Las elecciones forales y municipales se acercan y los partidos políticos de Euskadi son conscientes de que todo lo que hagan a partir de ahora va a tener algún tipo de repercusión en los comicios del 28 de mayo. Por eso desde hace semanas, por no decir meses, los diferentes grupos parlamentarios presentes en la Cámara vasca están tratando de reforzar su espacio electoral y ampliarlo en la medida de lo posible, a través de proposiciones y iniciativas parlamentarias que, más allá de responder o no a las necesidades sociales, sirvan para llenar los medios de comunicación y generar ruido electoral.
Esto es, precisamente, lo que ha ocurrido esta semana con la petición del PNV, EH-Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, a propuesta de la coalición morada, para que el Parlamento vasco reclamara la reforma de la Constitución Española y así abrir las vías de instaurar una República que elimine a la actual Monarquía Parlamentaria y a la figura del Rey, Felipe VI: y que permita, además, avanzar en el "derecho a decidir de los pueblos" y en su "autogobierno".
Sin embargo, a pesar de que la iniciativa salió adelante en el pleno de este jueves, su efecto real y su relevancia institucional son nulas ya que debe ser el propio Congreso de los Diputados, donde las tres formaciones están representadas, el que debe pedir y reclamar esta reforma. Lo que demuestra que la propuesta de Podemos no era más que otro intento por destapar un dilema que en las calles de Euskadi no está presente, con la simple meta de conseguir intención por parte de determinados sectores de la ciudadanía.
Un debate enterrado sobre el estatus
Así, más allá del eslogan electoral que puede enganchar algún que otro voto en las próximas elecciones, los mensajes que se lanza al aprobar este propuesta son muy claros: por un lado, al PNV y a Bildu no les importa si en España hay una Monarquía o una República sino cuál es el tema con el que pueden sacar beneficios a futuro; y por otro, que la línea entre la izquierda abertzale que representa Bildu y la izquierda "progresista y ecologista" de Podemos, es cada vez más difusa, con la coalición soberanista apoyando y sacando a la luz debates que ya poco tienen que ver con el nacionalismo vasco, y que entran en el espacio que hasta ahora ocupa la formación morada.
Muestra de ello es, por ejemplo, el abandono del nuevo estátus político-jurídico de Euskadi, un debate enterrado desde hace meses y que el Ejecutivo vasco parece no tener ninguna intención de tratar incluso pese a las presiones -limitadas- de EH-Bildu. De hecho, el coordinador general de la formación abertzale, Arnaldo Otegi, ya trató a inicios de marzo que la Cámara vasca aprobara una iniciativa para abordar este tema. Una propuesta que no tuvo demasiado éxito y que llegaba después de meses con el tema más que apartado.
Con todo esto, hay que tener claro que no es la primera vez, y por supuesto no será la última, que el PNV apoyan o proponen iniciativas relativas al modelo de estado que existe en España. Ya a finales del pasado año, la formación jeltzale en el Congreso de los diputados, comandada por Aitor Estaban, ya abordó una posible reforma de la constitución para modificar cuestiones como incluir el derecho a decidir, limitar la protección del Rey, o eliminar el artículo 155 que permite suspender una autonomía. Aunque como la gran mayoría de las iniciativas presentadas en la Cámara Baja por Podemos, PNV y Bildu, no quedó más que en una simple anécdota. Algo que, muy probablemente, también ocurra con la proposición aprobada el jueves en Vitoria.