Cincuenta días para la cita con las urnas. Ya funciona la cuenta atrás para las elecciones municipales y forales del 28 de mayo. Los partidos vascos se juegan el poder en los ayuntamientos y las diputaciones, eso es obvio, pero también otras cuestiones, algunas de ellas ocultas, que resultan decisivas para su futuro político y, por ende, para el de Euskadi.
El 28-M se inicia un ciclo electoral que continuará con las generales de diciembre y, como colofón, con las elecciones vascas, previstas para la primera mitad de 2024. En ese contexto de continuas peleas electorales, la primera de estas batallas se antoja cuanto menos relevante para todas las formaciones vascas.
PNV vs. Bildu
Si las encuestas no fallan, los dos grandes partidos vascos volverán a estar en lo más alto. El PNV aspira a mantener su hegemonía con previsibles victorias en las tres capitales de provincia y las tres diputaciones. La coalición soberanista pretende disputarle esas victorias, sobre todo en Gipuzkoa, con Maddalen Iriarte como candidata, y lo cierto es que todos los sondeos apuntan a subidas de los abertzales.
Resultados concretos aparte, la clave de esta batalla entre nacionalistas es ver hasta qué punto Bildu es capaz de erosionar a los jeltzales. Dicho de otra manera, esta es una prueba de fuego para Otegi y los suyos antes de las autonómicas del año siguiente. El 28-M se verá si realmente pueden ser la alternativa o si están tan lejos como parece de la Lehendakaritza.
¿El PSE ante el declive de Sánchez?
Los socialistas vascos parecen tener consolidada la tercera posición en Euskadi. A priori, Eneko Andueza y los suyos lograrían un resultado aceptable si mantuvieran el poder en algunos de sus bastiones históricos como Barakaldo, Eibar o Irun. No obstante, su objetivo es crecer sobremanera, para lo que confían en una hipotética sorpresa en Vitoria, entre otras cosas.
Esta es la primera vez que Andueza se examina en unas elecciones al frente del PSE, por lo que su liderazgo, que no está en cuestión, también puede verse influido por los resultados. La gran incógnita, imposible de despejarse hasta el propio 28-M, es cómo afectará en Euskadi el supuesto declive del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que al decir de los sondeos está cerca de perder el puesto en Moncloa. Claro que si por algo se caracterizan el PSOE, en general, y Sánchez, en particular, es por derrotar a los pronósticos.
Podemos y sus aliados...¿Sumar o restar?
Elkarrekin Podemos ha cerrado una amplia alianza para las elecciones municipales y forales. Una unidad de las formaciones más a la izquierda que contrasta con la conocida problemática entre Podemos y Sumar. En gran medida por la OPA encubierta que Bildu ha lanzado a su electorado, las encuestas no son halagüeñas para este grupo de partidos. ¿Aguantarán en las urnas o se derrumbarán como algunos vaticinan?
A nadie se le escapa que de la respuesta a esa pregunta depende, tanto en Euskadi como en el resto de España, la conformación de un bloque a la izquierda del PSE en el futuro. Pase lo que pase en las urnas, es obvio que si no hay entendimiento entre los hipotéticos socios, el horizonte será sombrío para un espacio político que llegó a ser el más votado en el País Vasco en las generales de 2015 y 2016.
El PP vasco y el 'efecto Feijóo'
El PP vasco confía en que, como parece en los sondeos, exista una suerte de 'efecto Feijóo' en las urnas el 28-M también en Euskadi. Los populares vascos comandados por Carlos Iturgaiz llevan ya meses exhibiendo un discurso muy crítico con el PNV y centrado en las propuestas, sobre todo en materia económica. La gestión como anzuelo para 'pescar' en el caladero de esos votos que progresivamente se marchan hacia el PNV desde hace años.
Así las cosas, el PP aspira a recuperar ese poder municipal que otrora parecía imposible de perder. El rumbo de los populares y hasta el futuro de su actual presidente pueden depender de lo que pase en estos comicios municipales y forales.
Cs y Vox, casi espectadores
Una vez que se supo que la fórmula de la unión con el PP no se repetiría, ya estaba claro que Ciudadanos se quedaba casi sin opciones en Euskadi. Menos aún en las elecciones locales, donde carecen de la implantanción necesaria para competir. De hecho, en estos comicios los naranjas sólo concurren en las tres capitales de provincia, donde sus opciones de lograr algún concejal son menos que remotas, según todas las previsiones.
Ese papel, el de casi espectadores de la batalla entre el resto, es muy similar al que le toca a Vox, que en 2019 no logró representación institucional en estas elecciones locales y forales.
Todo esto y algunas cosas más, incluidas otras aún más inconfesables, se juegan los partidos vascos el 28-M. Ya sólo quedan cincuenta días.