Este próximo sábado 4 de noviembre, el Partido Popular de Euskadi comienza una nueva etapa. Después de tres años al frente del PP vasco, Carlos Iturgaiz abandona la presidencia y será Javier de Andrés (Vitoria-Gasteiz 1967) quien le sustituya y quien encabece las listas de los populares en las elecciones autonómicas vascas del próximo 2024. 

De Andrés aboga por recuperar la moderación y ese espacio abandonado en Euskadi por el PNV. Asegura que justamente la relación de los jeltzales con el PSE-EE y el consecuente viraje de estos hacia las políticas de izquierdas, es lo que justamente ha hecho que los nacionalistas vascos estén perdiendo cada vez más votos y apoyos. Una situación que, sumada al auge de EH-Bildu, podría desbancarles como la primera fuerza política del País Vasco.

Pero la experiencia de De Andrés, secretario general de Álava entre 2011 y 1015, no se limita solo a la política autonómica. Durante los dos últimos años de mandato de Mariano Rajoy (2016-2018) el futuro presidente del PP vasco fue también delegado del Gobierno en Euskadi, y tras las pasadas elecciones generales del 23-J, fue elegido parlamentario en el Congreso de los Diputados, de forma que recuperó el escaño perdido por Álava en los anteriores comicios. 

Una trayectoria que le permite hablar con resolución sobre temas de gran calado en la actualidad política nacional, como es, por ejemplo, la ley de amnistía que el presidente en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha comprometido a aprobar en caso de que los partidos independentistas catalanes voten en favor de su investidura en las próximas semanas.

Javier de Andrés será elegido este sábado nuevo presidente del PP Vasco / PP Vasco

 

Ahora que usted ocupa el escaño del PP por Álava en el Congreso y tiene más contacto con lo que ocurre en Madrid, ¿cómo es su relación con la dirección nacional del partido y con Alberto Núñez Feijóo?
Está empezando a ser más intensa recientemente. Yo a este equipo que el año pasado asumió la responsabilidad en el Partido Popular, no lo había tratado apenas, y lo estoy empezando a tratar ahora, y la verdad que hay una sintonía bastante importante porque entendemos muchas cosas en común. Creo que hay una sensibilidad autonomista por parte de esta dirección del Partido Popular y sí hay una sensibilidad social y económica que es la que nos mueve a nosotros en Euskadi.
Cada vez falta menos para que Pedro Sánchez se enfrente al debate sobre su investidura y ya habla sin tapujos sobre la ley de amnistía. Usted, como el resto del Partido Popular, rechaza esta concesión al nacionalismo catalán, ¿verdad?

Yo veo dos cosas en esta cuestión. Por un lado, se rompe con la igualdad, que es una de las claves del sistema democrático. Porque si a algunas personas, por su influencia política, no se las juzga por sus delitos, pues es indudable una pérdida de igualdad en la sociedad. Y en segundo lugar veo una pérdida de algo a lo que todos tenemos derecho constitucional, y es a la tutela de lo judicial. Que la justicia nos proteja, pero si hay unos determinados delincuentes a los que la justicia no puede juzgar por algo político, entonces se pierde ese derecho que tenemos todos. 

Son dos elementos tan relevantes como el de la igualdad y la justicia que se ven perjudicados con esta decisión, y eso me parece que es un paso atrás en libertades y en garantías para el conjunto de la sociedad. 

Centrando la conversación ahora en Euskadi, ¿cómo valora que EH-Bildu no condenara los ataques recientes contra el monolito y la tumba de Fernando Buesa, ni lo ocurrido la semana pasada contra las sedes del PSE y el PNV en Gipuzkoa? ¿Esto les puede afectar en las elecciones o es inevitable que sigan subiendo?
Yo sí creo evitable que sigan subiendo. Lo que pasa es que hay un proceso de blanqueamiento. Es verdad que Bildu no está condenando estas acciones, pero es que la actitud del PNV y el PSOE también es muy tolerante con Bildu. Este es el enorme problema que tenemos, que hay una tolerancia hacia este tipo de actitudes que ha conducido a una cierta normalización. Cabe una necesidad de mayor exigencia ética que se ha perdido desde que el sanchismo impera y desde que el Partido Nacionalista Vasco se ha plegado a la izquierda. 

Me parece muy decepcionante que pueda haber un éxito electoral de una figura (Otegi) que por encima de su carácter político está su carácter violento

Javier de Andrés

¿Cómo habla de la sociedad vasca que esta pueda hacer ganador de unas elecciones autonómicas a un condenado por terrorismo como es Arnaldo Otegi?
A mí me gustaría que las posibilidades de Otegi no fueran importantes porque la sociedad vasca no lo quiera, por eso me parece muy decepcionante que pueda haber un éxito electoral de una figura que por encima de su carácter político está su carácter violento. Qué es lo que le ha llevado a estar donde está ahora mismo, su trayectoria dentro de una organización terrorista es lo que ahora mismo le ha llevado a liderar un partido político y eso es lo que me decepciona y me gustaría que la sociedad vasca quitara de en medio. 
¿Qué deben hacer las instituciones vascas para hacer que la ciudadanía guarde un recuerdo más amplio de lo que fue ETA y evitar escenarios como este?
Tiene que haber una actitud que realmente se haga consciente de que el problema que tenemos en el País Vasco es de un enorme respaldo a un tipo de violencia. Porque aquí hay un propósito de transmisión de un mensaje de rechazo a determinadas expresiones violentas, pero la realidad es que aquí solo se está apoyando a un tipo de expresión violenta. En Euskadi nadie apoya otro tipo de violencia que no sea la que han venido siendo ejercida por la izquierda nacionalista radical. Esa es la única violencia que tiene tolerancia en la sociedad vasca y en esa es donde nos tenemos que centrar. Por el hecho de que tiene y ha tenido un gran respaldo social.