Podemos y sus socios en Euskadi ansían un acuerdo 'in extremis' con Sumar

Hace escasas dos semanas Yolanda Díaz y Podemos pensaban que después de la campaña electoral para el 28 de mayo iban a tener seis meses para negociar una candidatura conjunta entre la formación morada y Sumar, o la integración del partido de Ione Belarra en el nuevo proyecto de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. Sin embargo, durante ese breve periodo de descanso entre las declaraciones de la noche electoral y la reflexión ante los medios de los resultados llegó una noticia que muy pocos, por no decir nadie, esperaban: el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de adelantar las elecciones generales al próximo 23 de julio. 

El anticipo de estos comicios pilló por sorpresa a los integrantes de Elkarrekin Podemos-IU, que ahora esperan con ansia y el corazón encogido un pacto entre su formación y la de Yolanda Díaz, conscientes de que concurrir por separado sería, no solo un error que podría dejar sin apenas representación a los morados en el Congreso de los Diputados, sino que podría abrirle un pasillo a Alberto Núñez Fiejóo y al PP hasta la Moncloa. 

Este partido que disputan ambos proyectos de la izquierda "progresista" se encuentra ya en los últimos suspiros del tiempo añadido. Hay que recordar que las formaciones políticas tienen hasta la madrugada de este viernes para presentar sus candidaturas conjuntas, y si no quieren que les ocurra lo mismo que al Real Madrid con el burofax de De Gea, ya pueden darse prisa. 

Todo parece indicar que lo firmarán este viernes, casi en el último momento y con las prisas de alguien que, de un día para otro, se quedó sin seis meses de negociaciones, pero como la decisión se toma desde Madrid, a Elkarrekin Podemos no le queda otra cosa que esperar y confiar. Pero ese acuerdo 'in extremis' no está nada claro, dado que en las últimas horas se suceden informaciones contradictorias sobre el pacto a la izquierda del PSOE. 

Pilar Garrido, Juatxo López de Uralde, Yolanda Díaz, Miren Gorrotxategi y otros representantes de Podemos Euskadi en un acto del partido / Unanue - Europa Press

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No es un secreto que dos de sus principales figuras, la parlamentaria Miren Gorrotxategi y la secretaria general, Pilar Garrido, guardan una relación muy buena con la líder de Sumar. Ya participaron en uno de sus últimos actos en Bilbao y aunque no acudieron a la presentación oficial de su candidatura en Madrid del pasado abril, nunca han ocultado su disposición por llegar a acuerdos para las generales. 

Evidentemente, hay voces más pesimistas y que confían poco en una firma que parece inminente, pero más allá de esto, un hipotético acuerdo abre todo una ola de discusiones y broncas entre los diferentes partidos de la coalición por ver quién va en las listas para el 23-J. Justamente esto último es lo que ha prorrogado tanto unas negociaciones que muchos miembros de Podemos en Euskadi querrían haber cerrado hace mucho tiempo. 

Aquí, evidentemente, para la coalición morada la culpa no es en ningún momento suya: ellos recuerdan que para las pasadas elecciones del 28-M ya conformaron aquello a lo que aspira ser Sumar con una candidatura unitaria de izquierdas compuesta por Podemos, Ezker Anitza IU, Equo y Alianza Verde.

Según esta versión, tampoco es culpa de Pedro Sánchez y el adelanto electoral -que para los morados es una clara estrategia en su contra-, sino que la responsabilidad está esencialmente en Díaz y las voces de la coalición que durante los últimos días han pedido la cabeza de Ione Belarra e Irene Montero, las principales líderes de Podemos y herederas de lo que en su momento dejó Pablo Iglesias. 

En Podemos afirman que Iglesias le había pasado ese testigo a Díaz para volver a unir todo ese espacio de la izquierda más allá del PSOE que se ha ido fragmentando en los últimos años, pero hay ciertas voces que cada vez ponen más piedras en el camino de la coalición morada hacia este espacio común con Sumar, y que tienen a sus miembros aquí en Euskadi en vilo, hasta que se acabe formalizando un acuerdo.