La oposición saludaba este lunes el propósito de enmienda del lehendakari, Iñigo Urkullu, para ahormar pactos transversales que sirvan para combatir la crisis energética. De Bildu a PP+Cs pasando por Podemos, todos mostraban su disposición a esos "acuerdos más anchos" que desea el líder del Gobierno vasco. El problema, a 48 horas del Debate de Política General, es que unos y otros socios hipotéticos resultan incompatibles.
De todos los pactos posibles, el más mentado es el energético por motivos obvios. ¿Es realmente posible algún tipo de "acuerdo de país" con un consenso que supere las siglas de los partidos? No parece sencillo, ni mucho menos. La prueba evidente está en las propias reacciones de las diferentes formaciones políticas a los planes de Urkullu.
El caso más claro de esa incompatibilidad era verbalizado por el líder de PP+Cs, Carlos Iturgaiz, que exhibía un discurso moderado y proclive al acuerdo, sí, pero que inmediatamente remarcaba que el PNV pretende pactos con Bildu en los que los populares no van a estar bajo ningún concepto.
Incompatibilidades
En concreto, Iturgaiz aseguraba en una entrevisrta que el PP en Euskadi lleva toda la legislatura "abierto a ayudar" al Gobierno vasco, "especialmente cuando hay problemas", pero lamentaba que el Ejecutivo de Urkullu prefiera llegar a acuerdos con EH Bildu, como con los presupuestos, el pacto educativo o el nuevo estatuto. Aseguraba en palabras recogidas por Europa Press que "nosotros nos ofrecemos para ayudar al lehendakari y al Gobierno vasco, pero siempre vemos lo mismo, que prefieren otros acuerdos con Bildu. Sabemos con quién quiere estar en estos momentos el PNV, y nosotros hacemos una política completamente distinta, que está en las antípodas de Bildu".
También Bildu recogía el guante de Urkullu pero para articular medidas "estructurales" en las que no creen algunos de los partidos con representación en el Parlamento vasco. La protavoz bildutarra, Maddalen Iriarte,mostraba su disposición a "impulsar todos los pactos de Estado necesarios que lleven al país a un escenario mejor y a un escenario de esperanza" porque la situación actual "no se puede encarar desde una óptica partidista y unipersonal".
Igualmente la secretaria general de Poidemos Euskadi, Pilar Garrido, se mostraba dispuesta "a llegar a grandes acuerdos" con el resto de los partidos en materia energética y señalaba que su formación "siempre tendrá la mano tendida". Pero al mismo tiempo proponía en materia energética la creación de "una empresa pública de energía que no especule con un derecho básico". Propuesta que quizás solo podría respaldar Bildu pero no el resto de fuerzas del arco parlamentario.
Todos quieren pactar medidas en el ámbito energético, sí, pero con ópticas muy divergentes y en algunos casos casi opuestas.