Un hombre participa en una marcha con una pancarta por los presos de ETA. / EP

Un hombre participa en una marcha con una pancarta por los presos de ETA. / EP

Política

El acercamiento de presos de ETA mantiene divididas a las víctimas y a los partidos políticos

Instituciones penitenciarias anunciaba hace unas horas el traslado de 'Txapote' y Parot a carceles vascas, dos de los dirigentes más sanguinarios de la banda terrorista

1 septiembre, 2022 21:00

Hace escasas horas, Instituciones Penitenciarias anunciaba otro importante movimiento de presos de ETA, concretamente de un grupo de 13. Y entre ellos estarán dos de miembros de la organización más sanguinarios de su historia: los exdirigentes Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote', condenado por una decena de asesinatos, y a Henri Parot, que cumplió las tres cuartas partes de su condena en 2020. Como ocurre con cada acercamiento, la noticia ha despertado muchas opiniones, pero esta vez han cobrado especial relevancia por esos dos nombres propios que van a llegar a Euskadi. Unos puntos de vista que vuelven a dividir a las víctimas y también a la clase política,

La AVT ha sido una de las asociaciones de víctimas que se ha pronunciado al respecto y ha acusado  al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de "consumar su traición" al conocer esta noticia. "Asesinos en serie como Henri Parot o 'Txapote' van a cumplir lo que les quede de condena en prisiones cerca de sus familias sin haber mostrado un ápice de arrepentimiento ni haber colaborado con la justicia", denuncia la AVT en un comunicado. Además, califican esta noticia de "mazazo" para sus víctimas "¿Qué necesidad hay de provocarnos tanto dolor? Que Bildu se haya convertido ya en el socio preferente del Gobierno no puede significar que Bildu gobierne este país", añaden.

Postura distinta mantienen desde Covite. Este colectivo, presidido por Consuelo Ordóñez, considera que "lo importante no es dónde cumplen las penas" los etarras sino "que las cumplan". La hermana de Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA precisamente a manos de 'Txapote', asegura estar "muy tranquila" con esta noticia y ha incidido en la "indecencia" que supone que más de la mitad de las víctimas "no han tenido justicia", lo que a su juicio constituye el verdadero problema. "Volvemos otra vez a la crispación, a polémicas políticas interesadas y partidistas. Hago una cosa cuando gobierno pero cuando estoy en la oposición crítico eso mismo que hacía gobernando", añade Ordóñez.

Guerra abierta entre Sánchez y Feijoó

Desde la clase política también se han manifestado al respecto. El propio presidente Sánchez ha defendido la legalidad de este traslado de presos de ETA. "No está habiendo acercamientos colectivos, son individuales, cumplen con legislación penitenciaria, cumplen con control judicial, con la información a las asociaciones de víctimas y a los grupos parlamentarios que tienen a bien ser informados", ha justificado el líder del Ejecutivo en una entrevista en la Cadena Ser. No obstante, ha recalcado una vez más su apoyo a las víctimas.

El principal partido en la oposición, el PP, no ha tardado en contestar a esta noticia a través de las palabras de su dirigente. Alberto Núñez Feijoó ha tachado de "lamentable" este último acercamiento y lo vinculan con el apoyo de Bildu en el Congreso a los últimos decretos del Gobierno central. "No vale todo para seguir siendo presidente. Es una humillación a las víctimas", ha dicho el líder popular. Para Feijóo, con Sánchez al timón, "Bildu vive mejor que nunca" pero con nosotros, ha dicho, "tiene que volver a aceptar que, sin pedir perdón y sin colaborar con la justicia en el esclarecimiento de los asesinatos pendientes, no es posible esta política penitenciaria".

Ante estas palabras, Pedro Sánchez ha replicado y lo ha hecho acusando al Partido Popular de haber acercado presos de ETA a cárceles del País Vasco "mientras la banda terrorista mataba y tenía secuestradas a personas", durante el mandato de José María Aznar. El presidente del Gobierno considera que el PP hace una "utilización espuria y sin ningún tipo de vergüenza" de la política antiterrorista "incluso 11 años después de la desaparición de ETA y la paz en Euskadi, en España".