Por qué la Ley de Educación es la gran batalla política antes de las elecciones municipales
Los partidos preparan sus enmiendas al borrador de la norma. Urkullu reclama el consenso de todos los partidos para la regulación educativa. Podemos vuelve a amagar con bajarse del pacto.
15 septiembre, 2022 05:00Educación, educación y, de postre, más educación. Este va a ser el gran tema en el Parlamento de Vitoria en el curso político que dará comienzo la próxima semana con el Debate de Política General y que culminará con las elecciones municipales y forales de la primavera de 2023. Al decir de varias fuentes consultadas por Crónica Vasca, la Ley de Educación es, de lejos, la cuestión más relevante de cuantas quedan en la agenda legislativa.
Este miércoles se publicaba el primer borrador de la futura ley en el Boletín Oficial del País Vasco. Las claves del texto son múltiples, pero entre ellas destacan algunas como situar al euskera como "eje" de un sistema plurilingüe, aplicar la gratuidad de las guarderías o apostar por el final de la segregación por sexos o motivos económicos. Un texto que es fruto de un acuerdo histórico que alcanzaron la pasada primavera PNV, Bildu, PSE y Podemos, que representan a 68 de los 75 miembros del Parlamento vasco.
Aquel pacto al no se sumaron PP+Cs ni Vox se firmó in extremis y, en el fondo, era tan solo una declaración de intenciones para el futuro. Para el momento en que llegase el turno de publicar la ley y abrirla a "las aportaciones de los diferentes agentes para que después vuelva al Parlamento", en palabras del consejero de Educación del Gobierno vasco, Jokin Bildarratz.
Ese momento de la verdad ya está aquí. Es la hora de comprobar si realmente hay consenso o no tanto entre los partidos como entre los diferentes agentes sociales implicados. Por ello, la ley de educación, que en todo caso sustituirá a la normativa de 1993, va a dar mucho que hablar durante este curso parlamentario.
Primeras voces discordantes
Sin ir más lejos, este miércoles, nada más conocerse el texto articulado que ha redactado el Departamento de Educación siguiendo las directrices del borrador acordado en abril, llegaron las primeras voces discordantes. Con críticas de calado. Desde Podemos apuntaron, como el pasado lunes, a bajarse del acuerdo. Asimismo los sindicatos ELA, LAB y Steilas, la organización Kontseilua, que agrupa a numerosos colectivos que trabajan por normalizar el euskera, y Ehige, confedereación de padres, se mostraron en contra del texto.
Los podemitas se quejan de que el borrador publicado no respeta el acuerdo del Parlamento. Su líder, Miren Gorrotxategi, llegó a calificarlo de "humo" y "propaganda". Desde los citados sindicatos denuncian que no se han incluido sus sugerencias. Asimismo, estos representantes de los trabajadores denuncian junto a Ehige que el texto favorece a la escuela privada. Para Kontseilua, también falta concreción en los modelos lingüisticos.
La cuestión lingüistica
Esa cuestión, la lingüistica, es una de las más controvertidas, porque existía una palmaria desunión entre los diferentes partidos. Bildarratz insistía en la idea de que "cada centro elaborará su proyecto lingüistico" en función de sus necesidades y características. Esa es la vía acordada en principio por PNV y PSE, socios gubernamentales, pero que no contenta a Bildu y Podemos ni a los citados agentes.
El propio lehendakari, Íñigo Urkullu, abogaba una vez más por buscar el consenso de todos los partidos. "Entre todos y para todos". La realidad política es que los partidos ya preparan sus enmiendas a una ley que, como se ha dicho, será la más importante de todas las que se aprueben (o se intenten aprobar) antes de las elecciones locales y forales del próximo mayo.