Del lío de la OPE a las listas de espera: Osakidetza sigue siendo el principal problema de Urkullu
En las últimas semanas las polémicas en el Servicio vasco de Salud han sido constantes y sindicatos, pacientes y oposición, críticos con la gestión del mismo
13 agosto, 2023 05:00El Servicio vasco de Salud lleva años en el punto de mira. A las numerosas quejas de los pacientes se le han unido en los últimos meses las de sindicatos sanitarios y profesionales que incluso han marchado en multitudinarias manifestaciones en contra de lo que ya han adoptado como lema: “el desmantelamiento de Osakidetza”. Si bien es Gotzone Sagardui, consejera de Salud, la responsable directa de este servicio, esta problemática se ha dibujado como el talón de Aquiles del Gobierno vasco y, por consiguiente, del lehendakari.
Con tres legislaturas a sus espaldas, Iñigo Urkullu, y su gestión del servicio han sido señalados en diversas ocasiones. Lo que era ‘la joya de la corona vasca’, ha perdido cierto brillo hasta el punto que, las quejas hacia esta han crecido, según el Defensor del Pueblo vasco, un 220% en el último año. Sobre esta situación el propio lehendakari ha lanzado, especialmente en los últimos meses, numerosos mensajes; orientados todos, eso sí, hacia la misma dirección: reconocer los problemas en el Sistema vasco de Salud e insistir en que se estaban tomando medidas.
Lo hizo en su tradicional mensaje de fin de año, en el que posicionó el ámbito de la salud como uno de los cinco retos del Ejecutivo vasco para 2023; lo volvió a recalcar en marzo cuando, como respuesta a una pregunta parlamentaria de la portavoz de EH Bildu en la Cámara, Maddalen Iriarte, sobre el "declive" de la sanidad pública y de la falta de autocrítica del propio gobierno, Urkullu reconoció “las dificultades del sistema” pero recordó que su presupuesto había aumentado en 838 millones de euros en comparación con 2019; e insistió nuevamente solo un mes después cuando, en el 40 aniversario del Servicio Público de Salud, a través de sus redes sociales, realizó un llamamiento a "unir fuerzas y remar todos en la misma dirección para aspirar a tener el mejor Servicio Público Vasco de Salud posible".
OPE con fallos y largas colas
Lejos de "unir fuerzas" y más allá de las ya habituales quejas sobre las listas de espera para ser atendido por un especialista, los problemas en el sistema no han parado de crecer. Si bien las esperadas OPE llegaban a Euskadi este verano, lo hacían, algunas de ellas, con múltiples problemas burocráticos.
Ya en julio se detectaron fallos en ciertos exámenes, como los de radiodiagnóstico, en el que se tuvieron que anular hasta 15 preguntas, o farmacia, en el que se anularon 14 porque incluían cuestiones no incluidas en el temario oficial. Días después ocurría lo mismo en las pruebas de oficial de costura e informático. Estos errores, que fueron minimizados por la dirección de Osakidetza, provocaron la reacción de EH Bildu, que, al respecto, realizó varias preguntas parlamentarias.
La última polémica sobre las Ofertas Públicas de Empleo llegaba esta semana cuando algunos aspirantes denunciaban largas colas para la entrega y validación de documentos que acrediten los requisitos y méritos por parte de los aspirantes a las Ofertas Públicas de Empleo (OPE) abiertas en la actualidad.
Si bien tras el bloqueo experimentado los primeros días en Recursos Humanos por la avalancha de opositores a la espera de entregar su documentación Salud amplió horarios y simplificó los procedimientos para “agilizar los trámites”, las largas colas y quejas de los aspirantes se volvieron a repetir los días posteriores en algunos de los hospitales más congestionados, como el de Basurto.
Criterios de derivación para enfermeras
También esta semana, el sindicato ESK lanzaba un comunicado en que trasladaba “su malestar” ante la guía que había sido distribuida en PACs y centros de salud a las enfermeras en la que se recogen una serie de criterios de derivación de pacientes en caso de la ausencia de un facultativo médico.
La falta de profesionales médicos en estas fechas se evidencia más, según los sindicatos, cada año; algo que provoca que en ciertos centros solo se pueda ser atendido por una enfermera. Ante esta situación, Salud distribuía esta guía que el sindicato valoraba como "burla tanto a la ciudadanía como a los profesionales que están trabajando en el servicio” y aseguraba que este movimiento no hacía más que alertar de "la falta de planificación en las sustituciones, la precarización en las contrataciones y la inseguridad jurídica en la que deja a las profesionales de enfermería".
300 enfermeras fuera de listas
Solo un día después, era el sindicato SATSE en que denunciaba que Osakidetza había dejado fuera de listas de contratación a 300 enfermeras que ya contaban con contrato de trabajo. Un movimiento calificado por el propio sindicato de Enfermería como una "incoherencia" y que se producía, según el Servicio vasco de Salud por considerar que estas enfermeras no tenían la titulación de enfermería requerida cuando, en su día, “ya demostraron poseerla”.
Aunque Osakidetza aseguró que "solo habían quedado fuera quienes no realizaron en tiempo y forma los trámites legales de inscripción"; el sindicato mayoritario en este ámbito insistió en los fallos de la gestión de este servicio: "Osakidetza está aprovechando el mes de agosto para hacer múltiples publicaciones referentes a resultados de los dos procesos de OPE que tiene abiertos, concurso de traslados y listas contratación". A su juicio, "esta urgencia para publicar todos los procesos al mismo tiempo le está llevando a realizar numerosos errores que después tiene que ir subsanando".
EH Bildu, crítico con la gestión
Ha sido EH Bildu uno de los partidos más críticos con la gestión de la dirección de Osakidetza, llegando a plantear preguntas parlamentarias o comparecencias con la consejera de Salud o con el propio lehendakari. La formación aseguró que “la OPE anunciada por Sagardui a bombo y plantillo no va a servir para eso, sino para estabilizar puestos (7.639) ya existentes en Osakidetza y regularizar otros (3.723) que hoy se desempeñan de forma irregular”, e indicó que “ni es suficiente, ni va a solucionar el problema que tenemos en Osakidetza, porque hay que recordar que el objetivo es bajar la tasa de temporalidad al 8%”.
Según el partido, “no es cierto que falten profesionales de la salud; en Osakidetza el problema no es ese, sino su modelo de contratación, que hace imposible ofrecer a las y los profesionales sanitarios contratos adecuados, dignos y atractivos. El problema es que Osakidetza se niega a contratar profesionales en buenas condiciones”.
Precisamente son “buenas condiciones, menor temporalidad y más recursos” es lo que ha unido tanto a pacientes, como a agrupaciones políticas, sindicatos y profesionales, quienes aseguran que la gran joya de la corona vasca está perdiendo su brillo y reclaman a Salud y, indirecta y directamente, al lehendakari soluciones “antes de que lleguen al límite”.