La ley de Educación afronta su primer examen con la votación de las enmiendas a la totalidad

El pasado tres de octubre, tras meses de retrasos y un texto que parecía no ver la luz, la nueva Ley Vasca de Educación dio un nuevo paso en hacia su tramitación con el fin del periodo para presentar enmiendas. Una norma que busca crear un proyecto de futuro en Euskadi para los próximos "30 años" y que en sus inicios, cuando comenzó a desarrollarse en el Gobierno vasco, se planteó como una ley de consensos que lograra el apoyo de la gran mayoría de la cámara autonómica. 

Sin embargo, conforme se fueron conociendo detalles de la nueva norma, los apoyos fueron perdiéndose y los grupos políticos que en su momento se habían mostrado a su favor comenzaron a renegar de ella. Ahora, tras varias semanas de discusión entre los diferentes grupos políticos, ya sea por el protagonismo que se le da al euskera; la permanencia o desaparición de los modelos lingüísticos; y por el papel que finalmente toma la escuela concertada respecto a la pública, el texto se enfrenta a su primer examen en el Parlamento autonómico, donde este jueves se votarán las enmiendas a la totalidad. 

Cuatro modificaciones que buscan devolver la ley al Ejecutivo de Urkullu y al consejero de Educación, Jokin Bildarratz, presentadas por el PP, Vox, Ciudadanos y Elkarrekin Podemos-IU. Estos últimos, en su momento partícipes del llamado pacto educativo, que se firmó en abril de 2022, y que finalmente se han desmarcado de la norma. Desde la coalición morada denuncian que esta no le da una prioridad real a la educación pública sobre la concertada, ni termina definitivamente con la segregación escolar. 

Sin embargo, pese a la postura adoptada por Podemos en contra de la norma, esta todavía cuenta con el apoyo del 82,6% del parlamento. Por lo menos en la sesión que se desarrolla este jueves y donde se votan las enmiendas a la totalidad. Ni PNV, ni PSE-EE y ni EH-Bildu han pedido retirar el texto, y son estos tres partidos quienes harán avanzar la norma en un proceso parlamentario que muchas voces de la oposición ven imposible cumplir. 

El consejero de Educación, Jokin Bildarratz comparece ante la comisión de educación del Parlamento Vasco / Adrián Ruíz Hierro - EFE

El gran proyecto de esta legislatura

A pocos meses de las elecciones autonómicas vascas -para las que todavía no hay fecha-, el Ejecutivo de Urkullu está haciendo todo lo posible para que la norma insignia de esta legislatura salga adelante sin más imprevistos de los que ya ha vivido. Una norma sobre la que, según aseguró este miércoles Bildarratz en una entrevista para Bizkaia Irratia, se pone "en juego el futuro" de la sociedad vasca.

"La educación es la definición del futuro de una sociedad, y por eso llevamos toda la legislatura trabajando en este proyecto, manteniendo reuniones con cientos de agentes, escuchando, hablando y debatiendo, y ahora estamos en la última fase", aseveró el consejero, quien además insistió en que "el 82,6% del Parlamento vasco" rechazará las cuatro enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Vox, Cs y Elkarrekin Podemos.

En esta línea, destacó que "un una buena noticia tener un proyecto de futuro para Euskadi 30 años después", y mostró su disposición para que el texto final -al que todavía le faltan aportaciones-, sea "aprobado a finales de año". Algo que desde la oposición ven imposible y que, además, podría verse truncado en caso de que se repitieran las elecciones generales en caso de que el candidato del PSOE, Pedro Sánchez, no logre ser investido. 

Así, Bildarratz señaló que "el mundo educativo se merece tener un proyecto de futuro con el máximo apoyo posible", y que entre los diferentes partidos dentro de la cámara autonómica "no hay diferencias cualitativas" en torno a la nueva ley. Por esta razón, instó a todas las fuerzas políticas a "caminar juntos" en pro de lo que "esta sociedad se merece". 

Sin embargo, el consejero recordó que en abril del pasado año el pacto educativo contaba con el 90% del apoyo de la Cámara, y tras la salida de Podemos, cuenta ahora con un 82,6%. Esto, según Bildarratz "es mejor que menos", sobre todo con una ley "para los próximos 20 o 30 años".

El consejero de Educación del Gobierno vasco, Jokin Bildarratz y el Lehendakari Iñigo Urkullu / Iñaki Berasaluce - Europa Press

Una norma lejos de "intereses partidista y cortoplacistas"

Por su parte, EH-Bildu ya confirmó que votaría en contra de esta enmiendas, y aunque no dejó clara cuál será su postura en el futuro, la formación abertzale se mantiene, por ahora, como uno de los grandes defensores de la norma. Sin embargo, cabe recordar que tras conocerse las enmiendas presentadas por el PNV y el PSE-EE donde se blindaban los modelos lingüísticos, la opción de que Bildu acabara desmarcándose del pacto se convirtió en una realidad. 

Pero por ahora, según confirmó el parlamentario soberanista, Ikoitz Arrese, desde su partido mantiene un "compromiso firme" con el acuerdo de abril y con el objetivo de mantener un debate "de altura", alejado de "los intereses partidistas y cortoplacistas". Por eso, Arrese insistió en que, con la entrada de la norma en su fase resolutiva, desde la formación abertzale serán fieles "a dos principios básicos", como son "la fidelidad al acuerdo educativo y la perspectiva de país".

Sin embargo, desde Bildu también mostraron su "preocupación" ante las recientes disidencias entre el PNV y el PSE, a quienes consideró "incapaces de dar una visión única sobre las enmiendas que han presentado". Por ello, Arrese anunció que su partido, en el pleno de control de este viernes, realizará dos preguntas al consejero de Educación y al lehendakari dirigidas a conocer con "claridad absoluta" el punto en el que actualmente se encuentra esta norma.