El lehendakari, Iñigo Urkullu, afronta desde este jueves el último curso parlamentario de esta legislatura. La tercera con él al frente del Ejecutivo vasco y quizás la última con él como lehendakari, a falta de que confirme su candidatura. Así, el mandatario autonómico, en su intervención durante el pleno de política general que marca el inicio del curso en la cámara vasca, ha hecho alarde de los logros alcanzados durante estos tres primeros años de mandato y ha compartido su compromiso por avanzar en el autogobierno y, en seis meses, recuperar la situación de Osakidetza a las cifras previas de la pandemia.
Con un discurso que ha durado poco menos de hora y media, Urkullu ha dado un repaso a toda su trayectoria al frente del Gobierno y ha insistido en los grandes retos, nacionales e internacionales, que ha tenido que afrontar en sus casi 11 años de mandato. Desde el fin de la banda terrorista ETA, que un año antes de su primera investidura abandonó la lucha armada; hasta la invasión rusa en Ucrania y la crisis global desatada por la pandemia.
Todas ellas, situaciones que han marcado de una u otra forma la trayectoria del lehendakari y el desarrollo de Euskadi en esta última década, pero que ahora deben quedar a un lado para afrontar los retos presentes y los venideros, como son la crisis de Osakidetza, y el desarrollo del autogobierno en Euskadi. Como ha indicado Urkullu en su discurso, tras las elecciones generales se abre "una nueva etapa", donde el desafío fundamental y compartido tanto por "el Gobierno español, las fuerzas políticas del ámbito estatal, las instituciones y las fuerzas políticas de las Comunidades Históricas" es el "reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado".
En esta línea, el lehendakari ha marcado una hoja de ruta de país conformada por tres ejes: el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika, la gestación de un nuevo estatus de Autogobierno; y avanzar en su propuesta de una Convención Constitucional "que permita acordar el significado y alcance del carácter plurinacional del Estado, así como el desarrollo de la Disposición Adicional Primera".
Una propuesta que a juicio de Urkullu "tiene pleno sentido" y que el este relaciona a la cuestión de "¿Por qué en un Estado solo puede haber una nación?" una visión "excluyente" para el lehendakari. De esta forma, ha llamado a realizar desde Euskadi "una aportación sustantiva al debate sobre el modelo territorial del Estado".
Aluvión de medidas para Osakidetza
Mas allá del llamamiento que Urkullu ha hecho para la defensa y el desarrollo del autogobierno vasco, el dirigente autonómico ha realizado un balance de su gestión actual y se ha mostrado claro al reconocer "con visión crítica los ámbitos necesitados de reforma y mejora". Entre ellos, el servicio vasco de salud, con el que ha compartido su compromiso íntegro de abordar la crisis que actualmente se vive en este y de recuperar Osakidetza a la situación en la que este se encontraba antes de la pandemia.
Así, el lehendakari, en nombre del Gobierno vasco, se ha comprometido a reforzar el servicio de Atención primaria, mediante la búsqueda de alternativas al déficit de profesionales sanitarios y la reducción de las listas de espera. En concreto, ha señalado que su objetivo "claro" está en reducir "en los próximos seis meses de las 48 horas de espera y elevar la presencialidad del 61% actual al 70%", con lograr así "un mayor equilibrio entre citas telefónicas y presenciales".
Con esto, ha recordado que el Departamento de Salud cuenta con un presupuesto 838 millones de euros mayor que el de 2019; además de que el pasado año la plantilla estructural de Osakidetza se amplió en 2.467 plazas, y que desde hace meses están en marcha las pruebas de las Ofertas Públicas de Empleo (OPE) de 2020, 2021 y 2022, con un total de 7.639 plazas en 110 categorías profesionales.
Una apuesta en medios humanos y materiales que según Urkullu "tiene por objeto mejorar el servicio público y recobrar el orgullo de pertenencia de las y los profesionales de Osakidetza". Así, en los próximos seis meses, el Ejecutivo se ha comprometido a: recuperar los 65 días de demora media en intervenciones quirúrgicas, bajar de los 30 días de espera para pacientes oncológicos, y bajar de los 90 días para cirugías cardíacas.
Además, ha señalado que para avanzar en todos estos objetivos, el Departamento de Salud realizará una inversión de 1.200 millones de euros en los próximos ocho años para renovar Centros de salud y adquirir nuevos equipamientos médicos.
"Osakidetza seguirá siendo un sistema de salud público de referencia, cercano y de máxima calidad. Queremos que la persona usuaria que entre por la puerta sienta que está recibiendo el mejor servicio posible. No escatimaremos esfuerzos", ha aseverado Urkullu.
Defensa férrea del euskera
Otro de los momentos fundamentales en la intervención del lehendakari se ha apoyado en la defensa del euskera como "una herramienta" común a toda la sociedad vasca que el lehendakari ha instado a "proteger y a promover" en un escenario donde "se intensifican los debates" en torno a esta y otras lenguas cooficiales como son el catalán o el gallego.
Urkullu ha llamado a actuar con "flexibilidad" y desde el consenso, en la defensa de la lengua vasca y ha recordado que esta, junto al castellano, es el idioma oficial de Euskadi, y como tal, "la Constitución, el Estatuto de Gernika y la Ley del euskera obliga" a toda la sociedad de Euskadi a actuar en su defensa ante las numerosas vulneraciones que está sufre.
De esta forma, el lehendakari ha señalado que se está desarrollando el Plan de Acción para la Promoción del euskera, una iniciativa que espera aprobar antes de que esta legislatura termine y que debe "marcar el rumbo de la política lingüística en los próximos 10 años", aunque a demás de esto ha instado a la Cámara vasca a fijar otra serie de objetivos para "los próximos 40 años". Un camino que debe realizarse "con flexibilidad", pero también "con retos claros y con el mayor grado de adhesión y consenso posible".
Para ellos, Urkullu ha enfatizado en el rol esencial que tendrá le nueva Ley Vasca de Educación, la cual, marcará "el camino hacia la comunidad bilingüe". En un contexto donde el lehendakari ha compartido "una especial preocupación por el euskera", especialmente por las últimas sentencias restrictivas de la justicia que, según ha señalado el lehendakari, afectan al desarrollo de esta lengua.