El Parlamento vasco ha aprobado este jueves, con el voto a favor de todos los grupos políticos, a excepción de Vox, una enmienda transaccional en la que piden al Gobierno de Euskadi que "dé continuidad al trabajo iniciado por la Comisión de seguimiento de la violencia machista" y revise "exhaustivamente" los protocolos de actuación para los casos de violencia contra las mujeres y el acuerdo interinstitucional.
La iniciativa ha aterrizado en la Cámara vasca de la mano de EH-Bildu que, tras los dos últimos asesinatos machistas perpetrados en Euskadi el pasado mes de mayo, ha presentado además un texto firmado junto al PNV, PSE-EE y Elkarrekin Podemos, y que ha recibido también el apoyo del grupo Vascos Populares-Cs, en el que reclaman al Gobierno que "ponga en marcha iniciativas urgentes como la formación, la asistencia personalizada y el incremento de recursos relacionados con juzgados o protocolos".
En esta línea, la propuesta pide al Ejecutivo de Iñigo Urkullu que "sistematice y concrete" todas aquellas propuestas que puedan ayudar a dar solución a esta problemática social, y las recoja en un plan de trabajo donde fije la responsabilidad tanto de los departamentos como de las diferentes instituciones, "antes del final del periodo de sesiones 2023-2024".
Para ello, el texto solicita que en esa comisión puedan participar expertos y miembros de asociaciones de supervivientes de la violencia machista y de asociaciones que trabajan en la atención a estas víctimas o que representan a personas afectadas.
Además, reclaman que se presente el trabajo realizado en la Comisión de Igualdad, Justicia y Derechos Humanos del Parlamento vasco, "para poder llevar a cabo un seguimiento conjunto entre el Gobierno y los grupos parlamentarios". Ante lo que esta enmienda exige al Ejecutivo que acuda "al menos una vez al año de oficio" a dicha comisión, "así como cuando algún grupo parlamentario lo requiera".
Crítica a los medios de comunicación
Más allá de lo recogido en la enmienda transaccional aprobada este jueves, el debate vivido en el Parlamento vasco por parte de los grupos políticos se ha caracterizado por la falta absoluta de autocrítica en los diferentes partidos, que ha contrastado con las valoraciones negativas que diversos parlamentarios han hecho en contra de cómo actuaron los medios de comunicación ante los asesinatos machistas del 16 y 28 de mayo en Orio y Vitoria respectivamente.
Ni si quiera han hecho referencia a la polémica originada después de que el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, confesara que la Ertzaintza ya sabía desde el mes de enero que el autor del segundo crimen estaba violando la orden de alejamiento que tenía sobre la víctima, pese a que esto ocurría con el consentimiento de su expareja.
Incluso, el propio texto votado en la Cámara vasca, hace una mención explícita a los medios de comunicación, y señala que el seno de la comisión Begira debe llevar a cabo una investigación sobre estos sucesos, para conocer el tratamiento que estos tuvieron en los diferentes medios y si dicho tratamiento "se ajusta o no al código de autorregulación".