Este martes el Gobierno vasco aprobaba en el Consejo de Gobierno el proyecto de ley de la nueva Ley de Educación. Un proyecto que llevaba esperándose más de un año y que estaba dirigido a ser uno de 'los grandes logros del Ejecutivo en esta legislatura', ya que contaría con el consenso y la participación de la mayoría de los grupos políticos vascos, PNV, su socio de Gobierno, el PSE, EH Bildu y Podemos.
A las reacciones de estos grupos políticos conocidas el mismo martes, en las que se dejaba ver cómo este consenso parecía quebrado después de un año de la firma del pacto, el pasado 7 de abril de 2022; se suma ahora la reacción de Steilas, sindicato mayoritario en la educación vasca, que rechaza esta nueva ley.
Tal y como ha recogido EFE, el sindicato señala que el Gobierno vasco ya tiene "atado y bien atado" sacar adelante este proyecto de ley hecho "sin consenso social", y es por eso por lo que lo rechaza, porque se ha hecho "de espaldas a la comunidad educativa" y busca "blindar" a la red privada concertada ante la caída de la natalidad.
Así, Steilas sostiene que el proyecto tiene un "espíritu privatizador" y una "lógica neoliberal", equipara a la red pública y la privada, que no da pasos "concretos" contra la segregación escolar y que, además, "fomenta la competición entre centros"; además, critica que no se avanza hacia la "inmersión" en euskera porque "sigue sin existir obligatoriedad para que sea lengua vehicular en todos los centros educativos".
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