los que había, y creemos que hemos actuado en conciencia y con sentido común. 

Era importante tener unos PGE lo más sociales posibles teniendo en cuenta el contexto, con unos Presupuestos prorrogados de Montoro, de recortes, neoliberales y antisociales, durante una pandemia mundial

¿Ha notado algún cambio en las relaciones con otros diputados dentro del Congreso tras el apoyo presupuestario? 

La sorpresa derivó en una criminalización no solo del Partido Socialista y Unidas Podemos, sino como ya viene siendo habitual, también de EH Bildu. En la derecha nuestro apoyo sentó muy mal, y eso es un indicio de que has acertado. Santi Brouard decía que en política, más allá de las grandes ideas, muchas veces tienes la percepción de que has tomado una buena decisión cuando ves la reacción que ha generado en tu contrincante político. Y en este momento, ver cómo la derecha y la ultraderecha se suben por las paredes te da indicios de que vas por la buena vía. 

También pareció sorprendido el PNV, que se preguntó si la independencia vasca que persigue la izquierda abertzale era eso, apoyar unos Presupuestos Generales del Estado... 

En el caso del PNV yo quiero creer que es más una puesta en escena que una sorpresa sincera. Porque el PSOE es socio de Gobierno aquí en la Comunidad Autónoma Vasca con el PNV, y el PNV tiene también una muy buena relación en Madrid con el PSOE y Unidas Podemos, no creo yo que se enteraran por la prensa... no creo. 

Desconozco cómo se enteraron, pero sí dieron muestras de irritación. Su presidente les acusó incluso de plagiar sus enmiendas...

Sí (se ríe). Desde el momento en el que EH Bildu obtuvo grupo parlamentario propio, que te da una mayor visibilidad en el Congreso, pues de alguna manera parece que les entra un poco de ‘celopatía’. O de nerviosismo. Yo lo veo como un sin sentido. Porque desde mi punto de vista, las fuerzas abertzales y todas aquellas que tienen una prioridad de país, en el que puedo incluir perfectamente a Elkarrekin Podemos, incluso en algún caso al PSE, pues creo que se deberían trabajar algunas materias de forma conjunta en Madrid. Muchas veces los partidos ponen como agenda vasca lo que es en realidad una agenda de partido. Yo creo que la agenda vasca no es otra cosa que aquellos puntos en los que estamos de acuerdo la mayoría de formaciones en el Parlamento vasco, o en el Parlamento de Navarra. Y esas cuestiones, que son importantes para nuestra sociedad, haríamos bien en defenderlas de manera conjunta, tanto en Madrid como en Bruselas. Para nuestra sociedad sería mucho mejor, más allá de estas cuestiones de celos y de envidias que no llegan a un ejercicio de madurez política. 

Desde el momento en el que EH Bildu obtuvo grupo parlamentario propio en el Congreso, al PNV le entra un poco de ‘celopatía’

Se dice que la incorporación de la izquierda abertzale a la política española ha roto el monopolio del PNV, hasta ahora el único partido nacionalista vasco que vendía su influencia en Madrid entre el electorado de Euskadi... 

Es cierto que el relato mayoritario es ese, pero yo no lo comparto. Ha habido otras formaciones, por mucho que el PNV en Madrid se llame el Grupo Vasco. Ha habido partidos como Eusko Alkartasuna, Geroa Bai, Nafarroa Bai, y otras formaciones vascas en el pasado que defendieron los intereses de esta sociedad de manera importante. Pero es cierto que por ser un partido que ha estado la gran mayoría del tiempo en el Gobierno de la CAV, prima ese relato, el de partido de ‘gran conseguidor’. Pero el PNV solo se apunta los hechos positivos. Los negativos, como que 41 años después el Estatuto de Gernika siga incumplido, parece que solo es responsabilidad del Gobierno central. Yo creo que es culpa del Gobierno central principalmente, pero si tú te presentas como el Grupo Vasco, pues alguna responsabilidad tendrás también de que no se haya respetado el bloque de constitucionalidad en lo referente a Euskal Herria. No quiero equiparar culpas, porque la principal responsabilidad es de quien no ha transferido esas competencias, sino romper el mito del ‘partido conseguidor’.

¿Ve usted posible un próximo acuerdo de Gobierno de izquierdas en Euskadi? 

No veo imposible un Gobierno alternativo si es en base a unos acuerdos de mínimos. Lo veo complejo porque hay grandes diferencias. El PSE no defiende que sea esta sociedad la que pueda decidir líbremente su futuro institucional, y ahí tenemos un hándicap. Y no lo digo solamente en términos de territorialidad, sino en el día a día. Cuando vemos que la inmensa mayoría de decisiones aprobadas por el Parlamento vasco o el Parlamento de Navarra, que son tumbadas y llevadas al Constitucional, son de materia social, pues ahí tenemos una barrera. Que tenemos materias que las vemos de la misma manera, y que por ejemplo cuando EH Bildu gobernaba en la Diputación de Gipuzkoa se llegaron a acuerdos con el PSE, pues sí. 

También en la actualidad en algunas localidades en materia presupuestaria, como en el Ayuntamiento de Eibar... 

Sí, yo lo veo desde la normalidad. Hay muchas materias en las que podemos estar de acuerdo. Esta sociedad es plural y diversa. Si se ponen unos puntos de vista con un mínimo común denominador, pues las fuerzas políticas pueden gobernar entre todas. Nosotros podemos gobernar con cualquier formación que quiera y apoye unas políticas sociales más justas. En esta realidad actual parece difícil. ¿Qué deparará en el futuro? Pues veremos. Nosotros lo que queremos es ser influyentes y que esta sociedad tenga políticas sociales más justas y de progreso. No es cuestión de quítate tú para que me ponga yo, sino de que avancemos como sociedad. 

El tibio rechazo que hace Sortu de la violencia de ETA, ¿no puede suponer un ‘hándicap' electoral para EH Bildu?

Yo creo que no porque en Euskal Herria Bildu lo que nos une a las cuatro formaciones no es una lectura del pasado, sino la apuesta radical por los derechos humanos y por el rechazo a todo tipo de violencia. Nuestro común denominador es la paz, los derechos humanos y el rechazo a cualquier tipo de violencia. Si fuera de otra manera, ni EH Bildu sería posible, ni yo estaría en Euskal Herria Bildu, ni la coalición sería la segunda fuerza del país. Yo lo veo así. Que es el relato que se intenta dar, evidente. Como otros muchos peores. Se intenta unir en negativo la situación pasada a Euskal Herria Bildu, en vez de transmitirlo en positivo. Se han dado pasos para cambiar radicalmente de escenario y yo veo el vaso medio lleno. Pero bueno, son puntos de vista. 

El Gobierno vasco finalmente sacará en solitario los Presupuestos en Euskadi. ¿Cómo ha visto usted la negociación presupuestaria con EH Bildu? 

El PNV y el PSE tienen mayoría absoluta y no les hace falta el apoyo de nadie. Si querían conseguirlo, no han hecho grandes esfuerzos. Ningún otro grupo los apoyará y esto deja en evidencia que no tenían voluntad negociadora. EH Bildu es la primera fuerza de la oposición y ha hecho una propuesta sincera, de grandes cambios en el ámbito social y en algunos sectores muy afectados por la pandemia. No han entrado ni a debatir y se ha rechazado de plano. Creo que deja en evidencia que no había ninguna voluntad negociadora, que todo era más un paripé que otra cosa. Cuando se intenta comparar con la voluntad negociadora de EH Bildu y la llegada a acuerdos en Navarra o en Madrid, conviene señalar que la situación política es completamente diferente, que en estos lugares no hay mayorías absolutas y además hay riesgo de que entren partidos de la derecha a formar parte de sus Presupuestos. Y eso es algo que queremos evitar. Además, la voluntad negociadora era clara desde el primer momento, no tiene ni punto de comparación con la CAV.