Todavía falta mucho -aunque no tanto como parece-, para las elecciones autonómicas vascas que se celebraran el próximo 2024. Y aunque hay quienes aseguran que la campaña ya ha empezado, ni siquiera se conoce la fecha en la que estas tendrán lugar ni se sabe aún los candidatos y candidatas que se presentarán a lehendakari en estos comicios.
Mientras en el PNV todo parece indicar que Iñigo Urkullu buscará la reelección para revalidar su mandato -el cuarto en caso de volver a sumar los votos necesarios-, y en EH-Bildu, Arnaldo Otegi ya compartió su disposición para encabezar las listas de su partido, siempre y cuando las bases de este le avalaran; en el PP vasco lo único que se sabe, aunque no esté del todo asegurado, es que el actual presidente de la formación popular, Carlos Iturgaiz, no será quien concurra al frente de los populares en estas elecciones.
Son varias las figuras que podrían entrar a sustituir al actual dirigente del PP vasco, pero los nombres más sonados, sobre todo en los últimos días, son el de la actual secretaria general de los populares en Euskadi, Laura Garrido, y el exdiputado general de Álava y actual parlamentario en el Congreso, Javier de Andrés. Ambos, con perfiles bastante diferentes pero igualmente útiles para darle al PP un "radical" cambio de imagen con el que recuperar la relevancia perdida en Euskadi.
Así, y aunque no se ha convocado todavía ningún congreso para elegir al nuevo presidente del partido -el cual está pendiente desde 2017- en el PP están ahora centrados en el intento de investidura de Alberto Núñez Feijóo para la presidencia del Gobierno de España, y no será hasta después del 27 de septiembre cuando los populares vascos comenzarán a plantear oficialmente la sustitución de Iturgaiz.
Esta no es todavía seguro, pero nadie niega que vaya a ocurrir en un futuro cercano y hay quienes dentro del propio partido lo han reclamado ya públicamente, como es el caso de la presidenta de Gipuzkoa, Muriel Larrea y su homólogo en Álava, Iñaki Oyarzábal.
Sustitución natural
La sustitución de Carlos Iturgaiz al frente del PP no implica que el actual presidente del partido en Euskadi no haya cumplido con sus obligaciones o haya realizado mal su trabajo, de hecho, todo lo contrario. Durante estos últimos años, Iturgaiz ha conseguido recuperar parte del poder perdido por su formación y aunque en el parlamento autonómico solo cuentan con 5 escaños, tanto en las elecciones municipales del 28-M como en las generales del pasado 23-J mejoraron sus resultados.
Por eso, el objetivo que tienen ahora en el Partido Popular es el de continuar con esta dinámica y seguir aumentando tanto en porcentaje de voto como en representación dentro de la Cámara vasca. Y para ello necesitan de un lavado de imagen que les proyecte no a la Lehendakaritza, algo que sería impensable, pero sí a una mejor posición dentro del parlamento que les permita ganar peso democrático en Euskadi.
Iturgaiz, que ya había ocupado este cargo de 1996 al 2004, llegó con un PP vasco herido casi de muerte cuando hace algo más de tres años, el antiguo presidente del partido a nivel nacional, Pablo Casado, lo 'colocó' como candidato de urgencia antes de las autonómicas de 2020, después de forzar la salida del anterior cabeza de lista y líder popular en Euskadi, Alfonso Alonso, y en unos comicios donde los populares lograron uno de los peores resultados de su historia.
Sin embargo, desde entonces Iturgaiz no ha sido votado por su propio partido para continuar al frente del PP vasco, y por eso, su sustitución en los próximos meses es más que posible. Además, nadie en el partido le va a impedir presentarse, pero la realidad es que los populares no quieren ahora una lucha de poder entre diferentes candidatos. Puede que Garrido y De Andrés sean las opciones más potentes, pero lo que el PP va a evitar a toda costa es centrar la narrativa en una batalla electoral interna, en vez de en la renovación que un nuevo presidente implica.
Además, ambos posibles candidatos le darían al partido un claro lavado de cara. Por un lado, Garrido es una de las parlamentarias del PP que más interviene dentro de la Cámara vasca, y es también la que más usa el euskera en su grupo, algo que, aunque de manera simbólica, ayuda a los populares a dar una imagen más "foralista", como la que en su momento buscaba Alfonso Alonso.
Por el otro lado, De Andrés es una figura con bastante más recorrido que su compañera de partido. Fue Diputado General de Álava durante una legislatura y Delegado del Gobierno entre 2016 y 2018, y en el 23-J fue elegido como representante del PP por Álava en el Congreso de los Diputados, una trayectoria dilatada en el tiempo que ayudaría a que los populares recuperaran parte de ese voto perdido y a que 'robaran' parte de los apoyos que según las encuestas podría perder el PNV.