¿Por qué los partidos no hablan de ETA en campaña?/EFE

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Política

Por qué los partidos no hablan de ETA en campaña

Pese a que en las elecciones municipales de 2023 este fue un tema recurrente, en esta campaña han sido pocos los partidos y minutos en los que se ha hablado de la memoria histórica

14 abril, 2024 05:00

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Los pocos minutos en los que se abordó en el primer debate electoral de esta campaña, que tuvo lugar el pasado 9 de abril, han sido prácticamente los únicos instantes en los que los candidatos a lehendakari -o sus segundos- han hecho referencia a la memoria del terrorismo desde que comenzase la carrera por la Lehendakaritza.  

A diferencia de las elecciones municipales del año pasado, en las que este tema fue recurrente, en 2020 tampoco se hizo. Es cierto que los comicios de hace cuatro años estuvieron marcados por un covid-19 que incluso llegó a retrasar la fecha elegida para votar, también lo es que las elecciones autonómicas del próximo 21 de abril no tienen nada que ver con las municipales, que estuvieron especialmente marcadas por este tema porque Bildu llevaba en sus listas a 44 condenados por terrorismo, pero… ¿Por qué los partidos no hablan de ETA durante esta campaña?

Aunque las opiniones son múltiples y diferentes, hay dos comúnmente repetidas por los politólogos: hablar de ello no sería beneficioso para los intereses particulares de ciertos o partidos o, directamente, no es un tema que hoy por hoy interese a la ciudadanía. 

Así lo explica Ainara Villaño, politóloga de Silvan & Miracle: “No se habla de memoria porque los temas de agenda son los que interesan a la ciudadanía y la memoria no es uno de ellos. No aparece en los estudios demoscópicos. En una campaña electoral se intenta dar respuesta a los problemas de la ciudadanía y la memoria no es uno de ellos”. Y es que los temas que están ocupando la agenda política distan mucho del de la memoria y se dirigen más a los problemas estructurales en los que la sociedad lleva años reclamando un cambio como vivienda y Osakidetza. 

Sin embargo, tal y como apunta el también politólogo Óscar Rodríguez, la memoria no es el único tema importante que no se ha tocado esta campaña electoral, y señala a otro de los ámbitos que ha sido foco de conflicto durante gran parte de la legislatura pero al que no se ha hecho alusión estas semanas: la Educación. “El de la memoria es uno de los grandes olvidados, pero no es el único. Llama la atención como la segregación escolar o los malos resultados en los alumnos vascos han sido foco de atención de gran parte de la ciudadanía durante los últimos meses pero ahora no se habla de ello”, asegura. 

El candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, durante el segundo gran debate televisado de cara a las próximas elecciones al Parlamento vasco

El candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, durante el segundo gran debate televisado de cara a las próximas elecciones al Parlamento vasco EFE

¿A quién beneficia?

El politólogo va más allá y afirma: “¿A qué poderes no les interesa que se hable de esos temas?”. Y es que, según él, hay ciertos partidos políticos a los que entrar en el debate de la memoria no les beneficiaría, como EH Bildu. “Es obvio que no le interesa sacar el tema, porque no tiene nada que ganar. Las imágenes y testimonios del pasado ya explican lo que hubo y la respuesta de este partido es que el Bildu de ahora no tiene nada que ver con el de hace 20 años; sin embargo, hay personas en él que estaban hace dos décadas y siguen estándolo”, insiste. 

Al resto de formaciones políticas, el experto las agruparía dentro de la conocida expresión de “no ejercer de pepito grillo, porque eso sería contravenir los manuales electorales de cualquier partido. Ya que cuando diseñan la campaña electoral lo hacen teniendo en cuenta los intereses de cada partido y hablan de las cosas que le interesan a la ciudadanía y este no es el caso”. Y no lo es porque “gran parte de la ciudadanía ha vivido con plomo en las alas durante 40 años y lo que quieren ahora es volar, para olvidarse lo antes posible de cuando tenían ese plomo. Hemos pasado página sin leerla, sin embargo, para ello es necesario siempre leerla primero. Ahora mismo solo hay una minoría que la quiera leer”, asegura. 

Por eso está campaña, por el momento, está siendo ‘tan templada’, algo que desde luego está favoreciendo a la coalición abertzale “que parte de una situación aventajada ya que se ha posicionado como una alternativa al cambio y quieren ser homólogos al resto de partidos políticos. A ellos todo esto de que no pase nada, de que no se agite nada, les va bien”, añade, en comparación con las elecciones municipales de 2023, marcadas por la presencia de miembros de ETA en listas de la formación soberanista. 

El candidato a Lehendakari por el PNV, Imanol Pradales / ADRIÁN RUIZ HIERRO - EFE

El candidato a Lehendakari por el PNV, Imanol Pradales / ADRIÁN RUIZ HIERRO - EFE

Enterrar la memoria de la “dictadura de ETA”

Francisco Llera, politólogo y director del Euskobarómetro, da más razones ya que asegura que en esos comicios, “en general, había más arenas de competición, más candidatos, más oportunidades de poder y mayor complejidad en las alianzas. En el caso de Euskadi, además, estábamos al final de una legislatura y en puertas de nuevas elecciones generales, mientras que ahora se acaba de iniciar la legislatura y la mayoría de los competidores (PNV, PSE, EHB, Sumar y UP) están en la misma coalición de poder”. 

En esta línea, señala que, por un lado este tema no interesa a la ciudadanía porque “los “problemas de hoy” son otros y tienen que ver con los servicios públicos, el bienestar, la crisis ambiental y las expectativas vitales, como en cualquier sociedad desarrollada y de bienestar, sobre todo, para las generaciones más jóvenes que no han tenido la experiencia directa del terrorismo les hemos aislado para protegerles”. Además, "entre las propias generaciones adultas que lo hemos vivido de una u otra manera hay una mayoría que se protege del miedo impuesto mediante la terapia del olvido”.

Por otro, no interesa a los propios partidos: “EH Bildu y las izquierdas populistas no hablan del tema por razones obvias y el PNV y el PSE tampoco, porque, tras sus pactos y la “operación blanqueo” temen que se les vuelva en contra. Unos y otros prefieren la memoria de la guerra civil o de la dictadura franquista, mientras que silencian y entierran la de la dictadura de ETA”. Concluye que “a los partidos les interesa lo que mejora sus oportunidades competitivas y de poder y, por tanto, lo que perjudica a sus competidores y procurar imponer y controlar sus “marcos discursivos”, como estamos comprobando en este caso. Y los medios tienen mucha responsabilidad en esta dinámica”.