Urkullu abre un curso marcado por su "convención constitucional" y por la batalla electoral contra Bildu
El Parlamento vasco inicia este jueves la última etapa de una legislatura marcada por la pandemia y la guerra en Ucrania, donde el lehendakari tiene como reto cerrar sus muchos frentes abiertos y recuperar la confianza del electorado jeltzale
14 septiembre, 2023 05:00En diciembre de 2012, hace 10 años y 9 meses, Iñigo Urkullu asumía el cargo como lehendakari en la que sería la primera de sus tres legislaturas consecutivas al frente del Ejecutivo vasco. Y ahora, a falta de saber si se presentará de nuevo en las autonómicas de este próximo 2024, y en un contexto completamente diferente al que se vivía cuando fue elegido lehendakari, afronta el que podría ser su último año de mandato.
Después del parón estival, el Parlamento vasco retoma la actividad política en un nuevo curso que se prevé intenso, y donde los grupos políticos tendrán buena parte de su atención puesta en la convocatoria de unas elecciones sobre las que todavía se desconoce la fecha. Unos meses en los que el Ejecutivo liderado por Urkullu tendrá como retos fundamentales aprobar hasta 36 proyectos de ley pendientes -de los cuales 34 ya están en tramitación parlamentaria-, y desmarcarse todo lo posible de EH-Bildu, en un momento donde la coalición soberanista está cada vez más cerca electoralmente de los jeltzales.
Pero más allá de la batalla electoral con la formación abertzale, que de seguro estará presente en las intervenciones parlamentarias en los próximos meses -independientemente de que los candidatos estén o no presentes en la cámara autonómica-, uno de los grandes puntos que abordarán las intervenciones tanto del lehendakari como de los portavoces del resto de grupos políticos será la propuesta de una "convención constitucional" que hace unas semanas lanzó Urkullu, y que de una u otra forma ya fue rechazada por el resto de formaciones.
Incluso desde el PSE-EE, partido que comparte Gobierno con el PNV y pese a que el PSOE abrazó positivamente esta idea en un primer momento, se han mostrado en contra de ese llamamiento a reinterpretar la Constitución y replantear el modelo territorial del Estado. De hecho, el secretario general de los socialistas vascos, Eneko Andueza, criticó la propuesta de Urkullu y aseguró que este llamaba a utilizar una fórmula "que divide y excluye" y que "ya forma parte de uno los fracasos históricos de Euskadi".
El rodillo del Gobierno
Así, el debate de política general que abre este nuevo curso parlamentario dará muestra de la división que entre los dos socios del Ejecutivo vasco (PNV y PSE-EE) respecto a diversos puntos: no solo por la opinión contraria que ambos mantienen respecto a esta idea de una "convención constitucional"; sino también por temas de tan relevancia como la Ley Vasca de Educación, cuyo texto inicial -ya aprobado en el Consejo de Gobierno-, no fue bien recibido por un Partido Socialista de Euskadi que reclamó grandes modificaciones en la norma. Incuso, Andueza aseveró este martes que la futura ley de educación "será con el PSE/EE o no será".
Sin embargo, desde el PNV se muestran convencidos de que en los próximos meses no solo podrán sacar adelante esta norma, sino otras de igual calibre como la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi o la de Cambio Climático y Transición Energética, medidas que según los jeltzales tratarán de aprobar con el mayor consenso parlamentario posible pese a que podrían hacerlo con el llamado "rodillo del Gobierno", ya que entre jeltzales y socialistas cuentan con mayoría absoluta en la Cámara Autonómica.
De hecho, en el resumen de la intervención del lehendakari, que Presidencia compartió a los medios de comunicación, el propio Urkullu destaca que un 67% de las 35 medidas aprobadas en estos últimos tres años se han sacado adelante con el apoyo de algún grupo de la oposición, y un 17% con, al menos, la abstención de alguno de estos. Una apuesta por la negociación con otros grupos políticos que los jeltzales pretenden mantener en este último curso.
O por lo menos así lo mostró el coordinador del grupo parlamentario nacionalista, Íñigo Iturrate, quien destacó la “producción legislativa” de los últimos tres años en el Parlamento autonómico y compartió su confianza en alcanzar “un acuerdo amplio” en el resto de leyes pendientes que "serán vertebradoras de país" como es el caso de Educación, Empleo, Energía y Cambio Climático, Infancia o Memoria Histórica".
De hecho, Iturralde aseguró que “si algo no ha habido en esta legislatura ha sido rodillo del Gobierno”, y destacó pese a tener mayoría en la Cámara, "la gran mayoría de las leyes se han aprobado con el concurso de uno o más grupos de la oposición", lo que según el portavoz jeltzale demuestra "sin duda el talante del Gobierno vasco, del lehendakari y también de los grupos parlamentarios".