"Eventos como la gabarra son bancos de pruebas para la tecnología de la Ertzaintza"
El periodista de investigación Ahoztar Zelaieta disecciona el cambio de ciclo que vive el PNV a las puertas del 21-A y remarca: "No hay que subestimar su capacidad para volver a movilizar a sus bases"
13 abril, 2024 05:00El periodista que hace esta entrevista conoció a Ahoztar Zelaieta (Bilbao, 1972) en la universidad. A mediados de la década de 2000, Zelaieta volvía a sentarse en un pupitre para terminar la carrera de Periodismo, que había dejado en stand by para dar sus primeros pasos en el periodismo de investigación (Egin, Ardi Beltza, Kalegorria). Hoy en día es probablemente el gran referente vasco en este campo destapando vínculos e intereses entre el mundo empresarial y la política. Compagina sus libros, el último 'La Ertzaintza que viene', con colaboraciones en Hordago-El Salto.
Kutxabank, Osakidetza y residencias, Zaldibar, ahora la Ertzaintza... ¿cuál es el hilo que conecta tus libros?
El primer hilo del que tirar fue el clientelismo. Euskadi tenía esa fama de oasis vasco, pero a la vez en el imaginario estatal estaba esa idea de que el clientelismo vasco tenía más músculo que el catalán, el valenciano o el de Madrid. Por eso primero presento en sociedad a los jóvenes burukides vizcaínos (o 'jobubis', la generación que ha controlado el PNV los últimos años). Claro, de 2013 a aquí el grupo ha cambiado.
¿Quiénes eran concretamente los 'jobubi'?
El capitán fue el padre de Itxaso Atutxa, Javier Atutxa, al que llamaban 'el capi'. Hay también una apuesta por José Luis Bilbao. Dos de los cerebros son Joseba Aurrekoetxea y Andoni Ortuzar. Tienen conciencia de grupo capacitado para dar el relevo, focalizado en Bizkaia en Iñigo Urkullu y en Gipuzkoa en Josu Jon Imaz. Ese grupo se cargó a la dupla Ardanza-Arzallus, el relevo no fue pacífico. Se auparon al poder y se han perpetuado los últimos años, los últimos diez en el Gobierno vasco.
Es esa generación que ahora acusa el desgaste.
Ha habido estallidos como el caso De Miguel o la OPE de Osakidetza, y ahora sí hay un cuestionamiento del régimen, pero cuando yo empecé no lo había. Esos estallidos han tenido repercusiones sociales y electorales. Ortuzar llegó a decir en la revista Hermes (la publicación de la fundación Sabino Arana) que estaba dispuesto a apartarse, pero la realidad es que Ortuzar aparta a Urkullu y él sigue. La revuelta en el partido es de medias tintas, no hay un grupo preparado para dar el relevo.
¿No hay conexión con la juventud?
La parroquia ha perdido tantos creyentes que una revuelta ahora no se vería bien. La apuesta es volver a llenar la parroquia haciendo ver que hay una reconciliación de grupos. De ahí el abrazo de Pradales con Urkullu y con Ibarretxe, al que por cierto en su día Urkullu apartó.
El PNV intentar llenar de nuevo la parroquia haciendo ver que hay una reconciliación, de ahí los abrazos de Pradales con Urkullu e Ibarretxe
¿Fue la elección de Pradales una sorpresa?
En el camino para buscar sustitutos ha habido bajas. Algunas por conflicto, caso de Unai Rementeria, y otras por falta de confianza, caso de Gorka Urtaran. No ha cuajado tampoco la apuesta por colocar mujeres al frente de las listas, que cuando se ha hecho ha sido un fracaso electoral. Al final Ortuzar ha dado un golpe en la mesa y ha elegido a uno de los suyos, de su zona de influencia, que son la Margen Izquierda y Encartaciones.
¿Qué resultado esperas el 21-A?
No subestimaría la capacidad del PNV para volver a movilizar a sus bases desmoralizadas. En plena campaña se están viviendo momentos muy fuertes a nivel social que pueden generar determinados sentimientos. La victoria del Athletic en la Copa y la muerte de una figura como Ardanza creo que pueden influir en que el sorpasso no esté tan claro. Bildu por su parte intenta desgastar a través de Osakidetza, también con la Ertzaintza, y el PNV busca vender que lo viejo es nuevo y que Bildu no va a va a saber gestionar determinados problemas.
Osakidetza es sin duda uno de los grandes lastres jeltzales. ¿Por qué se ha convertido ahora en una preocupación social?
Las trabajadoras y sindicatos de Osakidetza llevan desde los años 90 denunciando cuál es la situación pero hasta el año pasado no ha suspendido en el Deustobarómetro. Hasta la pandemia la gente no se ha dado cuenta de que Osakidetza y las residencias no eran lo que pensaban. Seguramente antes había una sobrestimación de lo vasco, no nos mirábamos al espejo. Ahora sí.
El Athletic vuelve a sacar ese orgullo, somos diferentes y únicos.
Habrá que ver si el PNV puede rentabilizar eso, que lo va a intentar seguro. Claro no toda la gente del Athletic es del PNV. De hecho una de las cosas que echo en falta estos días es un cántico a Cabacas, tampoco veo una crítica sobre Osakidetza... El Athletic sigue siendo una religión muy conciliadora.
Pero esa es quizá la clave del éxito. Necesitamos algo transversal, que nos una.
Y buenas noticias. En tiempos de malas noticias toda esta euforia viene muy bien, es un porro gigante. Creo que tenemos muchos retos aquí. Imaginemos por ejemplo que la directiva de una ikastola se niega mañana (la entrevista se realizó el miércoles) a cerrar antes para ir a la gabarra porque un grupo de padres denuncia que no se está ganatizando el derecho de sus hijos a ir a clase.
Veo difícil que eso ocurra, la verdad...
Por eso hablo de retos. Retos para la ciudadanía. Cómo te enfrentas a esta euforia, si eres una persona con un mínimo de sentido común. ¿Normalizamos esto? ¿Normalizamos que la entrada al metro esté cerrada porque hay partido del Athletic?
El Athletic sigue siendo una religión muy conciliadora. Eché en falta un cántico a Cabacas o una crítica a Osakidetza
Intuyo que serás de los pocos bilbaínos que no te asomarás a la ría mañana para ver la gabarra. ¿Viste al menos la final?
Por motivos familiares la televisión estaba encendida en mi casa en ese momento (risas). Pero yo estaba trabajando, tenía que terminar un trabajo con urgencia y lo aproveché para evadirme con el ordenador.
¿Se puede vivir al margen de todo esto?
Mira yo fui crítico cuando Gure Esku Dago se celebró en San Mamés pero cuando Iribar salió al campo lloré. Empatizo con una figura histórica así, en parte porque no me es ajena por razones familiares.
Eres nieto de un gudari...
Tengo amigos que han sido imputados en causas relacionadas con la gestión del PNV. Los amigos no son como uno quiere, son como son. El límite ahí es difícil de medir, el país es muy pequeño. Recuerdo una vez que me dijeron mis amigos: con México vale, con el partido vale, pero con la cuadrilla no te metas. La comunión del Athletic y la comunión de la cuadrilla aquí son sagradas.
Vuelvo a la gabarra. Se viene un reto también a nivel de seguridad colectiva y ahí tendrá un papel la Ertzaintza. En tu libro aportas una visión de toda la tecnología que se empieza a usar para labores de vigilancia y control, precisamente ligadas a este tipo de macroeventos.
Que la Ertzaintza ha comprado tecnología punta a contratistas sospechosos de no tener ética y que no respeta los derechos civiles, eso es un hecho, solo hay que ver los contratos. Ahora, que la usen ya es otra cosa. Es pronto para afirmarlo.
Claro, habrá quien esté dispuesto a sacrificar ciertos derechos para tener seguridad.
Se ha inculcado un temor constante a las masas. Oye, mira, si tienes miedo a que pase algo con la gabarra pues prohibe la gabarra. Claro, Jon Uriarte es un lobby tan brutal que eso es impensable. La gabarra va a ser un banco de pruebas de esta tecnología, sin duda. Una parte ya se ha usado en la Final Four, en el mundial de rubgy o en los MTV. De esas pruebas sacarán conclusiones. Cuando desde el Parlamento Vasco se ha pedido información sobre esto ha habido un muro, la Ertzaintza está 'bunkerizada'.
Se ha inculcado un temor constante a las masas. La Ertzaintza ha comprado tecnología que no respeta los derechos civiles, otra cosa es que luego se use
¿Por qué surge una revuelta en la Ertzaintza ahora?
Hay un desgaste y un vaciamiento del sindicalismo. Son ertzaintzas huérfanos a nivel sindical y se sienten también huérfanos de protección por parte de las instituciones. Han decidido montar su propio lobby pero es un grupo heterodoxo: hay desde euskaldunes de toda la vida hasta gente que simpatiza con Jusapol y la extrema derecha. Y luego frikis de la tecnología y la informática, gente que ha entrado ahí solo porque hay buenas condiciones laborales...
El PNV promete más seguridad ciudadana en campaña electoral y EH Bildu presenta un programa económico con varios puntos en común con los jeltzales. ¿La sociedad se vuelve de derechas?
Te respondo como ciudadano, no como periodista. Se ha planteado un líder de Bildu pragmático y eso ha descolocado al PNV. Lo mejor para los ciudadanos creo que es que, si el criterio es común, se pongan de acuerdo. Yo aplaudiría que aquellas cuestiones que nos importan a la ciudadanía y puedan ser comunes a los dos partidos se pacten. Y no digo más, yo no soy portavoz de ningún partido. Me limito a sacar a la luz informaciones que el poder quiere mantener ocultas.
¿Gobierne quien gobierne?
Si mañana Bildu organiza una charla sobre sanidad y a la charla van Jon Darpón y Mikel Álvarez como gurús del asunto tendré que escribir sobre ello. Pero hay que decirlo, Bildu cuando ha hecho algo sobre Osakidetza lo ha hecho abiertamente y ha sido público. Cuando la fundación Sabino Arana ha hecho esto recientemente no lo ha hecho público hasta el mismo día. Da qué pensar. Si el día de mañana esto pasa con Bildu también me dará que pensar.
Algunos se llevarán una decepción.
Cuando tenga que investigar sobre Bildu no me va a temblar la mano. Lo sabe Bildu, lo sabe LAB y lo sabe la izquierda abertzale. Hay muchos periodistas investigando a Bildu a ver si le sacan alguna corruptela y casi ninguno investigando al PNV. Si el día de mañana eso cambia y hay un vacío en el ámbito de la investigación a Bildu a mí no me va a temblar el pulso. Cuando Crónica Vasca me propone esta entrevista para mí lo importante es que el medio da la oportunidad a sus lectores de recibir información que puede ser distinta a la que avala su línea editorial y agradezco el interés como agradezco las entrevistas en Berria, Gara o Público.