El Gobierno vasco rechaza hacer festivo el 8-M y la fecha se traslada el 25 de julio de 2024

El 25 de julio y no el 8 de marzo ha sido finalmente la fecha elegida para incluirse en el calendario de festivos del próximo curso laboral en 2024. Con la negativa de la parte nacionalista del Ejecutivo vasco y la mayoría de los colectivos feministas, la propuesta de la Vicelehendakari segunda y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendía, de darle al Día Internacional de la Mujer un carácter festivo ha sido dejada a un lado y finalmente será el Día de Santiago y patrón de España el que completará el calendario laboral del próximo año. 

En la reunión del Consejo de Gobierno de este martes, los de Urkullu han aprobado el calendario de 2024 que contará con las mismas fechas festivas de este año, con la incorporación del 1 de enero (que en 2023 ha caído en domingo) en sustitución del 8 de diciembre, que el año que viene también cae en domingo. Además, a estas 12 fechas faltan por incorporar dos días más que corresponden a los Ayuntamientos y Diputaciones en el nuevo proceso que se abre desde las delegaciones territoriales de la Dirección de Trabajo y Seguridad Social. 

El rechazo a esta iniciativa, propuesta por Mendía a finales de febrero, no ha sido una sorpresa. Poco después de lanzarse fue muy mal recibida por las asociaciones feministas y Emakunde dio pronto a conocer sus reservas al respecto, aunque más allá de estas, durante el proceso ordinario de alegaciones a la propuesta de Mendía apenas se recibieron argumentos en contra. Aunque también Elkarrekin Podemos se mostró en contra de esta propuesta, aunque previamente la coalición morada había planteado incluir una fecha feminista en el calendario de festivos. 

En este sentido, como señalan desde el Gobierno vasco, fuera de ese proceso administrativo, "tanto en el ámbito político como en el social, se han atendido opiniones de quienes consideran que el próximo 8 de marzo puede ser una ocasión para promover otras actuaciones de alcance laboral", entre ellas, plantean la posibilidad de llevar a cabo una huelga en el sector de los cuidados.

Con esto, para "no entorpecer cualquier otra iniciativa de las distintas asociaciones feministas", el Ejecutivo ha decidido mantener el calendario habitual, y así "dar tiempo a Emakunde para culminar el proceso de reflexión encomendado por el Parlamento, para llevar a cabo una "investigación histórica sobre la genealogía vasca” y plantear para 2025 una fecha relacionada con la lucha feminista que contente a todas las partes posibles.