La salida definitiva de Carlos Iturgaiz del PP vasco para renovar el partido antes de las elecciones autonómicas, y la más que probable llegada de Javier de Andrés al frente de los populares en Euskadi -que se confirmará el 4 de noviembre en el congreso autonómico-, cierra una de las principales incógnitas respecto a quién luchará por la Lehendakaritza. En cambio, Elkarrekin Podemos-IU todavía no ha dado ninguna pista de si su actual portavoz en el Parlamento vasco, Miren Gorrotxategi, encabezará las listas de la formación morada, o si, ante las posibles presiones de Sumar, se acaba optando por un perfil diferente.
Esta opción de que Gorrotxategi quede apartada a un segundo plano en la pugna por la presidencia en Euskadi se acerca a lo imposible. La actual portavoz de la coalición progresista, que encabezó las listas durante los pasados comicios tras la salida de Lander Martínez -ahora diputado por Bizkaia con Sumar-, es junto con la actual coordinadora general de Podemos, Pilar Garrido, una de las figuras más reconocibles de la formación morada en el País Vasco y, sin duda, uno de los nombres que más podría movilizar al electorado de Podemos en las autonómicas.
No es ningún secreto que Elkarrekin Podemos-IU es, junto al PNV, uno de los partidos que peores momentos está afrontando. Sus resultados en las municipales y forales del 28-M y en las generales del 23-J -esta vez bajo el paraguas de Sumar-, no fueron especialmente positivos sino todo lo contrario, algo que también ocurrió en las pasadas autonómicas de 2020, en las que pasaron de 11 a 6 parlamentarios.
Por eso, si en la coalición pretenden recuperar parte de sus representantes en la Cámara autonómica y quieren evitar que EH-Bildu se haga con los últimos resquicios de su formación, en Podemos-IU deben optar por una figura con el peso que actualmente desempeña Gorrotxategi. Ella misma ya confirmó a inicios de este curso político que se pondría a disposición del partido y que si desde la dirección y militancia de este se le proponía, ella tomaría con responsabilidad ese cargo, pero a día de hoy, y con las autonómicas cada vez más cerca, no se ha llegado a confirmar aún su candidatura.
Varios procesos todavía por superar
Del mismo modo que Javier de Andrés tendrá que salir victorioso del congreso autonómico del PP que se celebrará el 4 de noviembre en Vitoria; y al igual que el coordinador de EH-Bildu, Arnaldo Otegi, se puso a disposición de la militancia para encabezar las listas durante las elecciones vascas; Miren Gorrotxategi, tendría que superar dos procesos consecutivos antes de ser presentada oficialmente como candidata.
Hay que recordar que la marca Elkarrekin es un gran punto de reunión para la gran mayoría de las fuerzas progresistas de Euskadi. En las municipales estuvo compuesta por Podemos, Izquierda Unida, Alianza Verde y Equo, solo quedó fuera Más Euskadi que ni siquiera llegó a presentarse. Por ello, en caso de que Gorrotxategi se propusiera a sí misma para encabezar la lucha ser lehendakari, tendría primero que lograr el aval de Podemos, y posteriormente el del resto de la coalición. Todo ello con la posibilidad de que en el camino apareciera una segunda candidatura que pudiera hacerle frente.
Algo que en Elkarrekin Podemos-IU prefieren evitar puesto que, en 2020, las luchas internas dentro del partido en Madrid tuvieron parte de la responsabilidad en los malos resultados de aquellos comicios.
A todo esto, hay que añadir la llegada de Sumar a Euskadi y la intención del partido fundado por Yolanda Díaz de presentarse a las autonómicas con una fórmula similar a la que utilizaron en las generales. El principal problema aquí es que Sumar no tiene una estructura real en el País Vasco, y por mucho que a nivel nacional sean ellos quienes ahora lideran el espacio político más a la izquierda del PSOE, la realidad es que en Euskadi son casi una fuerza residual.
Así, incluso si se apoyaran en nombres tan reconocidos en la política vasca como Lander Martinez o Juantxo López de Uralde, no contarían con el impulso que Elkarrekin Podemos puede dar a su candidata, independientemente de que acabe siendo Gorrotxategi o no.